lunes, 14 de marzo de 2011

Ministra Doris Soliz cuestiona publicación de diario Expreso

***SNN

 
Ministra Coordinadora de la Política, Doris Soliz.






La ministra de Coordinación de la Política y Gobiernos Autónomos Descentralizados, Doris Soliz Carrión, rechazó la publicación de diario Expreso, del pasado domingo 13 de marzo del año en curso titulada “Pragmatismo: Sube Soliz baja Patiño”, suscrita por el periodista Roberto Aguilar.
En una carta remitida a Galo Martínez Merchán, director de ese medio de comunicación, Soliz indicó que “lamentablemente, el señor Aguilar, no solo ha tergiversado aspectos de mi trayectoria política, sino que ha “olvidado” prudentemente otros, por la simple razón de que no contribuyen a configurar la imagen que maliciosamente me atribuye”.


También aclaró que “jamás el Sr. Aguilar ha solicitado una entrevista conmigo, no se dio el trabajo de conocer mi punto de vista, ni siquiera mi hoja de vida, privando así a los lectores (…) de contar con una perspectiva equilibrada y una información veraz y verificada conforme señala la Constitución, en la mencionada crónica”.


El texto de la carta relata lo siguiente:
En la edición de Diario Expreso del día domingo 13 de marzo del año en curso aparece, bajo la firma del señor Roberto Aguilar, una extensa crónica que aparentemente se propone trazar mi “trayectoria” política en pos de un imaginario “ascenso” en una especie de corte de los milagros.

 Lamentablemente, el señor Aguilar, no solo ha tergiversado aspectos de mi trayectoria política, sino que ha “olvidado” prudentemente otros, por la simple razón de que no contribuyen a configurar la imagen que maliciosamente me atribuye.


Ha sido común en la literatura política machista descalificar la presencia pública de las mujeres con argumentos falaces como aquellos de que lo logramos gracias a padrinos, “malas artes” o afanes de figuración, pero NUNCA gracias a méritos propios y compromiso, que son despreciados o negados, como es el lamentable caso del artículo en mención.


“Olvida” el señor Aguilar que mi actividad política no comenzó con el ascenso al poder del movimiento Alianza País. Cuando él daba sus primeros pasos en el periodismo, yo ya había pasado por una militancia y trabajo comprometido en organizaciones sociales y en luchas contra los gobiernos excluyentes que hemos sufrido en las últimas décadas, y lo había hecho como una militante convencida de izquierda. Y “olvida” que fueron precisamente esos antecedentes de lealtad a una causa los que me hicieron merecedora de las trincheras de servicio que honrosamente he ocupado en el gabinete presidencial en un Gobierno que se ha propuesto, y que está llevando a cabo, una transformación profunda de las estructuras de injusticia, exclusión e inequidad que han dominado en forma secular a la sociedad ecuatoriana.


Me he forjado en la izquierda honesta, en el campo académico e intelectual, pero también en la de base popular, no he venido de “palanquearme un puestito” sino que he estado dispuesta a ofrecer cuanto de bagaje traía en mi hoja de vida que ha sido cristalina y comprometida, como dirigente femenina, como militante de organizaciones de izquierda, como profesional, como concejala y vicealcaldesa electa por el mayoritario voto popular, como ministra en representación precisamente de organizaciones progresistas.


Pero el señor Aguilar “olvida” también que cada régimen debe ser juzgado a la luz de sus propios principios, y no de acuerdo con los supuestos “valores” del régimen que ha sido superado, esto es el de la partidocracia. El chisme y la malidiscencia, tanto como la “información” que oculta las fuentes bajo generalizaciones vagas e indecisas, fueron moneda corriente en la época en la vieja política; pero ya no tienen valor en una época que ha inaugurado el lenguaje de la verdad que se dice en forma abierta, aunque sea dolorosa. Cada una de las aseveraciones del señor Aguilar podría ser refutada puntualmente, pero hacerlo significaría caer en el mismo bajo nivel en el que parece estar muy a gusto mi supuesto censor.


No, señor Director. No son la competencia insana, ni la rivalidad, ni el golpe bajo al compañero lo que el Gobierno de la Revolución Ciudadana utiliza como armas de un torvo arsenal para la lucha política. Todo lo contrario: son el trabajo solidario y complementario, en equipo y lejos de la vieja política, no he desplazado a nadie, he tomado la posta y he respetado el accionar en cada cartera de estado trazada por el Presidente Rafael Correa Delgado, a quien orgullosamente debo lealtad y admiración por su liderazgo excepcional al frente de este proyecto de cambio.


En el Ministerio Coordinador de Patrimonio lo hice con gran convicción por la cultura milenaria y la identidad del país. En la Secretaría de Pueblos mi vocación por la interculturalidad, los movimientos y organizaciones sociales -ya demostrada en mis roles anteriores- hizo que mi función sea compatible con ese Ministerio. En el Ministerio de Coordinación de la Política, precisamente estoy ejerciendo el rol político de conciliar, sumar, integrar, difundir, incluir, respetar y exponenciar el rol de una nueva política hacia el bien común, no para el poder de dominación sobre otros.... No son mis tareas eslabones para “trepar”, mis funciones han sido compatibles con cada esencia de las respectivas carteras desde donde he servido.


Atribuirme conductas desleales y supuestamente perjudiciales para quien ha sido un respetado y apreciado compañero permanente en el esfuerzo común de transformar el país, como es Ricardo Patiño, aparte de significar la atribución de antivalores que pertenecen al pasado, significan poner en duda mi dignidad de mujer y de ciudadana comprometida. Las numerosas mujeres que orgullosamente hacemos parte del gabinete del Presidente Correa, lo hacemos gracias a su profunda convicción por la igualdad de oportunidades para hombres y mujeres, a su confianza en nuestras capacidades y a nuestras trayectorias de servicio y profesionalismo.


Por otra parte, el señor Aguilar renuncia al uso de la razón porque no presenta un solo argumento en contra de nada ni a favor de nada: se limita a destilar insidia para crear dudas y echar sombras sobre una acción limpia y transparente, individual y colectiva de nuestro equipo de gobierno. (Para muestra un botón: su ridícula afirmación de que abrí un despacho en Carondelet, cuando los hechos son totalmente al revés: cedí dicho despacho que recibí del Ministro Patiño a Gustavo Jalkh, pues gestioné un local en La Ronda para funcionamiento del Ministerio!). Se limita a echar a rodar murmuraciones con el innoble intento de sembrar la desconfianza, la división, el recelo, entre quienes estamos mucho más allá de la disputa por cargos, porque nuestra condición de militantes revolucionarios nos ha enseñado que el servicio a las causas colectivas es siempre importante, al margen de los puestos que en cada caso nos corresponda ocupar.


Jamás el Sr. Aguilar ha solicitado una entrevista conmigo, no se dio el trabajo de conocer mi punto de vista, ni siquiera mi hoja de vida, privando así a los lectores de su Diario de contar con una perspectiva equilibrada y una información veraz y verificada conforme señala la Constitución, en la mencionada crónica.


Señor Director, la política no se beneficia con textos como el que ha publicado el diario del cual es usted responsable. Lo que hace el señor Aguilar no es elevar el nivel de la política, y por lo tanto, no es servir al país ni a la sociedad ecuatoriana, y sus expresiones parecerían un “regalo” de mal gusto para las mujeres ecuatorianas, en este mes de marzo en el que justamente cumplimos 100 años de homenaje a la lucha de las mujeres por su pleno reconocimiento.


Debe recordar, aunque le cueste mucho esfuerzo, que una democracia verdadera garantiza en forma irrestricta las libertades ciudadanas, pero no puede, en modo alguno, garantizar la supuesta “libertad” de injuriar o calumniar. (Ministerio Coordinador de la Política)

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