martes, 29 de marzo de 2011

Alberto Acosta ratifica que el Presidente de la República advirtió a sus ministros no recibir a Fabricio Correa

***SNN

Alberto Acosta se desempeñó como ministro de Energía del actual Gobierno / Foto: Archivo Andes


Por Andrés Reliche C.
Quito, 29 mar (Andes).- El ex ministro de Energía y ex presidente de la Asamblea Constituyente, Alberto Acosta, recordó que el presidente de la República, Rafael Correa, advirtió a sus ministros que no reciban a su hermano Fabricio ya que no era tolerable que éste suscriba contratos con el Estado.


En declaraciones a ANDES, Acosta indicó que el presidente Correa “fue muy categórico” y en una sesión de gabinete dijo a sus ministros que su hermano tenía intereses comerciales y que por eso no convenía que se lo reciba en los distintos ministerios.


“El presidente de la República fue muy categórico en una sesión de gabinete y dijo que no se reciba a su hermano porque no se podía tolerar que haga negocios con el Estado, lo que me sorprende es que lo hizo. Fue una reunión de gabinete, tiene que haber sido en los primeros meses de gestión del presidente Correa. Recuerde que el Gobierno empieza el 15 de enero y yo salgo del Gobierno para ir de candidato a la Asamblea (Constituyente), el día 14 de junio (de 2007)”, reveló Acosta.


El ex ministro, quien actualmente se desempeña como catedrático de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), reiteró que el Primer Mandatario siempre quiso limitar el acceso de su hermano a las dependencias estatales.


“Sí, así es. (El presidente Correa) dijo que no (se lo reciba), que su hermano tenía otros intereses, intereses comerciales y que por eso no convenía que se le reciba en los distintos ministerios, acotó.


El presidente tiene la atribución de convocar la Consulta


Durante el diálogo con la Agencia Pública de Noticias ANDES, Acosta se refirió también a la Consulta Popular convocada por el presidente de la República, Rafael Correa, a la cual el ex integrante del Gobierno se opone por considerar que la propuesta gubernamental contiene enmiendas a la Constitución. Sin embargo, el catedrático reconoce la atribución que tiene el mandatario para impulsar el mecanismo de participación directa.


¿El presidente reivindica la confianza en él para que el pueblo apoye la consulta, cuál es el principal argumento que tienen quienes se oponen a la misma?


El tema no es confiar en las personas sino confiar en las instituciones. Hay que confiar en la democracia ecuatoriana, en lo que manda la Constitución y hay que confiar en la potencialidad democrática de una consulta popular. Por eso yo rescato la atribución del presidente de la República a convocar a consulta popular y a referéndum, eso está claramente establecido en la Constitución, artículo 104, 147 y 441. Yo rescato y defiendo el derecho del pueblo a participar directamente en la resolución de los problemas nacionales, eso está establecido en el inciso segundo del primer artículo de la Constitución, donde dice que la soberanía radica en el pueblo, pero dice que el pueblo la ejercerá de acuerdo a las normas, instituciones y prácticas establecidas en la Constitución.


¿Una vez convocado el proceso y ya en marcha cómo se va a orientar a la población de parte de quienes se oponen a la consulta?


Yo no me opongo a la Consulta, yo apoyo la Consulta, lo que me opongo son a algunas preguntas de la consulta. Eso tiene que quedar muy claro porque no se puede aquí manipular y decir que estamos en contra de la Consulta y el derecho del pueblo a pronunciarse. Lo que yo sí creo es que hay algunas de esas preguntas no son convenientes.


Las tres preguntas que debemos hacernos para abordar el cuestionario del referéndum y de la consulta es si con esas preguntas se va resolver el tema de la inseguridad, de la injusticia y de la inequidad. En el ámbito de la inseguridad creo que no. Las preguntas uno y dos son represivas, buscan una salida que es propia de los socialcristianos (partido de extrema derecha) y no creo que sea la solución. En lugar de represión se requiere prevención social, redistribución de la riqueza, educación, generación de empleo de calidad y de cantidad. Entonces no creo que (con la Consulta) se van a resolver los problemas.


En el ámbito de la justicia tampoco van a dar una respuesta adecuada estas preguntas porque concentran el poder en el Ejecutivo, golpean la independencia y autonomía de las funciones, debilitan la Función judicial y a la Función de Transparencia y Control Social y están debilitando también la participación de la ciudadanía en la selección, el escogitamiento directo de jueces y juezas y en el nombramiento de los miembros del Consejo de la Judicatura.


Los ciudadanos y ciudadanas podríamos, si gana el No, ser miembros del Consejo de la Judicatura. Y aquí un asunto que está claro: no es que la Constitución ha fallado, no quieren aplicar la Constitución y eso también es lo que queremos nosotros, obligar a que se haga.


¿No es un fetichismo, como dice el Presidente?


Ningún fetichismo. La Constitución se la puede reformar, se la puede enmendar, se la puede cambiar, pero este rato no estamos cambiando la Constitución porque no ha funcionado, sino porque no quieren aplicar la Constitución.


Si bien dice que son ciertas preguntas a las que se opone, al pronunciarse en contra de algunos aspectos de la consulta, no teme que lo encasillen con el sector de la oposición recalcitrante de un Gobierno del que usted formó parte?


De ninguna manera, yo tengo mi posición y me importa muy poco lo que vayan a decir de mí. Yo sé lo que quiero y a donde voy, entonces, en ese sentido no estoy pensando en el qué dirán. Además mi posición es muy clara: mi No no es un No al Gobierno del presidente Correa, no es un No a la Constitución, no es un No al proceso histórico que está en marcha, y que continuará después del presidentes Correa y que empezó antes que el presidente Correa, mi No no es el No de la derecha oligárquica, no es un No destructor, es un No positivo que lo que quiere es que se cumpla y que se aplique la Constitución.


El presidente en algunas entrevistas radiales la semana pasada dijo que valora de usted la honestidad, pese a no coincidir en algunas cosas, usted qué piensa del presidente Correa?


Tengo un concepto de una persona capaz, honesta, con pasión por la patria que lamentablemente está cada vez más aislado, humanamente, y que por eso, creo yo, está aplicando políticas cada vez más autoritarias e intolerantes que es lo que hay que corregir este rato.

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