Christian Flores / Lissette Condo | EXPRESO
Crisis. Comerciantes y consumidores se quejan del incremento en los precios de los alimentos de primera necesidad. Algunos productos aumentaron hasta un 110 por ciento.
El precio de los víveres sigue en alza. Ayer, en la plaza central de Guayaquil, la libra de arroz que antes costaba $ 0,25 se cotizó en 35 o 40 centavos, mientras que la cebolla colorada y la papa tuvieron un incremento de 5 centavos: pasaron a 30 a 35 centavos, respectivamente.
Otros productos como el tomatillo, cuyas 25 unidades hace unas semanas estaban en $ 1,50 se incrementaron hasta en un 110%. Ahora se las encuentra en 3 y 4 dólares. Similar situación a la del ajo, que pasó de 1 a 2 dólares la libra.
María Carrasco, vendedora del centro de abastos, aseguró que la sequía ha ido afectando los precios de manera paulatina hasta dejarlos como ahora. Pese a ello también reconoció que la especulación de los mayoristas es parte del problema. “No todos los productos están en etapa de cosecha y muchas veces nos venden a precios elevados”, manifestó.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), el Índice de Precios al Productor (IPP) del mes pasado subió un 1,59% con respecto al mes anterior. Si el mismo índice se relaciona con febrero de 2010 la variación es mayor, pues los precios al productor de bienes se incrementaron en 6,57%.
En lo que va del año, los precios señalados aumentaron en 2,66%.
El IPP es un indicador de alerta a la inflación que -según el INEC- mide la evolución de los precios de los bienes producidos para el mercado interno y la exportación.
En el mercado de Sauces 6, los 25 limones pasaron de costar $ 1 a $ 1,50; la naranja, en la misma cantidad, se duplicó: antes su valor era de $ 1,50 y ahora $ 3. Una sandía se vendía a $ 2 o $ 2,50, dependiendo del tamaño, mientras que un atado de tres piñas medianas pasó a costar $ 2,50, esto es, 1 dólar más que semanas atrás.
Cristina Ortega, una ama de casa, manifestó que se multiplicó la cantidad de dinero requerida para adquirir alimentos en el mercado. Lo que antes alcanzaba para la semana ahora se consume en menor lapso de tiempo. “Con 50 dólares compraba para casi toda la semana, ahora con eso no me alcanza ni para 4 días. La funda la llevo casi vacía”, sostuvo.
En cárnicos, a diferencia de las verduras, frutas y hortalizas, la libra de res y el pollo mantuvieron su precio regular. El primero se cotizó en $ 2,20, y el segundo en $ 2. Situación diferente a la del pescado, que por la temporada los vendedores lo expendían hasta en $ 4 la libra.
“Este producto es muy variable, pues depende del tipo de pescado que requiera el consumidor. Por ejemplo, el dorado está caro porque es escaso, debido al fenómeno La Niña. Sin embargo, hay otras alternativas como la carita”, dijo el comerciante Marcos Caicedo.
Varían precios de la canasta familiar
La variación mensual del Índice de Precios al Consumidor en febrero fue 0,55%, valor superior al mismo período de 2010 (0,34%). Pan corriente, aceite vegetal, naranja, tomate de árbol, azúcar refinada, camarones, pescado fresco, cebolla paiteña, carne de res sin hueso y avena son los artículos que han contribuido en mayor medida a que el índice general de precios aumente, pues representan el 48,49%. Los agricultores y el ministro no hallaron una solución ayer
Los productores de los sectores agrícola y ganadero buscaron ayer, por medio del diálogo, una solución a la crisis que ha ocasionado la sequía. La Subsecretaría del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap) fue el lugar de encuentro, en donde representantes de Loja, Guayas, Santa Elena y Los Ríos, provincias más perjudicadas, se declararon en estado de excepción.
Jorge Toapanta, Raúl Lara, Kléber Navarro, Humberto Lara y Armando Serrano, representantes bananeros de Quevedo, La Maná y Machala asistieron al mediodía para buscar un acuerdo con el ministro Miguel Carvajal. “No llueve y ha bajado nuestra producción, tenemos que gastar más en combustible y la caja ha subido 15 centavos”, explica Toapanta, secretario de la Asociación de Bananeros Orenses (ABO).
Otro sector que se declara en estado de emergencia es el ganadero. “Las reses no tienen qué comer porque el pasto está seco. Deben dar un racimo de banano para contrarrestar esta falta de alimento”.
Las propuestas iban y venían. Una de ellas por parte del Gobierno: comprar 200 mil cajas de banano semanales en El Oro para entregárselas a los criadores afectados en la provincia de Loja. “Nada es concreto”, enfatizaron. El precio oficial de la fruta se mantendrá en los $ 5,50, pero -dicen-, se les paga menos.
El costo de producción ha subido un 15% por falta del agua. Los bananeros tienen que prender más seguido las bombas del agua para regar, lo que genera más gasto.
El presidente de la Cámara de Agricultura, Luis Salvador, afirma que el arroz no subirá de precio y el quintal se mantendrá en $ 28. “El Ministerio de Agricultura tiene en bodega más de 100 mil toneladas que deben utilizarse para el mercado interno. El Gobierno no va a exportarlas y luego importar. Es imposible”, resalta el funcionario. Además invita a sus compañeros a no caer en la trampa de los vendedores o intermediarios, que crean pánico para subir el costo del saco.
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