Emergencia por derrame de combustible en La Concordia

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Noticia Diario Centro | Santo Domingo


Imagen de archivo


Se declaró en emergencia la zona del derrame de combustible suscitada en el recinto El Rosario, de La Concordia, a fin de acelerar los procesos de remediación ambiental.


Pese a ello, Armando Ruiz, coordinador de Mitigación y Remediación Ambiental de Petroecuador, ayer, en rueda de prensa, anunció que tardarán, aproximadamente, dos años en remediar los daños ambientales ocasionados en El Rosario, por el derrame de diesel del poliducto que cruza por dicho sector y que afectó el agua de consumo humano.


Ruiz, junto a Danilo Vacancela, Superintendente de Poliductos, a nivel nacional, aseguraron que al detectar el derrame iniciaron una fase de control, con la recuperación del combustible.


De igual manera, los técnicos de Petroecuador, dijeron que empezaron los estudios para determinar los efectos y los procedimientos a seguir para la remediación. Sin embargo, todos estos procesos durarán alrededor de dos años.


Los técnicos dijeron que el problema sólo afecta a unas nueve familias que utilizan unos siete pozos para abastecerse de agua. Descartando que el río Cucachara esté afectado.


Zonas afectadas. Dicho criterio contradice con lo verificado por varios representantes de diferentes medios de comunicación, quienes se trasladaron hasta el recinto El Rosario, ubicado en el kilómetro 32 de la vía Santo Domingo– Quinindé.


Allí se verificó, a más de los pozos contaminados, la existencia de combustible en varias vertientes de agua que desembocan en el río Cucaracha, donde, precisamente en ese instante, una mujer lavaba la ropa de su familia.


Fueron varios los puntos en los que se visualizaron vertientes afectadas por el diesel. También se observó a técnicos de Petroecuador trabajando en el lugar, pero ello no convence a Ángela Ontaneda, una de las personas más afectadas por el derrame.


Ontaneda sufre al pensar que sus cultivos se vean afectados, ya que ellos son el sustento de su familia y la única garantía que tiene ante los bancos para créditos que les permitan seguir trabajando.