***SNN
Hugo Tobar Vega, profesor de matemáticas en la Espol
Diario Expreso.- Mediante la construcción de una red ferroviaria multimodal que conecte los puertos en todos los continentes y que corra a altas velocidades.
Tren multimodal requiere un túnel por debajo del mar Es tal vez el único ecuatoriano que ha tenido como profesor a Irving Kaplan, el famoso físico fundador del departamento de ingeniería nuclear del instituto MIT de Massachusetts, además de miembro del Proyecto Manhattan, para el desarrollo de la primera bomba atómica durante la Segunda Guerra.
A sus 72 años, Hugo Tobar Vega, profesor de la Escuela Politécnica del Litoral (Espol) de Guayaquil, experto en física nuclear y transporte marítimo internacional, dice tener una idea que, aunque loca, algunos califican de visionaria: un tren multimodal de carga a alta velocidad que una al planeta.
¿Una idea descabellada? Tobar, un latacungueño residente en Guayaquil desde hace muchos años y autor de 40 libros, responde con una sonrisa en la comisura de sus labios: “en lo absoluto”.
Según él, para el 2012 entrará a operar una embarcación con 30 metros de calado y una capacidad para transportar ¡22 mil contenedores!
Si esta va a ser la tendencia en el transporte marítimo, advierte, no habrá muchos puertos en el mundo capaces de acoderarlo, excepto algunos en la China y Estados Unidos.
Será, en la práctica, la muerte de los pequeños muelles, como los ecuatorianos y la mayoría de los latinoamericanos, sostiene. “Imagínese, para descargar un buque de esos se necesitarán unos 22 mil camiones”. ¡Una locura!
Su proyecto, en realidad, no es novedoso. A comienzos del siglo XX, en 1906, el zar Nicolás II de Rusia (1868 - 1918), presentó la idea de unir al continente americano con Asia a través de un puente por el estrecho de Bering.
La materialización de la idea fracasó por los vientos de guerra que acabaron en la Revolución Rusa de 1917.
Sin embargo, un siglo después, en el 2007, el presidente Vladimir Putin, le propuso a su par de los Estados Unidos crear una red ferroviaria mundial que facilite el comercio global.
Para ello -sostiene Tobar- se requiere construir un túnel en el Estrecho de Bering, de 84,7 kilómetros de largo y una profundidad de 30 a 50 metros.
“De llegar a construirse, sería uno de los logros más importantes para la humanidad, porque conectaría vía terrestre a todo el planeta: desde Chile hasta Sudáfrica”.
Para el ingeniero Tobar -padre de Michael Tobar, asesor de la Agencia Espacial Francesa, elegido el año pasado científico joven del año en el mundo-, todo es cuestión de voluntad política de los gobiernos.
¿Por qué? Sería necesario crear una red estándar de rieles. De hecho, Tobar viajó hace dos años por varios países de Asia y Europa, para informarse de la situación de las vías férreas y exponer sus ideas ante auditorios universitarios.
“Mientras las vías ferroviarias inglesas tienen 5 pies y 5 pulgadas de ancho”, sostiene, “las rusas son de 6 pies, lo que las hace incompatibles”.
“El año pasado -dice Tobar, quien domina el cálculo desde los 12 años de edad-, tuve que esperar ocho horas en una estación China: las vías férreas entre Rusia y este país tampoco son estándar”.
De ahí que aclare que para poner a rodar la red ferroviaria mundial, es necesario que todos los países tengan una medida estándar. Cada ferrocarril debe tener un ancho de ruedas modelo de 4 pies y 5 pulgadas.
Por este motivo, le propuso a la Organización de Naciones Unidas crear un organismo capaz de regular el transporte de trenes en el mundo, al cual ha bautizado Autoridad de Transporte Ferroviario Mundial (ATFM).
Esa, aclara, sería la única alternativa que tienen las naciones para crear un comercio mucho más ágil que el de los buques con capacidad para 22 mil contenedores. “Es necesario crear convenios que faciliten su ejecución”, precisa.
Actualmente, el único tropiezo real es el túnel en el estrecho de Bering. Sin embargo, hay indicios de querer hacerlo: es cuestión de poner de acuerdo a los gobiernos de Estados Unidos y de Rusia.
Los trenes deberán ser de alta velocidad: de 200 a 300 km por hora y provistos de energía eléctrica proveniente de plantas nucleares. La escasez de las reservas de petróleo en los próximos años así lo demandan.
La propuesta, señala, resulta ecológica, de acuerdo a los tiempos: no va a ser necesario quemar combustible fósil, que ha llevado al planeta al calentamiento global.
¿Será posible? “Yo creo que sí”, responde Tobar. “Quizás no lo vea, porque cuando se dé el visto bueno tardaría unos 17 años en estar listo, pero será útil a la humanidad”.
Su loca propuesta, que ya ha expuesto en 15 universidades de Europa y Asia, está plasmada en el libro “World Seaborne Trade and Transport Systems - Facts and Challenges”, un trabajo de 13 años que presentará en septiembre próximo en el MIT, donde estudió ingeniería nuclear y de la que lleva a todas partes su anillo de graduado.
Ing. Tobar que grato es poder saber de usted. mi gran mentor, profesionalmente hablando. Saludos.
ResponderEliminar