La primera mujer GIR en el país es Ríosense; del cantón Valencia

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EXPRESO | Marieta Campaña Villacís

Curso avanzado de especialización
 De secretaria del Grupo de Intervención y Rescate ahora es una cabo que está lista para proteger dignatarios después de recibir la capacitación.


Foto: Carlos Silva/Expreso

Capacitación. Mariela Bautista, de 34 años, pasó de secretaria del Grupo de Intervención y Rescate a ser la primera mujer entrenada para salvaguardar la vida de un funcionario. Foto: Carlos Silva/Expreso


prácticas. Ejercicios de tiro formaron parte de la preparación recibida por Los gendarmes. En el polígono de tiro de la Unidad, los uniformados demostraron cómo harán la protección.


Mariela Bautista se acercó a su instructor. La escoltaban dos policías. Uno de ellos pidió permiso a su superior y lo obtuvo. Los tres dieron media vuelta. Con paso presuroso, Mariela y su copiloto ingresaron al auto que los esperaba encendido.


Ella cogió el volante y aceleró. En el horizonte la esperaban unos conos que simulaban un peligro. Frenó a raya y aceleró en retro con la misma velocidad. El humo de los neumáticos dio a la escena un aire cinematográfico.


Y como en las películas, el auto dio un giro de 180 grados y salió de la escena. Esta maniobra, que duró 20 segundos, la Jota -la llaman los expertos-, es parte de la conducción a la defensiva destinada a proteger dignatarios. Era miércoles 16, 11:00. El fin del ejercicio era evadir peligros, reales o imaginarios, en caso de un atentado. Su tarea en adelante es proteger con su vida la de sus protegidos.


Mariela Bautista lucía tranquila y segura, hierática como una i, el pelo recogido y con la frente en alto. Vestía un uniforme de camuflaje, como sus 500 compañeros. Todos llegaron al patio de ceremonias del Grupo de Intervención y Rescate (GIR), en Pusuquí, noroccidente de Quito, en una mañana soleada.


En su mayoría eran alumnos de la Escuela Superior de Policía y estudiantes en derechos humanos invitados a las maniobras para proteger a dignatarios. Los actores eran 21 agentes del GIR, asignados a Guayaquil, Quito y Manta. Su formación se inició un mes atrás con clases de primeros auxilios, defensa personal, derechos humanos, preparación física, manejo defensivo, natación utilitaria, supervivencia policial y técnicas de tiro.


Este miércoles Mariela y sus 20 compañeros aterrizaron en la realidad. Ante sus instructores y los invitados que colmaron las graderíos, tuvieron que mostrar que eran capaces de que el dignatario o VIP, como ellos lo llaman, confiado a su protección, saliera ileso de cualquier atentado. Cuatro ejercicios hicieron entre los 21.


Desde un costado de los graderíos Mariela miró el ejercicio de cinco de sus compañeros que ingresaron en dos vehículos para proteger un blanco que en este caso actuaba como funcionaria. Bajaron de los carros.


Un GIR se colocó cerca de la protegida, dos atrás y dos adelante. La funcionaria saludó y, de repente, alguien quiso atentar contra ella. Los hombres de negro la rodearon con pistola en mano y en un gesto, que para entenderlo tocaría repasarlo en cámara lenta, la embarcaron en el carro y con el chirrido de las llantas desaparecieron.


El segundo equipo ya está sobre los labrados negros impregnados en esta pista de unos cien metros. Su misión es abandonar con vida el lugar donde se produjo un atentado que hirió a su protegido. Seis GIR intervienen en el tercer ejercicio en el cual la estrella es una bomba que explota, de pronto, frente al vehículo del protegido. Esto es un preludio a la intervención de Mariela Bautista, quien será la más aplaudida en esta mañana que no olvidará.


“Y para todos aquellos que pensábamos que la cabo Bautista era la secretaria del GIR, observen lo que esa secretaria hace”. El subteniente Lenin Torres, oficial encargado del curso de especialización y de transmitir las técnicas de protección que aprendió en Francia, no oculta su satisfacción. Su pupila pasó la prueba en conducción de evasión a la defensiva, leyes físicas, dominio del vehículo, paso de conos y frenadas de emergencia.


Los aplausos para Mariela fueron prolongados y sonoros. Una forma para esos hombres de negro de recibir en sus filas, por primera vez, a una mujer. Para ella, en cambio, no es novedad estar en esa institución. Su hermana, su tío y un primo portaron el uniforme antes que ella.


Mariela Bautista ingresó a la institución hace 11 años cuando se trasladó desde Valencia, en la provincia de Los Ríos, hasta Quito. Diez años estuvo en el GIR en tareas administrativas. Fue secretaria de los comandantes de la Unidad. Hoy tiene 34 años y es cabo.


Es madre soltera con un hijo de cuatro años. Sus dos padres, dos hermanas, un hermano y varios sobrinos completan su familia. Vive en el sur de Quito, cerca de su hermana Miosota, que tiene 45 años y dos hijas. Miosota cuida del pequeño Andrés desde antes de las seis de la mañana hasta 18:30. Esa rutina es diaria.


Nada en la historia de Mariela Bautista hacía pensar a su hermana Miosota que iba a ser parte de un grupo élite de la Policía. Si se destapa el baúl de las nostalgias, ella la recuerda como una niña frágil y delicada, consentida por todos y que era la luz de los ojos de su padre.


“Bajaba del bus que la llevaba de la escuela a la casa en el barrio Nueva Unión de la entonces parroquia Valencia, ahora cantón, siempre con dos estrellas en la frente”. Eran sus trofeos, logrados en la escuela, por ser una buena estudiante.


Esa mística la mantiene. Para ser parte de los 21 agentes escogidos para el curso sorteó pruebas físicas, psicológicas y de destreza. Además, fue eficiente, ordenada y disciplinada. Sus compañeros destacan igualmente su sonrisa y buen humor. En los 31 días del curso no se dio tregua. Los primeros días fueron extenuantes, pero cuando agarró el ritmo no sintió diferencia alguna con sus compañeros.


Ni ella misma lo podía creer cuando se presentó ante el subteniente Torres para reportar misión cumplida. Además de las maniobras Mariela y sus compañeros descubrieron un mecanismo para meterse de lleno en la tarea: leyeron La noticia de un secuestro de Gabriel García Márquez, motivados por el subteniente Torres. Ella lo hizo como parte de esa autopreparación que destaca en ella el comandante del GIR, Lenin Bolaños.


Ese fue uno de los motivos por los cuales él le dio la oportunidad. Ahora ella es una profesional lista para hacerse cargo de la seguridad de autoridades, sobre todo femeninas por la confianza que suscita.


Hasta tanto, Mariela Bautista seguirá organizando la agenda, el cronograma de trabajo del comandante Lenin Bolaños, recibiendo y despachando documentación, pero con un añadido: es la primera mujer GIR del país.


Presidentes recibieron protección del Grupo
El servicio de Protección de Dignatarios del Grupo de Intervención y Rescate (GIR) tiene planes y medidas para anticipar, prevenir o limitar cualquier acción que pueda poner en peligro la vida de un dignatario bajo su responsabilidad.


Para los agentes, la protección de un dignatario es una actividad peligrosa y delicada, porque en sus manos está la vida de una persona que posiblemente tenga enemigos. Eso lo hace vulnerable.


Esta situación los obliga a estar atentos y tener un plan adecuado de protección. Cuando sus agentes culminaron dos cursos de Fuerzas Especiales en 1977 y 1979, la mayoría de quienes recibieron capacitación fue asignada a la seguridad presidencial y de varios ministros.


Los hombres GIR han brindado protección a presidentes del Ecuador y de otros países. También brindaron seguridad en el 2004, en el certamen de Miss Universo en Quito.


La seguridad del VIP es el eje de la protección
En los cursos que reciben los policías destinados a la protección de dignatarios es esencial la organización de un dispositivo de seguridad.


Esta tarea involucra la conformación del grupo de protección, los planes, puestos y perímetros concéntricos de seguridad.


En la seguridad inmediata interviene un jefe de equipo y agentes a su cargo, las responsabilidades de cada uno y la reacción de los agentes ante un ataque.


La seguridad avanzada da cuenta del establecimiento de planes, informes de rutas y avanzada.


En el manejo de caravanas se observa la conducción de evasión a la defensiva, leyes físicas, dominio de vehículos. Mientras que en las técnicas de seguridad se busca la evacuación del VIP en ataques y zonas de peligro a pie, entre otras.