LAS VENTAS AL ALZA ¿Y LA PRODUCCIÓN?

***SNN
Opinión - Walter O. Andrade Castro

Los distribuidores de vehículos están felices. Según información dada a conocer la semana anterior, es posible que al término de este año, es decir a diciembre 31, el total de unidades vendidas ascienda a 120 mil, lo que establecería un nuevo récord para el sector.


Por eso es que en casi todas las ciudades del país, la congestión vehicular es sencillamente asfixiante. Pero los alegres no serán tan sólo ellos: las compañías de telefonía celular, con la excepción de Alegro, también tendrán razones para celebrar el 2010.

Las líneas telefónicas vendidas ya superan, como sucede en los países que gozan de una economía robusta, desarrollada, el número de habitantes del país. Los centros comerciales, por su parte, lucen llenos casi todos, se vende de todo y es más: se planifica en unos casos y se está iniciando en otros, nuevas catedrales del consumo en las ciudades más importantes del país. Hace poco se inauguró el más grande del país: el Quicentro Sur


Los economistas más conspicuos dicen que este ritmo de compras se apoya en el gasto público el que a su vez recurre a nuevos endeudamientos lo que no será sostenible en el tiempo. Pero lo grave quizás no sea el gasto - claro que el improductivo importa mucho - y en último término, quizás ni los préstamos de China, el prestamista del país. Lo que preocupa, de acuerdo a los expertos, es que la capacidad productiva nacional no se ha ampliado a pesar de la liquidez que ha gozado el país en los últimos años. En otras palabras: el dinero que ha existido en la economía ha servido básicamente para que la gente compre más pero eso sí, bienes importados, lo que quiere decir que el dinero de los ecuatorianos se ha ido al exterior por lo que el empleo en el país no ha crecido. No se ha fortalecido, al menos como debiera, el sector productivo nacional. Las cifras lo dicen: en agosto el déficit comercial fue de quinientos ochenta millones de dólares.


¿Cuál hubiese sido el escenario deseable? Bueno, en un ambiente de dinero abundante por un precio de petróleo elevado, quizás lo principal hubiese sido ampliar a ultranza la capacidad productiva nacional sin descuidar la obra del gobierno en los diferentes frentes. En este sentido, la intención del gobierno de inyectar a la banca pública recursos para que asista financieramente a los empresarios interesados está muy bien. Pero el tema es que para invertir se necesita algo más que dinero. Se requiere confianza en el hoy y en el mañana. Y esto hay que trabajar bastante.
Fuente: EL DIARIO