domingo, 22 de agosto de 2010

La única mujer piloto de la Policía

***SNN
EXPRESO

Foto: Jonathan Miranda / Expreso
Aeronave. La instrucción para aprender a volar helicóptero es realizada en un Robinson 44, de la Policía Nacional.

La subteniente es de Quito, pero mientras dura la transición reside en Guayaquil.

La subteniente María Elena Cárdenas destaca en un campo que era solo de hombres
Tiene 24 años y es la única mujer piloto de la Policía.

La oficial lleva 6 años en la institución y desea que las mujeres en la Policía rompan barreras.

Sin complejos, se rapó la cabeza como ‘bautizo’ por el primer vuelo sola

Subt. María Elena Cárdenas
Piloto Foto: Jonathan Miranda / Expreso

Oficial. A sus 24 años, María Elena Cárdenas tiene licencia de piloto privado.

Debe cumplir 30 horas de instrucción para empezar a guiar helicópteros.


Foto: Expreso
Personal. Esta rama policial tiene 2 mujeres en todo el país: una piloto y una mecánica. Los otros 73 miembros son hombres. Ellas se han ganado el respeto de sus compañeros.

Aunque tiene más de 62 horas de vuelo, María Elena Cárdenas Zambrano no olvida la primera vez que estuvo sola al mando de una avioneta Cessna 172, en la que aprendió a volar. “Usted se siente en el aire y comprende que toda la responsabilidad de llegar con vida a tierra, está en sus manos”.

Fue en agosto de 2009. Despegó desde la sede de la Policía Aeropolicial de Guayaquil, situada en la ciudadela Santa Leonor, junto a la pista del aeropuerto José Joaquín de Olmedo. Tras sobrevolar la ciudad por 15 minutos, regresó al punto de partida.

Al aterrizar y descender de la aeronave, la adrenalina estaba al máximo. Tanto, que no le importó el “bautizo” que le impusieron sus compañeros de la Aeropolicial, el mismo que le hacen a todos los policías que realizan su primer vuelo: raparle la cabeza.

En su caso, no hubo miramientos por el hecho de ser mujer. Era una tradición y debía cumplirla. Ella aceptó la iniciación rebosante de alegría, pues fue una forma de darle la bienvenida a un grupo que, hasta ese momento, era exclusivamente de hombres.

Con su vuelo y sin cabello, aquel día la eufórica María Elena partió en dos la historia de la Policía Nacional en Ecuador. La joven de 24 años -sencilla, bella y amable- ostenta el grado de subteniente desde el 2007, y es la única mujer piloto de la Aeropolicial en el país.

La oficial es una de las dos féminas que pertenecen a esta rama de la Policía que en Ecuador cuenta con 95 efectivos (25 pilotos y 70 mecánicos). La otra integrante está en Quito y labora como aerotécnica, encargada de la parte mecánica de las aeronaves. Actualmente, una tercera realiza el curso para ingresar a esta dependencia policial.

María Elena es quiteña. Estudió en el colegio Simón Bolívar de la capital. Ya graduada en 2004, ingresó a la Escuela Superior de la Policía Alberto Enríquez Gallo, en Pusuquí (Pichincha). Recuerda que salió como cadete: “Mi primer paso fue al regimiento Quito, estuve en Migración e ingresé al curso de la Aeropolicial”.

Dentro del grupo con el que presentó las pruebas había otras 4 mujeres, pero solo ella pasó. “Fueron exámenes psicológicos, psicotécnicos y médicos”.

La instrucción en el manejo de avioneta la cumplió en la empresa Ícaro, en Quito, donde obtuvo la licencia como piloto privado en ala fija (avión). El curso duró 9 meses y fueron 40 horas de vuelo para sacar el título. “Cuando usted lleva 15 horas, el instructor decide si está listo para volar solo. Es una experiencia lindísima”.

En la actualidad, la oficial se encuentra en Guayaquil haciendo la transición para ala rotatoria (helicóptero) en un Robinson 44. Junto a ella realizan el mismo trámite un teniente y un subteniente. Su supervisor, el mayor Paúl Villagrán, la acompaña en los sobrevuelos. En su compañía, ha participado en patrullajes y operativos.

¿De dónde surgió la inquietud por volar? “Mi hermano Daniel Cárdenas es piloto comercial. De ahí parte la iniciativa, pues yo tenía un poco de conocimiento. La Policía me dio la oportunidad, me presenté a las pruebas, hice el curso y aprobé. Fue una gran responsabilidad porque de mí iba a depender que otras mujeres, que tienen el mismo gusto, pudieran entrar al servicio”.

María Elena es la segunda de cuatro hermanos. Su decisión de pertenecer a la Policía causó conmoción entre la familia, pues la habían educado en colegios femeninos. Entre risas comenta que “el susto de mi papi era que iban a haber muchos hombres”. Ellos siempre la han apoyado en los buenos y malos momentos.

Es que no todo ha sido “color de rosa”. En el proceso para convertirse en la primera mujer piloto de la Policía han existido instantes duros, en los que la oficial creyó que no sería capaz de vencer el reto. “Cuando tuve que volar sola, al principio sentí que no podría. Pero con el respaldo de mis compañeros, de mis instructores, logré salir adelante”. Según ella, con las horas de experiencia el piloto va adquiriendo habilidad y es más fácil dominar la técnica.

Sin embargo, reconoce que es más complicado manejar el helicóptero que la avioneta, debido a que el primero requiere mantener más estabilidad, por lo que es más agotador. “En la avioneta, cuando estás volando, es más tranquilo, pues la aeronave se mantiene casi sola. En cambio el helicóptero es como un péndulo, hay que estar más concentrada”.

La subteniente María Elena Cárdenas envía un mensaje a todas las mujeres del país. “Si tienen un sueño, luchen por él. Hay que meterse en la cabeza que el camino puede resultar difícil, pero las cosas logradas con esfuerzo y dedicación son las que más sirven y dan mayor satisfacción”.

Durante la instrucción para piloto de helicóptero hemos participado en operativos y prestado seguridad a traslados terrestres. Cuando trajeron a Guayaquil a los presos de la nueva cárcel, desde el aire estuvimos apoyando.

La Aeropolicial lleva 12 años surcando el cielo ecuatoriano
Durante las persecuciones, en los operativos, es común observar un helicóptero de la Policía sobrevolando el área en conflicto. Esa presencia es vital para las unidades en tierra, ya que el piloto tiene una mejor visión del terreno y puede orientar a sus compañeros diciéndoles por dónde huyó una persona o qué obstáculos pueden encontrar más adelante.

Esta labor pocas veces es reconocida. Por ello, el trabajo de la institución, pese a su importancia, generalmente pasa inadvertido. Un miembro de esta comentó que “nosotros apoyamos los procedimientos en tierra, ya sea en asuntos de narcotráfico, mantenimiento del orden (manifestaciones), eventos deportivos, situaciones en el mar o en desastres naturales.

Colaboramos con los organismos de socorro: Cruz Roja, Bomberos, CTG, Defensa Civil. Hacemos traslado de heridos, de vituallas o de autoridades”.

La entidad fue creada hace 12 años y cuenta con cuatro bases, ubicadas en Quito, Guayaquil, Santo Domingo y Cuenca. Está previsto para este año inaugurar nuevas instalaciones en las ciudades de Riobamba, Portoviejo, Shell (provincia de Pastaza) e Ibarra.

La Policía cuenta a nivel nacional con siete helicópteros y una avioneta Cessna 172, que está en el Puerto Principal. Además, la Fundación Winds of Hope donará una avioneta Cessna 206 y un helicóptero. En Guayaquil, la Aeropolicial está compuesta por 28 gendarmes: cinco pilotos y 23 clases y policías.
(JCH)

2 comentarios:

  1. SOlo los que tienen palancas, recomendados de autoridades como ministros entran ahi y se hacen pilotos!!!

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  2. Recuerdo esa frase:"Si tiene un sueño, luche por él. Recuerde el camino puede resultar difícil, pero las cosas logradas con esfuerzo y dedicación son las que más sirven y dan mayor satisfacción”. Felicitaciones ME... Att... HF

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