***SNN
EXPRESO / AFP
Foto: REUTERS
México. Imagen del rancho en el estado de Tamaulipas (norte), donde fueron encontrados los 72 cuerpos que serían de indocumentados.
Diplomáticos de Brasil, Honduras, Ecuador y El Salvador llegarán este jueves al estado mexicano de Tamaulipas (noreste) para identificar a los 72 presuntos migrantes asesinados, en una matanza que puso al descubierto el drama de la emigración hacia Estados Unidos.
La cancillería mexicana tiene la idea de "enviar el jueves agentes consulares de Brasil, Ecuador, El Salvador y Honduras" a San Fernando, donde se encuentran los cuerpos de los inmigrantes que fueron asesinados en una hacienda cercana a este poblado, dijo a la AFP Marcio Lage, cónsul general de Brasil en México.
Militares mexicanos encontraron el martes en una hacienda de San Fernando, en Tamaulipas, 72 cadáveres, 14 de ellos de mujeres, y según información oficial preliminar, serían de inmigrantes de El Salvador, Honduras, Ecuador y Brasil.
El hallazgo se derivó de un enfrentamiento el lunes con presuntos integrantes de la delincuencia organizada y del testimonio de un ecuatoriano que sobrevivió a la tragedia y se presentó en la Armada (Marina) de México para solicitar auxilio.
Entre los asesinados por lo menos cuatro eran ciudadanos brasileños, subrayó Marcio Lage, quien precisó que un cónsul de Brasil verificará este jueves en San Fernando los documentos que fueron encontrados al lado de los cadáveres. La embajada de El Salvador en México indicó de su lado que aún no tienen "un dato cierto" sobre los salvadoreños muertos. Este jueves "llegará un cónsul nuestro desde Monterrey (norte) y otro del Distrito Federal (centro)", dijo a la AFP, Hugo Carrillo, embajador de El Salvador en México.
Una fuente de la Procuraduría General (PGR, fiscalía) del estado en Tamaulipas explicó que, según la versión del ecuatoriano sobreviviente, un joven de 18 años, los secuestradores les ofrecieron trabajo como sicarios con una paga de 1.000 dólares quincenales.
Al escuchar la negativa de los indocumentados, empezaron a disparar contra ellos, añadió la fuente de la PGR citando el testimonio del que parece ser es el único testigo de la matanza.
Según esa fuente, el ecuatoriano señaló a los Zetas como responsables de la masacre.
El ecuatoriano, identificado como "Freddy", fue puesto bajo vigilancia como testigo protegido de la fiscalía.
Los gobiernos de la región condenaron este miércoles la masacre, y los países que tienen ciudadanos entre las víctimas anunciaron que colaborarán con las investigaciones.
"Eso es gravísimo y lamentable, pero la embajada y los consulados se han movilizado inmediatamente", dijo el canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, tras una reunión en Quito con su homóloga mexicana, Patricia Espinosa.
"Quiero expresar mi más enérgico repudio y rechazo (...) por estos hechos criminales, cobardes, violentos, que enlutan no solamente a las familias de los ciudadanos que fueron cobardemente asesinados, sino a todos los gobiernos y los pueblos de América Latina", dijo la canciller mexicana.
El gobierno de Estados Unidos, autoridades y entidades dedicadas a la defensa de inmigrantes, organizaciones internacionales y de derechos humanos también deploraron la matanza.
Hasta ahora se desconocen detalles sobre la tragedia, pero ésta puso al descubierto el drama de secuestro que sufren miles de migrantes que cruzan sin documentos el territorio mexicano para tratar de llegar a Estados Unidos.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos registró en 2009 la privación de la libertad de 10.000 inmigrantes indocumentados en un lapso de seis meses por parte de integrantes del cártel de los Zetas.
El estado de Tamaulipas es escenario de fuertes disputas entre el cártel narcotraficante del Golfo y sus antiguos aliados Los Zetas, liderados por soldados de élite desertores a los que las autoridades acusan de cometer distintas masacres y de perpetrar secuestros masivos de indocumentados.
La violencia desatada por el narcotráfico ha provocado más de 28.000 muertos desde finales de 2006. El gobierno de México ha movilizado a unos 50.000 militares para combatir a los cárteles.
En los últimos dos meses y medio hubo en México otros dos grandes hallazgos de cadáveres, en fosas clandestinas que las autoridades creen fueron usadas por pistoleros del narcotráfico para deshacerse de los cuerpos de enemigos. Una de ellas, fue en julio, en el estado de Nuevo León (norte).
No hay comentarios:
Publicar un comentario