EL MAL PASO DE LIGA

***SNN

 DIARIO HOY 
Publicado el 22/Diciembre/2010 | 00:08


Por: Enrique Valle Andrade
evallea@hoy.com.ec

En los últimos tres años, en el plano deportivo, le correspondió a Liga Deportiva Universitaria de Quito alcanzar la gloria. Llegó a posiciones descollantes en el concierto futbolístico sudamericano y mundial a las que nunca había podido acceder ningún otro equipo ecuatoriano. ¿Cómo llegó a obtener esos logros un equipo producto de un medio futbolísticamente mediocre, que recién en la última década parece que ha dejado atrás la medianía y una permanente y continua secuela de fracasos? Merced a dos muy importantes factores: un trabajo eficiente y profesional de su plana dirigencial, encabezada por los Paz, padre e hijo, que supo organizar eficazmente en lo administrativo y financiero a la institución, y, asimismo, integrar una plantilla de jugadores nacionales y extranjeros de primer nivel. Estos, bajo la batuta de técnicos de primera, constituyeron el segundo factor de notable desempeño en las canchas dentro y fuera del país, en las que supieron desempeñarse con similar destreza y señorío. Por ello, se vieron premiados con campeonatos nacionales, Copa Libertadores, final de Copa Intercontinental, una Copa Sudamericana y dos Recopas.


Pero alcanzar las más altas posiciones en cualquier actividad humana demanda siempre un agotador esfuerzo, no solo para poder llegar a escalarlas, sino también para poder mantenerse en el pináculo, pues triunfar no solo implica derrochar un incansable tesón, sino aferrarse además a los valores éticos que rigen la actividad y no renunciar a ellos para no sacrificar peldaños. Las grandes organizaciones no son modelo únicamente de despliegue técnico; de idéntica forma, hacen gala de apego a los cánones morales. ¿Ocurrió esto en Liga?

Lo ocurrido en los últimos meses deja muy serias dudas de que así haya sido. No nos remontaremos al poco transparente asunto de la nacionalidad del arquero Domínguez, nos referiremos al turbio y vergonzoso caso Cheme-Chila, de un futbolista irresponsable que, desvergonzadamente, suplantó la identidad de otro individuo, asunto que no solo melló el dudoso prestigio del jugador, sino la imagen institucional de Liga, cuya dirigencia conoció de la suplantación por algunos años y nunca la denunció; peor aún, tuvo el desparpajo de hacerlo jugar en la final del campeonato. Luego, cuando estuvo a punto de perder los puntos por esta violación del reglamento, se las arreglo para obtener ser exculpado en un criticado dictamen del Comité Ejecutivo de la FEF, que fue objetado por mucha gente respetable y que basó su desafortunada resolución en el informe de un abogado empleado de la FEF, informe que tampoco merece el respeto de los que respetan el derecho deportivo en el Ecuador.


Por si fuera poco, la dirigencia de Liga no solo comprometió su apoyo al gestor del acto delictivo, sino que lo comprometió también a favor de otro de sus malos deportistas, el pendenciero arquero Cevallos, que lastimó los oídos de decenas de miles de teleaudientes con los ataques a la madre del árbitro Intriago, a quien injurió malamente después del último partido del campeonato. Algo muy triste lo que aconteció con el prestigio institucional de Liga Deportiva Universitaria estas últimas semanas.


En lo deportivo, fue el más deslucido de sus campeonatos, porque no superó futbolísticamente a su rival. En cuanto a principios, al expresar públicamente su apoyo a descarados infractores de la ley, echó por tierra aquellos que le labraron su prestigio como institución respetable.