lunes, 31 de enero de 2011

500 personas evacuadas en Alluriquín

***SNN

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En el barrio San Miguel. Maquinaria del Municipio retiraba ayer la tierra que se deslizó sobre las viviendas de esta comunidad de la parroquia Alluriquín. El cerro se fue abajo el jueves pasado, por las lluvias. Foto: Juan Carlos Pérez /EL COMERCIO

Santo Domingo | La recién nacida no concilió el sueño la noche del sábado. Su madre, Gladys Nogales, dijo que extrañaba el moisés (cuna) que le regalaron para mecerla antes de dormir. “Lloraba y se quejaba todo el tiempo. Ella no está acostumbrada a dormir fuera de casa”.


Desde el jueves, ambas han tenido que dormir sobre colchones, en el Colegio Nacional Alluriquín, en la parroquia del mismo nombre. El deslizamiento de tierra que se produjo ese día, en el barrio San Miguel, obligó a 19 familias a dejar sus viviendas.


Ayer, el Comité de Operaciones de Emergencias de Santo Domingo anunció que el sector fue declarado en emergencia y era necesaria la salida de los pobladores. Se dio plazo hasta a las 18:00 de ayer, para que 500 personas se trasladaran al colegio donde están Nogales y su hija, y a la Escuela Baquerizo Moreno.


Se les pidió que llevaran a los refugios las pertenencias necesarias: implementos de limpieza, frazadas, vestimenta. Los electrodomésticos, muebles y objetos de valor debían dejarlos. 26 militares del Batallón de Ingenieros Montúfar custodian las casas para evitar robos.


No se conoce cuánto tiempo permanecerán allí, pero el gobernador de la provincia, Víctor Quirola, dijo que no serán menos de tres meses. “Entiendo lo incómodo de la situación, pero la medida es necesaria. No queremos que haya pérdidas humanas”.


El sábado, las autoridades hicieron un sobrevuelo de la zona y constataron que existen fisuras en las laderas. Sobre el barrio San Miguel se detectó un pico con grietas en la tierra de hasta 1,5 metros, donde se acumula el agua. Hasta el mediodía, 140 personas habían ido a los albergues. La evacuación seguía hasta el cierre de esta edición (15:00).


El año pasado, durante la época invernal, en Alluriquín se desprendieron 20 000 metros cúbicos de tierra. Este año, cuando apenas comienzan las lluvias, han caído 10 000 metros cúbicos.


“El riesgo no es solo para el barrio San Miguel, sino para toda la parroquia”, dijo el teniente político, Raúl Andino.


Los estudios en la zona se ampliarán para definir los trabajos que se realizarán. También se deben reforestar las laderas, pues los pobladores reemplazaron la vegetación por cultivos de ciclo corto. La tierra perdió fortaleza y con los fuertes temporales se volvió más inestable. El Gobernador dispuso la reforestación del área y dijo que los trabajos se ejecutarán, aunque los dueños de los terrenos no estén de acuerdo.


Mariano López, de 66 años, es propietario de 15 hectáreas. No se opondrá, siempre que le den alternativas de trabajo. Él subsiste de la venta de frutas, que cultiva. “Lo que deberían hacer es controlar el paso de camiones por la parte alta de la ladera”.


López hace referencia a la carretera que conecta a Alluriquín con Sigchos y Latacunga. A diario es utilizada para el transporte de carga pesada y el paso de ganado. La presión sobre el suelo aumenta el riesgo de deslizamientos.


La recién nacida duerme por momentos, mientras su madre, Gladys Nogales, la cuida.

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