viernes, 4 de abril de 2014

HISTORIAS REALES: El pasajero morboso

***SNN





El pasajero morbosoMaría tiene el cuerpo que Junior desearía encontrar en un bus lleno de pasajeros. 


La figura de María es como de esas mujeres que aparecen semidesnudas en revistas, periódicos o pasarelas de modelaje.


Junior, en cambio, es un tipo alto y gordo que lidera una lista de morbosos. Así lo considera él, mientras explica su deseo por María. La chica de 22 años es su vecina. 


“Cuando el bus frene o pare, aprovecharé para ‘puntearla’. Será rico sentir el cuerpo de María”, menciona Junior, quien en 17 días cumplirá 28 años, nueve de los cuales, recuerda, se ha aprovechado del exceso de pasajeros en los buses para morbosear a chicas lindas. 


Junior dice que no es un depravado sexual, aunque acepta que no es correcto aquello que hace y que detesta Karina Alonzo.


Esta mujer de 24 años fue víctima de los “toqueteos” en los buses. Sus dos historias ocurrieron en Guayaquil, lugar donde vivió por un tiempo por cuestiones de trabajo. 


“La primera fue en un bus repleto, donde un pelado de unos 17 años, creo que estaba drogado, pasó detrás mio y me agarró la nalga. A pesar de la rabia que sentía, no dije nada por temor a que me haga daño. La segunda vez fue en la metrovía, donde un gordo aprovecho una parada de la unidad para ‘puntearme’. Sentí clarito que ese tipo tenía su miembro erecto”, cuenta Alonzo, quien después de esos casos optó por recostarse al bus para evitar que alguien la toque. 


> Las “morbosas”.  Evelyn Ponce es también una chica linda. Pero su historia es diferente a la de Karina. Ella es la que “morbosea”. 


Aunque dice que sí ha tenido “víctimas” en los buses, aclara que la mayoría de “babosadas” las ha dicho y hecho en la calle. 


Una de sus historias en bus es cuando viajaba hacia el cantón Santa Ana. 


Fue hace seis años. Un hombre “nalgón” estaba frente a ella cuando pretendía bajar de la unidad. “Ese hombre tenía unas nalgas tan lindas, que al verlas me excité. Fue tanto mi gusto, que de un momento a otro se las agarré. 


El tipo me miró asombrado, pero después se sonrió. Yo moría de vergüenza, y minutos más tarde me reía de la locura que había hecho. Fue emocionante”, recuerda.  


La historia de Dayana es similar, con la diferencia de que mientras viajaba de pie en un bus urbano de Manta totalmente lleno, ella aprovechaba para sentir los pechos de un hombre. 


“El chico estaba detrás de mí. Tenía buen cuerpo, creo que levantaba pesas, porque sus pechos eran grandes. Me encantó tanto, que aproveché para inclinar mi cabeza y mi espalda hacia su cuerpo. Se sentía muy bien. Sólo pude sentir esa parte del tipo, porque llevaba un bolso de una tira que cubría sus partes íntimas”, cuenta Dayana. 


> Propuesta curiosa. El partido Liberal de Colombia presentó un proyecto para acabar con los acosos sexuales hacia las mujeres. 


La propuesta consiste en que se designe una hora específica o unidades únicas para mujeres. El objetivo es evitar el morbo hacia las féminas. 


De esta manera ellas podrían viajar sin la presencia de hombres en los buses, metros o trenes.


Una encuesta hecha en la capital colombiana arrojó que más del 40 por ciento de féminas que viajan en buses y metros han aceptado ser víctimas de los acosos sexuales. 



Fuente: EL DIARIO



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