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Informe de la Corporación Justicia Vial
En el año 2010 los accidentes de tránsito causaron 1.683 muertos y 13.700 heridos en el país, revelan las estadísticas de la Policía Nacional.
Víctimas. En agosto de 2010 un bus de la cooperativa de transporte Turismo Oriental se accidentó cerca de la laguna de Yambo. Hubo 42 personas muertas y 12 heridas. Foto: Archivo / Expreso
Ensambladores. Locales que operan en Ambato ensamblan carrocerías de buses sin la tecnología adecuada. El resultado es que las estructuras no soportan un fuerte impacto. Foto: Cortesía Justicia Vial
Pruebas. Las empresas carroceras que cumplen con los rangos de construcción buscan implementar sistemas de calidad que permitan un mínimo de seguridad en la industria. Foto: Cortesía / Justicia Vial
Los últimos cuatro accidentes de tránsito ocurridos entre agosto y diciembre de 2010, cuando perdieron la vida 106 personas, encendieron las alarmas en el país.
Los estudios técnicos de Justicia Vial y Covial concuerdan en que el número de muertos es muy elevado: 42 en el accidente de un bus de la cooperativa Turismo Oriental, en Yambo; 8 en el bus de la cooperativa Cotopaxi, en La Maná; 17 en el volcamiento de un bus Saquisilí, en Sigchos; y 39 en el accidente de Reina del Camino, ocurrido el último 24 de diciembre, en Manabí. En 2010 hubo 1.272 buses con accidentes de diversa índole.
El informe de la Corporación Justicia Vial determina que las muertes se producen porque las carrocerías de los buses están mal construidas.
El bus de Reina del Camino tenía la carrocería deteriorada, según los informes periciales. En esta cooperativa, 40 de los 120 buses no están en condiciones de circular, por lo que fue suspendida. Y según los informes, “la situación de las demás cooperativas de buses es similar”.
El problema es que las cooperativas no cumplen con la disposición del INEN, la cual determina que “todo automotor de pasajeros que vaya a ser carrozado, tiene que hacerse en chasis de ómnibus”.
Pero, conforme al estudio de Justicia Vial, el 60% de los buses es construido en chasis de camiones. En el país circulan 60.000 actualmente, lo que quiere decir que 36.000 unidades no cumplen con la norma. “Esto es un atentado a la vida de las personas, porque un camión está diseñado para llevar carga. Los problemas nacen allí, porque el chasis de camión es más alto, y la suspensión es de ballesta para aguantar la carga de unas 8 toneladas en promedio. Un bus con 50 pasajeros y sus equipajes, no supera las 4 toneladas, lo que le permite circular a altas velocidades, porque el motor tiene potencia para el doble de peso”, dice Guillermo Abad, director de Justicia Vial.
El chasis de los camiones es más corto, por lo que se pierde filas de asientos. Como el negocio del bus es llevar más pasajeros, lo que hacen los transportistas es alargar el chasis, mediante una soldadura.
El estudio de Justicia Vial indica que soldar un chasis es una violación flagrante a la norma INEN. “Al desgastar el material se pierde el punto de equilibrio, dice el documento, ya que todo carro está diseñado con dimensiones exactas. Por eso, en la mayoría de buses hay una asimetría entre el eje delantero y el posterior”.
Las cerchas o columnas de la estructura de los buses deben ir cada 30 centímetros. Así dispone la norma INEN sobre carrocerías. Pero seis de cada 10 buses tienen las cerchas entre 80 y 120 centímetros de distancia. En el bus Reina del Camino, las cerchas estaban a 89 centímetros, según el peritaje.
Esta es la causa para que las carrocerías se aplasten totalmente en un accidente, dice Abad, porque las cerchas no aguantan y el techo se desprende. En ese momento, los pasajeros salen disparados, cuando lo ideal es que se mantengan dentro del carro.
El INEN exige que los buses utilicen material maleable, con aleaciones, para que se doble pero no se rompa, y así evitar que la fuerza del impacto llegue al pasajero. Cuando el material es malo, como el latón o los tubos galvanizados que utilizan seis de cada 10 buses, se rompe y se convierten en armas cortopunzantes.
Lamentablemente las empresas violentan la ley -dice Juan Zapata, de la Dirección Nacional de Tránsito de la Policía- por lo que hay que determinar cuáles buses no cumplen con las normas técnicas.
El estudio técnico realizado por la Fundación Covial revela que el 70% de los buses (42.000) que circulan en el país tiene vidrios crudos. Al romperse, este material se convierte en verdaderas dagas, que en un accidente degüellan a las personas, dice Víctor Jiménez, director de Covial. Según las estadísticas, en los accidentes de tránsito el 58% de los pasajeros muere desangrado y el 42% por politraumatismos. La norma INEN determina que en las ventanas deben ir vidrios templados y en los parabrisas vidrios laminados. Este vidrio, al romperse se convierte en una malla, lo cual evita que las personas salgan despedidas del vehículo y no hieran. Los parabrisas y las ventanas son el 17% de la estructura de un bus.
Además, el 75% de los vehículos que circulan en el país ya tiene más de 10 años de vida que es lo que permite la norma. Y hay buses interprovinciales e intercantonales que tienen hasta 20 años de servicio.
Según el informe de Justicia Vial, el mal está en las ensambladoras de carrocerías. En Ambato funcionan 65 empresas de las cuales 40 no cumplen con la norma INEN y otras las cumplen a medias.
Las disposiciones legales que no se han cumplido
La Corporación Justicia Vial detalla las normas de tránsito que no se cumplen en el país. “El Consejo de Tránsito incumple con la regulación y control de las actividades del transporte terrestre, tránsito y seguridad vial. Los carroceros y ensambladores irrespetan las disposiciones de seguridad automotriz expedidas por el INEN, la Comisión Nacional de Tránsito y otras autoridades nacionales en materia de transporte terrestre. El Director Ejecutivo de la Comisión de Tránsito debe supervisar, fiscalizar y sancionar el incumplimiento de esta disposición. La Comisión Nacional no ha establecido por completo el plan nacional de rutas y frecuencias”.
Para Juan Zapata, de la Policía, el cumplimiento de las leyes va de la mano con la capacitación. La Policía Nacional capacita a 20.000 estudiantes secundarios en todo el país. La idea es que la ciudadanía tome conciencia de que hay que respetar las señales de tránsito, no circular a altas velocidades y sobre todo -agrega- denunciar a los buses que llevan exceso de pasajeros.
Accidentes entre causas de muerte
Los accidentes de tránsito están entre las principales causas de muerte en el Ecuador. Según las estadísticas de la Policía Nacional, en el año 2010 se registraron 16.405 accidentes vehiculares en las 24 provincias del país. El saldo trágico fue de 1.683 muertos y 13.700 heridos.
Muchas personas pierden la vida por falta de primeros auxilios -según informes de los socorristas de la Cruz Roja- ya que el 95% de los vehículos accidentados no cuenta con un botiquín, vendas o gasas, para atender a los heridos por latas y vidrios crudos.
El incumplimiento de las normas INEN también se registra en buses urbanos, interparroquiales y escolares.
Entre estos últimos, según las estadísticas, la mayoría es viejo, con más de 20 años de servicio. En el sector urbano de Quito, el 10% de los buses es obsoleto, de acuerdo con los informes técnicos, especialmente los de color rojo, que deben estar fuera de servicio.
Los buses azules, si bien son más nuevos, emiten gases negros que contaminan el ambiente, señala Ricardo Onofre, secretario general del Sindicato de Choferes Profesionales del Ecuador, porque son motores con tecnología antigua. Según la norma INEN, estos buses tienen una vida útil de 15 años y el 45% está al borde de cumplir el plazo. Los buses populares, en cambio, tienen una sola puerta, luces deficientes, llantas lisas y otros problemas.
En el Distrito Metropolitano de Quito operan 2.600 unidades de transporte público y 600 interparroquiales.
Para Onofre, no hay autoridades que hagan cumplir las normas que están vigentes. “Leyes hay, pero lo que pasa es que nadie las cumple”, agrega, “y aunque se reforme 100 veces la norma, no se solucionarán los problemas del transporte”.
Carroceros de Ambato inician procesos para mejorar la fabricación
Los carroceros anuncian cambios. “Hay nuevas normas vigentes”, dice Álvaro Meza Escalante, de carrocerías Cepeda; “pero falta que se haga cumplir a todos. Cuando llegue ese punto, las ensambladoras tendremos un estándar”.
Las empresas están dispuestas a construir las carrocerías con mayor seguridad.
Pero al momento las cifras son desalentadoras, según Santiago Vargas, gerente administrativo de carrocerías Varma, ya que apenas el 30% cumple con las normas de calidad. Para llegar al estándar habrá que esperar dos años, agrega, que es el tiempo que llevan los procesos de certificación, calidad y capacitación de personal.
Las carroceras más grandes de Ambato quieren liderar el proceso de mejoramiento de la seguridad. Por eso están implementando un sistema de pruebas de vuelco a través de un software, que mide la resistencia del bus en los accidentes.
El trabajo consiste en armar digitalmente, basado en los datos exactos, la estructura de un bus. Se especificarán materiales, espesores, soldaduras. Con toda esa información detallada en el computador, se vuelca al automotor.
Ese enmallado digital, con toda la información requerida, puede tomar un tiempo de 20 días por cada unidad de transporte que quiera analizarse.
Para lograr las condiciones correctas de las pruebas se trabaja con dos universidades, que en el futuro deberían ser las encargadas de estudiar y aprobar los análisis que realizan las empresas privadas.
En dicho proceso el Gobierno deberá emitir una norma para el cumplimiento de toda la industria, sean grandes o pequeños, dice Meza.
A pesar de que las grandes compañías buscan cumplir estándares internacionales, como el uso de acero con los perfiles estructurales adecuados y materiales contra fuego, para que demoren en encenderse en un accidente, solo con el sometimiento de las pruebas informáticas, se conocerán las reales condiciones de un bus frente a los siniestros.
Pero reconocen que su trabajo es apenas una parte del problema. Por eso Meza es claro en afirmar: “La certificación es una de las soluciones que se requieren, pero no solamente las carrocerías tenemos responsabilidad en el tema de seguridad. Le corresponde a la Policía establecer un sistema real de control y a la ciudadanía exigir sus derechos. Cuando una unidad sale de los talleres, depende también de las cooperativas y los choferes”.
Detalles
La clonación.
Los carroceros clonan las marcas internacionales y ponen el sello de “Buscar” en las carrocerías, o “Fairis” en los vidrios, cuando son materiales crudos.
Las ensambladoras.
De las 117 ensambladoras de carrocerías que hay en el país, 52 están Pichincha, Guayas, Manabí, Imbabura, Azuay, Cotopaxi y El Oro. Las otras 65 son de Ambato.
Las irregularidades.
En el 2010 Justicia Vial denunció la entrega de licencias profesionales, rutas y frecuencias del transporte público violando las leyes vigentes.
Fuente: EXPRESO
todo lo que dicen una parte es cierto lo demas en mentira xq no se pruden los de la inen
ResponderEliminarxq an proivido aora el corte de chasis para aser la bodega de atras son burros los de la inen no tiene nada q ver la bodega de atras por esos accidentes q an pasado dicen q si la gente quiere llevar carga tienen q llevarla en un camion q tonto son los de la inen como quiero patiales el trasero y mandarlo a la verga parace q no piensan con la cabeza sino q piensa con el culo ponen lelles estupidas los de la inen son una vasura completa