EL TELÉGRAFO
La convocatoria no llenó las expectativas de los organizadores, pese a la gran campaña desplegada.
Con proclamas en las que exigían justicia, decenas de personas protagonizaron ayer la denominada “marcha fúnebre” para rechazar el auge delincuencial que vive Guayaquil.
Desde las 16:40, los participantes preparaban los carteles en los que escribieron frases referentes al endurecimiento de penas, como la cadena perpetua e incluso la pena de muerte.
Si la marcha es para sostener la verdad, en buena hora; pero si es para sustentar una mentira...
El punto de encuentro para iniciar el recorrido de la marcha -que fue organizada por la Fundación Vicente Francisco Sarmiento Ledesma- fue el parque Centenario. Desde ese lugar, los manifestantes caminaron a lo largo de la avenida 9 de Octubre, hasta llegar al Malecón.
Ahí fue instalada una tarima en la que los padres de las personas asesinadas se pronunciaron en contra de la delincuencia.
La música religiosa predominaba en los alrededores de la tarima, mientras los pocos asistentes llevaban velas encendidas y globos negros y blancos.
Entre los principales asistentes estuvieron el padre de la niña Nathalia Fabara, Juan Fabara, y las viudas de los policías Christian Granizo y Christian Cuñez, así como también la del general Jorge Gabela Bueno, fallecido el 27 de diciembre de 2010.
La marcha tuvo un alto tinte político, puesto que todas las consignas que se gritaban eran dirigidas contra la gestión del Presidente de la República y su Gobierno.
“Queremos transformación, no revolución”, “Abajo las leyes prodelincuenciales de este Gobierno y de la mayoría gobiernista” o “No más contemplación a la delincuencia”, eran algunas de las proclamas lanzadas.
Hubo otras más crudas e impublicables que afectaban el honor de los miembros del Gobierno.
La marcada línea antigobiernista de los asistentes se evidenció cuando uno de los participantes golpeó a un transeúnte que no estaba de acuerdo con que se realizara la marcha, el agredido vestía una camiseta verde, que seguramente los hizo pensar que pertenecía a Alianza PAIS. Después de maltratarlo y sin darle tiempo a reaccionar, el marchista increpó al ciudadano diciéndole “que no apoye a los delincuentes”.
El ministro del Interior, Alfredo Vera, en horas de la mañana de ayer, había manifestado que Vicente Sarmiento realizó la convocatoria a la marcha porque aduce que su hijo fue asesinado; sin embargo, el secretario de Estado explicó que la autopsia recoge que el fallecimiento no fue provocado, sino natural.
“Si es marchar para sostener la verdad, en buena hora; pero si es marchar para sustentarse en una mentira y acusar a la Policía de que no ha capturado a los delincuentes, no está bien encaminada. ¿Cómo vamos a capturar a un delincuente que no existe?”, sentenció Vera.
El funcionario enfatizó que el informe no lo elaboró la Policía, sino el Instituto de Higiene, por lo que se tiene información de que el ahora occiso estuvo farreando toda la noche y terminó muerto, pero no hay un solo hecho que demuestre que alguien lo haya matado, añadió enérgico.
“Esto es una mentira tras otra. Acaso un policía fue y le inyectó una sustancia para que se muriera. Hay que ver quiénes criaron a esa persona (Sarmiento), si lo cuidaron y si fue una persona de valores”, finalizó.
El padre del joven fallecido sostuvo en un comienzo que su hijo fue víctima de la delincuencia al haber sido drogado con escopolamina para robarle, mientras que ahora cambió de discurso al señalar que le suministraron ilegalmente sustancias tóxicas que lo habrían envenenado.
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