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Cortejo fúnebre antes del entierro del cuerpo del manabita Lenin Chiriboga.
Este viernes se realizó el sepelio del presidente de la Junta Cívica de Manta, Víctor Lenín Chiriboga Delgado, de 67 años de edad, quien fue asesinado por desconocidos el pasado miércoles, cuando salía de su vivienda en la ciudadela La Pradera, en el cantón manabita.
No solo los familiares y amigos de la víctima se pronunciaron sobre este crímen, sino también los sacerdotes que oficiaron la misa, quienes en sus oraciones pidieron que pare la violencia no solo en Manta, sino en el país.
Boris Chiriboga, uno de los hijos del occiso, se dirigió a los presentes para agradecer el apoyo recibido, pero así mismo exigió que la muerte de su padre no quede en la impunidad. "Si los honestos somos más, no entiendo por qué siempre perdemos", señaló el joven.
Marcha por la seguridad
El secretario general de la Federación de Choferes Profesionales del Ecuador, Ricardo Onofre, indicó que la marcha que se realizará el 17 de julio no solo es para pedir seguridad y justicia para Manta, sino para todo el país.
"La delincuencia se está convirtiendo en un mal que hay que erradicar", dijo Onofre, a la vez que pidió que la muerte de Chiriboga no quede en la impunidad.
Dijo además que ojalá más delegaciones y personas de todo el país lleguen a Manta y se unan a esta marcha, para demostrar que el país pide paz.
Policía tendría identificados a criminales de líder manabita
En un tiempo récord, en menos de 24 horas, investigadores especiales de la Policía Nacional llevados a Manta habrían identificado a quienes asesinaron a Víctor Lenín Chiriboga Delgado, dirigente barrial que fue atacado por sicarios al amanecer del pasado miércoles.
Javier Córdova, viceministro de Seguridad, dijo ayer que ya sabían quiénes eran los agresores. “El crimen de esta gran persona no va a quedar en la impunidad y daremos con sus asesinos, ya los tenemos identificados”, expresó el funcionario.
Chiriboga, padre de seis hijos en cuatro compromisos, fue asesinado en el barrio La Pradera, a unos 50 metros de su domicilio, cuando iba con Judith Mendoza, quien era una de sus convivientes, y un nieto hacia el centro de Manta. La mujer quedó herida y permanece en una clínica de Guayaquil, donde ha sido intervenida, pues una bala lesionó órganos internos.
Los asesinos, quienes fueron grabados por una cámara de video del sistema Ojos de Águila, fueron dos sujetos que se movilizaban en una moto de colores negro y azul. Ambos vestían con ropa oscura, cargaban gafas y también gorras.
Según las indagaciones preliminares, el ahora occiso no tenía enemigos, sin embargo, hasta hace cinco días andaba con guardaespaldas. Ayer, un exempleado, que prefirió no ser identificado, contó que renunció porque ya no quería trabajar en esa actividad. Además, como portaba arma temía ir preso.
La víctima, que al momento era secretario del Sindicato de Choferes Profesionales, fue fundador de la escuela de esa entidad a la que llamó Laercio Chiriboga, como su padre. Era conocido como un hombre de carácter y a la vez solidario. Pero en marzo pasado habría recibido alguna amenaza de una exempleada de la institución que aglutina a los choferes.
La mujer, cuya identidad se desconoce, laboraba en el Departamento Financiero de la institución y habría sido despedida hace cuatro meses por incurrir en un presunto desfalco que ascendería a los $ 27 mil.
Pese a eso, hasta ayer se desconocía si el crimen de Chiriboga tendría alguna relación con ese contratiempo. Lo que sí dijo Córdova es que una vez que se conoció el crimen cometido contra quien además ostentaba la presidencia de la Junta Cívica de Manta y de Manabí se movilizó a los mejores agentes investigativos del Ecuador para que comiencen a trabajar.
Indicó que en una reunión con la cúpula policial, que se desarrolló en Manta, se generaron varios comentarios. Uno es que se haría cambios en las unidades de la institución. Todo debido a que el funcionario llegó el miércoles por la noche y sesionó con el jefe de Estado Mayor de la Policía, Wilson Alulema, y con Ramiro Mantilla, jefe de la zona 4 de la Policía.
Miriam Chiriboga, hermana del occiso, manifestó que sus sobrinos denunciarán el ataque y que en caso de que ellos no lo hagan serán los hermanos; o la propia Fiscalía debe actuar. “La muerte de mi hermano no debe quedar en la impunidad. Sus asesinos deben pagar por esto y además se debe conocer si hay alguien tras su muerte, en caso de que lo haya”, dijo la mujer.
Fuente: EL UNIVERSO*
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