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Uno de los implicados en la muerte de César Flores, líder de la banda criminal, dijo que el plan era volar el edificio del Ministerio.
La mañana de ayer, Jhon Felipe Ubate, integrante de una organización colombo-ecuatoriana de sicarios, “soltó la lengua” y reveló algunos detalles de los planes de su ex jefe César Flores, previos a su asesinato en enero pasado.
Las declaraciones se dieron en el Palacio de Justicia, lugar a donde asistió para la audiencia de formulación de cargos por la muerte de Flores. Ubate, Drayson Arenas y el ex guía penitenciario Washington Alvarado están implicados.
César Flores, uno de los delincuentes más sonados en los últimos meses y quien fungía como cabecilla de dicha banda, fue asesinado a puñaladas el 15 de enero dentro del ex penal García Moreno mientras estaba en su celda como sospechoso de la muerte del empresario Francisco Espinosa.
Ubate se refirió a un golpe antidelincuencial que dio la Policía de Inteligencia en enero, en el que se planificaba la fuga de todos los implicados en el caso Envigado.
El reo manifestó que este plan fue creado por César Flores y, como la mayoría de los integrantes de la banda no estaba de acuerdo, decidieron revelar la información a las autoridades.
“La Fiscalía tiene conocimiento que nosotros hicimos ciertos aportes para que los uniformes y el armamento fueran descubiertos”, expuso antes de la fallida audiencia.
Según Ubate, con estos datos claves fue como unidades de Inteligencia allanaron varios inmuebles ubicados en el sur y norte de la capital, en donde se encontraron decenas de uniformes policiales, así como innumerables armas, municiones y hasta granadas.
PLAN A Y B
Había dos planes para la fuga de los supuestos sicarios: el primero, expresó Ubate, consistía en que “la gente de Colombia iría vestida con uniformes del GIR hacia el expenal y los sacarían como si fueran a una audiencia; y el segundo sería de manera violenta, pero se frustró con la muerte del cabecilla Flores”.
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Otro de los datos que los implicados dieron supuestamente a la Fiscalía fue sobre un atentado en contra del ministro del Interior, José Serrano.
Ubate explicó que César Flores tenía rencores personales contra Serrano “y por esto planeaba la muerte del funcionario”.
A decir de Jhon Felipe, el plan era volar el edificio del Ministerio del Interior. “Era solo contra el ministro, pero ya se sabe que ahí además cae gente inocente”, acotó.
Muerte de Flores
“Nosotros conocemos quién mató a Flores, pero todo se aclarará en tribunales”, señaló Ubate.
La audiencia en su contra y de las dos personas más fue suspendida, pues ninguno de los fiscales que conoció la causa se presentó al proceso.
Ubate se quejó del trato que él y quienes también colaboraron con Fiscalía recibieron, ya que “si nosotros dimos información también esperamos recibir algún beneficio, sin embargo nos trasladaron a ‘La Roca’”, comentó.
“Yo ni lo conocía”
Washington Alvarado, quien trabajaba como guía penitenciario durante veinte años, aseguró que no tuvo nada que ver con la muerte de Flores, pues él recién ingresaba como jefe del pabellón A de máxima seguridad, del 11 de enero al 15. “Trabajé el 11, luego el 13 y Flores fallece el 15, día de visitas”, relató.
Según él, la Fiscalía lo ha colocado como cómplice de la muerte de César Flores.
Blanca Chicaiza, abogada de Alvarado, manifestó que lo que existe es una “confusión de personas”. Según ella, Ubate reconoció que Alvarado no tuvo nada que ver en el crimen y que se trata de otro guía, “quien aparentemente le daba privilegios a Flores en mujeres y dinero”, expresó Chicaiza.
La abogada agregó que dentro del expediente no existe ni una sola justificación de Fiscalía para vincular a su cliente, y que se espera que Ubate y Arenas aclaren mediante un documento que Alvarado no participó en el delito y que tampoco era él el jefe de guías que daba privilegios a Flores.
Caso “Envigado”
A Felipe Ubate, Drayson Arenas, Ferney Correa, César Flores y a otros más se les atribuyen varios casos de sicariato registrados en la capital en los últimos años.
En total serían seis, en los cuales constan crímenes por ajuste de cuentas y venganzas.
Ubate y Arenas fueron ya condenados como culpables por asociación ilícita, por el crimen de Francisco Espinosa y ahora son procesados por la muerte de Flores.
Fuente: EXTRA*
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