En medio de la neblina el bus quedó volcado a un costado de la vía.
Una tragedia ocurrió a las 03:00 en la vía a Quito, dos horas después se reportaron otros dos percances seguidos.
Santo Domingo | Cinco muertos, entre ellos una mujer, una veintena de heridos y graves daños materiales fue el resultado de dos accidentes de tránsito en los principales ejes viales de Santo Domingo: Vía Chone y Quito.
Antes de las 03:00 de ayer ocurrió el primer accidente. El transporte de Aerotaxi 43, placa JAK-823, se volcó en la vía a Quito, a menos de cinco minutos de llegar a Santo Domingo. La unidad tenía previsto cubrir la ruta Quito-Santo Domingo-Esmeraldas.
El chofer, Édgar Arturo Rosero Rosero, y una pasajera que no fue identificada fallecieron en el volcamiento, registrado en medio de una helada que ni las chompas ni las cobijas lograban calentar los huesos, sumado a una espesa neblina que daban a la escena un ambiente lúgubre y funesto.
Los pasajeros no se fueron. Quienes quedaron ilesos esperaron las maletas, los otros, 15 en total, fueron a diferentes casas de salud.
Ricardo Villafuerte era uno de los viajeros. Iba a Viche, tomó el carro en Quito pasada la media noche.
Villafuerte conocía al chofer y al ayudante. Como anécdota contó que tenía planificado viajar en un carro de otra cooperativa y en el terminal se topó con sus amigos y viajó con ellos.
Recordó que bromeó con el colaborador y hasta le cobraron un dólar menos. Sobre el accidente no tiene claro cómo sucedieron los hechos, lo único que alcanzó a ver es que un carro se le atravesó al bus y el chofer no pudo controlar el micro.
Lo siguiente se convirtió en tragedia. Gritos, llanto y el rechinar de las llantas se escuchaban al mismo tiempo.
El interprovincial se volcó y se arrastró varios metros hasta que cruzó el parterre y terminó fuera de la carretera.
Los pasajeros salieron como pudieron. Pero una mujer no respondió. La dama, de unos 30 años, se quedó como dormida en la última fila de asientos.
Hasta el cierre de la edición, en este primer accidente no había reporte oficial de lo ocurrido, por cuanto buscaban conocer el estado de los heridos.
INAUGURADA CON TRES VÍCTIMAS
Las ambulancias salieron a gran velocidad hasta el kilómetro 9 de la vía a Chone. Parecía que el destino se ensañó con los mortales. Esta vez cobró la vida de dos personas más con una particular historia.
Un camioncito, placa PTT-087, con cajón de madera, se estacionó en la moderna vía de cuatro carriles, la misma que horas después fue inaugurada por el presidente Rafael Correa.
Los ocupantes del automotor viajaban del cantón El Carmen a Santo Domingo con cabezas de ganado para su comercialización en la vía a Quinindé, en la Feria de Ganado.
Pararon para revisar si los animales iban bien, en ese momento una camioneta blanca, placa PBC-6510, pasó y se llevó el costado izquierdo del camión y atropelló a los dos ocupantes de dicho vehículo que verificaban las reses. Ellos eran los manabitas Víctor Ramírez Mera, de 27 años, y Rubén Andrade.
La camioneta Mazda que protagonizó este segundo accidente siguió su recorrido y se precipitó a una quebrada. Descendió unos treinta metros, aproximadamente, y por suerte sus dos ocupantes salieron con heridas.
El conductor es Carlos Medina Pintado, quien permanece detenido. Patricio Jaramillo lo acompañaba, también se salvó.
POR VER QUÉ PASABA
La tercera víctima fue el chofer de la unidad 14 de la cooperativa Carlos Alberto Aray, placa MAT-376.
El chofer del bus interprovincial paró para ver lo qué sucedía. El conductor, identificado como Franklin Silva, se bajó del automotor, cruzó la calle y ¡zas!, otro carro lo elevó por los aires.
Silva acompañó al más allá a los otros dos desconocidos a quienes intentaba auxiliar.
Los cadáveres quedaron regados a lo largo de la vía, hasta que personal policial realizó el levantamiento y los llevó hasta la morgue del cementerio central de Santo Domingo.
Se conoció que Rubén Andrade era un conocido empresario de El Carmen, propietario del balneario Las Vegas y padre de cuatro hijos.
En cambio Ramírez se dedicaba al comercio de ganado y todos los martes viajaba a Santo Domingo para ganarse unos cuantos “dolaritos”.
Fuente: EXTRA*
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