Última víctima falleció horas después en el Hospital del Seguro en Quito. Cuerpos de dos mujeres fueron identificados.A cinco ascendió el número de fallecidos en el trágico accidente de tránsito entre una camioneta y un bus de la cooperativa Alóag, ocurrido la madrugada del sábado en la Pana Sur, a la altura del barrio La Joya.
El último reporte de la Policía del cantón Mejía señala que en el vehículo pequeño se movilizaban seis personas, las cuatro que iban en la cabina perecieron al instante, mientras que las otros dos que estaban en el balde las llevaron heridas al hospital Carlos Andrade Marín, en Quito.
Horas después del hecho una de las dos víctimas dejó de existir en la casa de salud. Fue identificada como Leonor Cocigles, de 33 años, mientras que el otro paciente, Luis Marcelo Naula Naula, de 32, se encuentra en observación permanente.
De los otros seis lesionados, pasajeros del bus, se conoce que algunos fueron dados de alta. Esa misma tarde, mientras los deudos de Luis Quinatoa, chofer de la camioneta, lloraban su deceso, afuera de la morgue de Machachi, junto al cementerio, aparecieron familiares de dos de los otros ocupantes de la cabina.
Ahí se supo que una de ellas se llamaba Betty Alexandra Quishpe Tipán, de 39 años. Sus parientes, quienes habitan en el sector de El Obelisco, en Machachi, dijeron que vivía en la capital.
El otro cadáver fue reconocido como María Yolanda Gusñay Guamán, de 45 años. La Policía no sabe su lugar de origen ni cuál era su destino.
Solo falta por identificar el cuerpo de un joven, de aproximadamente 25 a 28 años, que hasta ayer nadie iba a retirarlo.
En cuanto a las indagaciones, las autoridades informaron que los agentes del Servicio de Investigación de Accidentes de Tránsito (SIAT) analizan las evidencias recopiladas para determinar cuáles fueron las circunstancias que originaron el percance automovilístico.
Se mantiene la posibilidad de que el conductor del bus se quedó dormido, por lo que al momento de ingresar a la curva no pudo girar oportunamente.
Fue en ese instante que el micro se impactó contra la camioneta blanca que circulaba en sentido contrario, rumbo a la ciudad de Latacunga, en Cotopaxi.
De igual manera se estudian las versiones de los pasajeros del bus, quienes indicaron a los paramédicos que supuestamente cuando estaban en la parroquia de Alóag, el chofer entregó el volante a su ayudante.
Sobre el presunto responsable, los agentes pudieron establecer que se dio a la fuga.
Nadie se explica cómo fue que la contundencia del golpe terminó decapitando a los ocupantes de la cabina del vehículo liviano. Lo cierto es que en los asientos quedaron impregnados rastros de sus humanidades, como muestra de los segundos de horror que vivieron antes de que sus vidas se apagaran para siempre.
Estadísticas de Justicia Vial y Covial, organismos entendidos en materia de tránsito, sostienen que cada día mueren en el país 13 personas y 139 resultan heridas a consecuencia de accidentes de tránsito.
Las mismas instituciones señalan que del 2008 al 2011 hubo 222 mil víctimas (entre muertos y heridos), lo que da un promedio de 55 mil por año.
En ocasiones anteriores el general Juan Ruales, jefe nacional de Control de Tránsito y Seguridad Vial, remarcó que el 90 por ciento de los siniestros de tránsito se produce por impericia del conductor.
Fuente: EXTRA*
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