Él falleció en una balacera mientras se encontraba en la intersección de la avenida 6 de Diciembre y Veintimilla.
El incidente ocurrió pasadas las 20:00. La Policía llegó al lugar para hacer el levantamiento del cadáver.
A Jaime Orlando Quiñónez Rodríguez se lo puede calificar como el último boxeador “llamativo” que dio el Ecuador. Portar el apelativo de ‘La Bestia’ le otorgó una identidad única, amén de su inconfundible estampa física, rebosante de corpulencia.
La última vez que La Bestia subió al tinglado fue en octubre del 2009. Este esmeraldeño, que cumplió 38 años en enero, perdió frente Living Castillo, en un combate que se realizó en La Bombonerita. Esta cartelera se recuerda por su informalidad, ya que en al inicio estaban señalados rivales brasileños para la Bestia.
Poco después, a inicios del 2010, Quiñónez intentó volver al ring, con una cartelera a realizarse en Loja, pero que fue suspendida.
Desde 1998 entró en el profesionalismo, luego de una interesante carrera amateur.
También fue campeón latinoamericano de peso crucero de la IBF, una organización internacional de boxeo.
Sin embargo, en el boxeo rentado no escaló hacia grandes posiciones, pero mantuvo su condición de animador de carteleras tanto en Quito como fuera del país.
Fuera del ring, también fue protagonista. A fines del siglo pasado fue propietario de un restaurante de comida tìpica en el sector del Estadio Atahualpa.
Además, en Cuenca, en el 2009, fue detenido como parte de una banda de extorsionadores que perjudicaba a comerciantes de la capital morlaca.
Estuvo preso 15 días, pero las autoridades lo dejaron libre al no hallarle evidencia. Quiñónez siempre se defendió de esta acusación.
Quinindeño, entró en el boxeo como entran todos quienes quieren ganarle a la pobreza.
Fuente: EL COMERCIO*
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