martes, 2 de noviembre de 2010

LAS GANANCIAS SE TRIPLICARÓN ANTE TANTA DEMANDA

***SNN
Masiva presencia de turistas desborda capacidad hotelera y de restaurantes en Bahía y San Vicente


Bahía de Caráquez / San Vicente (Manabí) .- Las ciudades de Bahía de Caráquez y San Vicente, ubicadas en el perfil costanero ecuatoriano, en la provincia de Manabí, rebasaron su capacidad turística durante el feriado de cuatro días que coincidió con la inauguración de los puentes Los Caras; una obra considerada un hito histórico para ambas poblaciones que estuvieron separadas por más de 50 años.


Miles de turistas llegaron principalmente de Quito, Cuenca, Esmeraldas Guayaquil y de la misma Manabí, para conocer la megaobra de dos kilómetros de extensión, ubicada sobre el estuario del río Chone. “Sabíamos que en el feriado íbamos a tener un gran número de visitas, pero la realidad rebasó todas las expectativas”, indicó Walter López, la Chocita Internacional, ubicada en pleno centro de Bahía de Caráquez.


Ante la “avalancha” de turistas, los restaurantes y los hoteles atendieron a su máxima capacidad. Las 42 habitaciones del Hotel La Piedra, él único que tiene vista al mar, fueron reservadas desde hace un mes.


“La novedad del puente ha atraído a una gran cantidad de personas, incluso manabitas que estaban en el extranjero y que quisieron estar presentes en la inauguración de la obra. Los ciudadanos están bien agradecidos”, sostuvo Patricio Mosquera, gerente del Hotel, quien consideró que con el puente, el desarrollo turístico será un hecho.


Y es que el puente es, además, el eslabón que permite dar continuidad a la ruta del Spondilus que recorre el perfile costero ecuatoriano entre las provincias de Esmeraldas, Manabí, Guayas, y Santa Elena.


Mosquera explicó que, asimismo, el restaurante del hotel se saturó en horas pico, a tal punto en que se debió cerrar la atención durante una hora en tres ocasiones (a las 12:30, 13:30 y 15:00).


“Hay momentos en los que colapsamos”, dijo el propietario de la Chocita, quien indicó que en varias ocasiones debió aclarar a los clientes que el despacho de pedidos demoraba al menos “una hora”. Ante la falta de oferta, muchos preferían esperar mientras otros se retiraban decepcionados.


“Hay tanta gente que los restaurantes no se dan abasto.

Nos tocará esperar”, indicó uno de los clientes que fue atendido luego de 40 minutos. “Nos gustaría atenderlos de mejor manera, pero hacemos lo que mejor podemos”, señaló López, quien explicó que han pedido a las autoridades la construcción de un malecón y un patio de comidas que es una de las carencias de la ciudad denominada Ecológica.


La misma situación ocurrió al otro lado del puente. El lunes, Verónica Suárez y su familia debieron regresar a Chone (a una hora) para dormir en esa ciudad, pero el martes volvió a San Vicente con la esperanza de tener un cupo en una de las habitaciones del Hotel Vacaciones.


La administradora del Hotel, Reina Loor, explicó que la familia llegó la mañana de este martes y esperó tres horas hasta que la habitación se desocupe. “Es impresionante, gracias a Dios fue una buena oportunidad para el negocio aunque tuvimos que rechazar al menos unos 150 clientes al día”, manifestó al informar que las ventas se triplicaroncon relación al año pasado.


“Tuvimos que readecuar habitaciones, incluso ubicamos un espacio cerca de la piscina para que se levanten carpas playeras. Hemos tenido feriados largos y buenos, pero esto no había ocurrido nunca (…) Creo que solo es el principio de lo que le espera a la ciudad. Esto nos obliga a mejorar la infraestructura para atender a los turistas como se merecen”, señaló y lamentó haber rechazado a unas 150 personas diarias.


Frente a esta situación, se prendió la alerta en la ciudad y las familias también “acomodaron” espacios para recibir los turistas. Luis Alvear, encargado de la atención en el Hotel Velero, llamó a amigos para que “pasen la voz” e informen si alguna familia estaba en capacidad de alojar a los turistas.


“Da pena no poder recibir a tantas personas que llegaban en busca de una habitación. A muchas logramos ubicar en casas de conocidos, otros se iban”, señaló. Aún así, dijo satisfecho que las ganancias superaron toda proyección.


San Vicente es una ciudad pequeña, ubicada al noreste de Manabí, con una oferta de apenas seis hoteles y tres hostales, tampoco tiene muchos restaurantes. En Comida Turismo, hasta se terminaron los insumos para preparar los platos típicos. “Solo podíamos ofrecer pescado, porque el camarón y la concha se terminó”, dijo Segundo Antonio Chávez, propietario del local. GMC

Fuente: ANDES

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