Entrevista a Antonio Moltó, director del Instituto José Martí.
El periodista cubano vino al país para hablar de la violencia de los medios y de la libertad de expresión.
El poder para moldear el futuro de una República estará en manos del periodismo de las generaciones futuras. Así se expresó el magnate Joseph Pulitzer en referencia a un oficio cuyos procedimientos siempre han sido polémicos. El periodista Antonio Moltó participó en una conferencia sobre la violencia de los medios en Ciespal, donde estuvieron personas vinculadas a esta tarea que se debaten entre la ética y la presión.
¿Qué enseñarles primero a los alumnos que están interesados en el periodismo?
Pues deben estar convencidos de la carrera que escogieron, porque es una carrera difícil. Es un camino que uno escoge para servir a los otros, no para la gloria, vinimos para enseñar, para pensar, para contar, analizar la realidad y para aprender. Es sacrificada. Mira que es una de las pocas carreras que cuesta la vida por decir la verdad. En América Latina han sido secuestrados y ha habido más desaparecidos periodistas que quienes murieron en las dictaduras militares. Si vas a hacer una caricatura del dueño del medio, o un repetidor del pensamiento oficial de ese medio, te estas descategorizando como ser humano.
"Las noticias en un medio están direccionadas por la publicidad que pagan al medio. De ahí se saca el dinero..."
Ahora los estudiantes creen que es una carrera más relacionada con la moda, con la farándula...
Eso nos pasa a todos. Uno se mete al periodismo bajo el sentido más hollywoodense, porque miran en las películas al periodista con el sombrero y el esfero en la cabeza, pensando en que van a hacer la gran investigación. Por eso desde el primer año se deben afirmar esos conceptos que te estoy diciendo.
¿Cómo ejercer el periodismo en países totalitaristas, donde se ha cuestionado la libertad de expresión?
En Cuba ha habido varias denuncias. Conozco de cerca el caso de un amigo cubano que como periodista publicó la noticia de un premio importante que recibió un escritor disidente. Luego él se quedó sin trabajo porque era prohibido enaltecer a estos escritores...
La SIP (Sociedad Interamericana de Prensa), ha dañado el término de la libertad y términos como países totalitaristas. Mira, en el Gobierno Militar de la Argentina no era totalitarista para la SIP, porque eran cómplices. Tú crees que una persona que es dueño de un capital, que es un multimillonario, que es dueño de una cadena de bancos y que tiene una huelga, la va a difundir por su medio, no lo hace. La noticia es una mercancía a nivel mundial y se paga como tal. Las noticias en un medio están direccionadas por la publicidad que pagan al medio. De ahí se saca el dinero para hacerse rico.
Pero pasa lo contrario, cuando el medio es del Estado...
No, el medio de prensa es de propiedad social. En mi país el Estado es la Revolución, un concepto más amplio y superior que el papel que le corresponde a un Ministerio. No te puedo negar ahora que haya ocurrido un hecho con un periodista en el caso que manifiestas, pero si así fuera es una golondrina que no hace primavera, y no se puede decir que en toda la prensa cubana a quien ejerce su opinión lo botan. Yo tengo un programa en Radio Rebelde, donde hay opiniones muy críticas con las que me pudieron haber botado miles de veces. Hay varios periódicos que en sus páginas vas a encontrar enfoques críticos.
¿Se puede denunciar un acto de corrupción dentro del Gobierno en Cuba?
Claro que sí. Busca Juventud Rebelde donde observarás a la misma gente que es la que hace las denuncias. Haz un seguimiento. ¿A qué se llama libertad de prensa? Cuando se ataca al jefe de la Revolución, Fidel, o se alegran de que esté enfermo, o que quieren que muera Chávez o Correa. Es como si fuera un zoológico donde las cosas funcionan como un instinto, donde no sea la racionalidad humana la que se imponga con sus normas.
"El periodismo es una de las pocas carreras en las que te puede costar la vida decir la verdad..."
Hay el caso de la bloguera cubana...
Ella es una agente. Está libre en el país y escribe todos los días y tiene más plata que el Director de un medio. Es financiada por el Gobierno de Estados Unidos. Es una traicionera, una mercenaria que han lanzado al mundo como la víctima de un "gobierno totalitario, terrible y comunista de Cuba". Es joven y delgada, y todo el mundo dice “¡oh todo un Estado contra esta pobre chica bloguera!”. A esta bloguera cuando hace una nota se le traduce rápidamente en varios idiomas, algo que la prensa oficial no lo podría hacer. ¿Qué hay detrás de esto? Tú sabes cuánto tiene ella en el banco, más de 300 mil dólares en el exterior, con dinero de premios inventados para que gane ella, mientras periodistas que han dado su vida al periodismo honrado no reciben ningún premio. Pero estas instituciones están para eso, se necesitan íconos para denunciar al país. La otra vez dijo que no la dejaban entrar al twitter, y luego se descubrió que era culpa de ella. Ella vivió en el exterior y tenía todas las condiciones para quedarse, ¿por qué no lo hizo?, porque vino a cumplir una misión.
¿Está de acuerdo con el periodismo que opina, que no tiene miedo en meterse en el lodo?
Pues es el periodismo que hace falta, por eso la batalla de ideas es el enfrentamiento de la guerra mediática. Pero hay que ir con documentos, tampoco es agredir al otro. También hay que ver cómo se dicen las cosas porque no puedes faltarle al respeto ni decir malas palabras.
¿Si habría que denunciar a su Presidente, lo haría sin temor a ser perseguido?
Creo que toda polémica es válida siempre que haya respeto y no esté cargada de odio contra el otro, de lo contrario estás ejerciendo algo que no te corresponde. No estás para animar el odio contra los seres humanos y menos contra un mandatario.
Pero los políticos son siempre eufóricos y ofenden con el lenguaje...
Si le quitas la envoltura de las palabras violentas y ves el mensaje llegarás a lo esencial. El periodista tiene que alejarse de lo superfluo para ir a las esencias y mediante los hechos ver cuál es la verdad. Si esa persona es valiosa en su accionar social, no importa cómo diga las cosas, no lo voy a juzgar por eso.
Por Esteban Fuertes
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