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La Policía tiene indicios de que en el 2000 empezó la arremetida. El Cubano y los Rusos dominan Guayaquil.
Gráfico:Incautaciones anuales de droga y detenidos Foto: Expreso
Por: Pamela Vera Concha - Fabrizzio Obando Laaz
Sicariato. Uno de los delitos conexos que ha traído el narcotráfico al país es el sicariato. Los ajustes de cuenta entre bandas dejan decenas de muertos en varios sectores del país.
El ‘Grupo Tanque’ es una de las referencias que hay sobre el crimen organizado y sus nexos con el narcotráfico en Ecuador. Fue hace una década. Se trataba de una bien organizada banda delictiva. Sus elementos inicialmente se dedicaban al asalto de bancos y carros blindados.
Poco a poco sus integrantes se fueron dispersando para aliarse a otras agrupaciones que tenían que ver con el tráfico de drogas (venta y distribución interna), lo que ahora está generando el enfrentamiento armado entre bandas como la del ‘Cubano’ o ‘Los Rusos’. Ambas pelean el dominio de territorios, en Guayaquil.
Considerada como la madre de todos los delitos -no solo por lo que genera el tráfico de drogas sino por la adquisición de sustancias sujetas a control- el narcotráfico contribuye sustancialmente al incremento de la criminalidad en América Latina. Colombia y México son dos ejemplos.
La masacre de 72 migrantes en Tamaulipas (norte de México) a finales de agosto, donde murieron ecuatorianos, es una de las tantas consecuencias del crimen organizado. Los llamados Zetas, que inicialmente se dedicaban a la protección y ataque del Cartel del Golfo, luego al secuestro de personas, hoy despliegan su accionar hacia el tráfico de personas para la extorsión y envío de droga hacia EE.UU. Pero hay detalles más escalofriantes.
El corte de orejas de las víctimas para pedir rescate a sus familiares y los asesinatos atroces que nunca logró resolver la Policía mexicana, son algunos de los escalofriantes detalles que cuenta el periodista Homero Aridjis en su libro ‘Sicarios’, cuya primera edición salió en julio de 2007.
La Policía no tiene cifras de cuántos crímenes se han producido por la disputa de territorios. Sin embargo, la Dirección Nacional de la Policía Judicial ha registrado en los últimos dos años 3.174 asesinatos, un gran porcentaje atribuido al sicariato por ajustes de cuentas.
“Del tema droga se deriva un montón de hechos delictivos, porque para poder mantener ese negocio o liderazgo, vemos que en Colombia dinamitaban, utilizaban compras de bienes a precios exorbitantes, los usureros, los sicarios para mantener el terror, todo eso lo vemos reflejado en nuestra criminalidad criolla actual”, dice el fiscal Jorge Blum.
Lo explica con la presencia de tres a cuatro muertos diarios en Guayaquil, en la modalidad del sicariato: en moto, sin testigos. “Son provenientes siempre de disputas entre pandilleros, narcotraficantes, todos buscando un liderazgo en su territorio para cometer actos delictivos de robo, venta de droga...”. Otro delito conexo es la usura o chulco (préstamos), una forma de lavar el dinero sucio con altos intereses.
En un informe elaborado en abril de 2002 por el general Édgar Vaca Vinueza, ex comandante de la Policía, que fue presentado ante miembros del Congreso de los EE.UU. y el Departamento de Estado, ya se alertaba sobre el incremento del narcotráfico, tráfico ilegal de personas, usura o chulco y la aparición de modalidades delictivas como el secuestro exprés y sacapintas. Todo, producto del desplazamiento de la delincuencia colombiana que huiría del Plan Colombia.
Si bien, en el país no se han producido hechos tan violentos como lo sucedido en Tamaulipas o en Brasil -en mayo del 2006 el estado de Sao Paulo soportó cinco días de ataques por parte de un grupo de criminales, que finalmente dejaron 272 muertos entre ellos 92 policías- hay indicadores como los señalados anteriormente que muestran la violencia que vive el país como consecuencia del crimen organizado.
En los años 90, por ejemplo, la Policía Antinarcóticos del Guayas incautó 487 kilos 895 gramos de droga, entre clorhidrato de cocaína, pasta base de cocaína, heroína y marihuana. A finales de 2000, la cifra aumentó a 2 toneladas 486 kilos. Un repunte significativo se produjo en 2001: 10 toneladas 624 kilos 920 gramos. En 2005, la cifra creció a 27 toneladas 487 kilos 13 gramos; mientras que en 2009 pasó a 42 toneladas 76 kilos, 610 gramos.
Tras la salida de la base de Manta (mediados del año pasado), considerada como un punto de información estratégico para la lucha contra el narcotráfico, las incautaciones bajaron en 2010 (hasta septiembre) a 4 toneladas 330 kilos 472 gramos. A nivel nacional, la Policía desmanteló este año cerca de seis laboratorios de procesamiento e incautado 17 toneladas 701 kilos de sustancias estupefacientes, lo que ha conllevado a la detención de 14.615 personas (nacionales y extranjeras) vinculadas a la comercialización, expendio y distribución de drogas.
Ante el inminente peligro, el teniente coronel de la Policía (retirado) y sociólogo Rubén Alarcón, recomienda una lucha frontal contra la impunidad y la mejora de nuestro sistema educativo, empezando desde el hogar.
“Hay que castigar el delito, sancionar al delincuente y rehabilitarlo, educarlo. Esto de la impunidad es muy grave. Facilita el crecimiento delictivo”, manifiesta el experto en seguridad interna. El oficial dice que la Policía cumplió: reveló lo que se veía venir en Ecuador.
Foto: Archivo
Investigador. El fiscal Jorge Solórzano, quien ha estado al frente de las mayores incautaciones de droga en la provincia, señala a las salas penales como parte del problema.
‘La falla está en la aplicación de la Ley’
El fiscal cuarto Antinarcóticos de Guayas, Jorge Solórzano, quien ha estado al frente de las mayores incautaciones de droga en la provincia del Guayas, considera que gran parte del avance del narcotráfico en el país se debe a las sanciones.
“Mientras las penas aquí en el Ecuador sean risibles, porque lamentablemente los tribunales condenan con penas altas pero vienen las cortes y las rebajan y empiezan ahí a inventarse un poco de “atenuantes”, seguiremos con el mismo problema: no hay ninguna debida sanción ni una debida estructura política para el narcotráfico”.
El funcionario no cree que esté fallando una política criminal, sino la aplicación de la ley. Por ello, señala que debería exigirse a los operadores de justicia cumplir con la ley, para evitar que Ecuador se convierta en lo que actualmente es México por causas del narcotráfico.
“La pena del narcotráfico es de 12 a 16 años, debemos exigirles a los hacedores de justicia que cumplan con la ley. Hay mucha revisión de medidas cautelares”.
El funcionario se sintió molesto cuando conoció que uno de los jueces de la Corte de Guayas estaba revisando la medida cautelar que había dictado contra un detenido, a quien incautaron de 3 a 4 kilos de droga. “¿Usted cree que eso merezca una revisión de medida cautelar?”, preguntó al reiterar que las anomalías se producen en las salas de las cortes provinciales.
‘La migración también marca la delincuencia’
“La criminalidad en el país no es un tema muy fácil de abordar. Es un tema muy complejo porque tiene muchas aristas. Entre esas aristas están las adicciones”, dice Roberto Echeverría, psicólogo y líder del Control de la Demanda del Consep (Consejo Nacional de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas), del Litoral.
Desde su punto de vista como ciudadano y no como miembro de dicha institución, la criminalidad ha aumentado porque Ecuador es un país inseguro desde la administración de la justicia y porque existen altos índices de corrupción en instituciones llamadas a precautelar la seguridad, como la Policía Nacional.
También menciona que existen indicadores que marcan el crecimiento de la delincuencia y el crimen, como el aumento de la migración, tanto interna como externa, de ecuatorianos a otros países y de extranjeros al nuestro.
Frente a eso, cuestiona las leyes que favorecen el ingreso de extranjeros a nuestro territorio y la libre movilidad que se les otorga. “Hay mucha permisividad de quienes ingresan al país, por ende no hay reformas serias y eso causa más impunidad”.
Según su punto de vista como psicólogo, la migración de las personas muchas veces motiva a los jóvenes a buscar en las calles la familia que quizá en sus hogares no encuentran.
Señala que de nada sirve cambiar las leyes porque la criminalidad no descenderá debido a que no hay seguridad jurídica. “El narcotráfico ha crecido considerablemente y eso demuestra que en el país están operando mafias y eso es lo que desencadena el sicariato y la disputa de territorios”.
Según el coronel Freddy Ramos, jefe Antinarcóticos del Guayas, están trabajando en el ámbito de lucha contra el narcotráfico, pero que “el tema de sicariato podría provenir de varias causas, no necesariamente del narcotráfico”.
La evaluación del nivel de consumo presente en el Ecuador, según el Consep, se estima en 4,9% en prevalencia de vida, cualquiera sea el producto usado, sin considerar los estimulantes (0,2%), tranquilizantes (2,0%) y la categoría Otras Drogas (0,1%). “Dicha medición demuestra que se mantienen los niveles de consumo en el país. La droga más consumida es la marihuana (4,3%), seguida por la cocaína (1,3%) y la base (0,8%). Entre las drogas de bajo uso, el hachís (0,3%) y el éxtasis (0,2%) representan los productos de mayor prevalencia de consumo”.
Fuente: Diario EXPRESO
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