sábado, 20 de noviembre de 2010

Agricultores y pescadores están preocupados por las anormalidades climáticas

***SNN

Lluvias y el frío se mantendrán
Agricultores y pescadores están preocupados por las anormalidades climáticas provocadas por perturbaciones meteorológicas, las cuales seguirán

Foto: Dayse Pico, corresponsal/Expreso

Faenas. La captura de dorado bajó en el mar ecuatoriano. Los pescadores están preocupados porque gastan más en capturar especies.



Foto: Archivo
Sequía. Los embalses de las centrales hidroeléctricas comienzan a sentir los estragos de la sequía, que ha bajado los caudales.

Las lluvias y las bajas temperaturas, tanto en el ambiente como en el agua del mar, preocupan a los agricultores y pescadores ecuatorianos que sienten los efectos en la productividad.


Pero esas condiciones climáticas continuarán, indica el último informe del Comité Nacional Erfen, que integran el Inocar, el Inamhi, el Instituto Nacional de Pesca y el Centro de Levantamientos Integrados de Recursos Naturales por Sensores Remotos (Clirsen).


El documento, elaborado en la última reunión técnica del jueves del organismo en Guayaquil, precisa que existe una baja en la temperatura superficial del mar (fluctúa entre los 23,2 y 23,5 grados centígrados) y una alta afectación del anticiclón del Pacífico Sur, que es una perturbación metereológica que acarrea vientos fríos.


La previsión del Erfen es que, en las próximas semanas, seguirán el frío y las precipitaciones en las estribaciones de la cordillera occidental y en la zona norte del Litoral, pero no adelanta nada con respecto a cómo será la próxima temporada invernal.


Según el director del Inocar, Jorge Cárdenas  hay que esperar un mes para confirmar si habrá o no el fenómeno La Niña y qué tan fuerte o débil será el invierno.


El ingeniero Juan Palacios, del centro de pronóstico del Instituto de Meteorología e Hidrología (Inamhi), prevé que en Guayas y Los Ríos las lluvias serán escasas en los próximos días, sin embargo, en el sur del Litoral, los habitantes de El Oro serán sorprendidos por lloviznas durante las noches y madrugadas.


Reportes de esta entidad precisan que en los primeros 10 días de este mes la mayor cantidad de agua cayó en Esmeraldas (9,7 milímetros). En el resto de provincias costeras los registros fueron inferiores a los 2 milímetros. Los estudios de las temperaturas ubican en primer lugar a Santa Elena con 17,3 grados centígrados.


Hasta ahora, las bajas temperaturas han provocado pérdidas al sector bananero. En Los Ríos, los productores calculan que estas llegan al 35 por ciento y los de El Oro precisan que la humedad extendió el período de corte de la fruta.


Roberto López León, bananero fluminense, asegura que el cambio climático demoró el grado de corte de la fruta en sus cinco hectáreas, por lo que tuvo que despedir personal.


Entre los afectados también está Francisco Avellán, del cantón Vinces, quien recordó que en sus siete hectáreas producía 300 cajas por corte, pero ahora en su finca solo obtiene 180.


Las frías aguas del mar también ahuyentaron especies de peces, como el dorado, que ha comenzado a escasear en los mercados. Más de mil embarcaciones dedicadas a su captura no han dejado la rada del puerto de Manta.


Pablo González, armador pesquero de Jaramijó, señala que debe ir a 800 ó 1.000 millas para lograr realizar una buena faena, debido a que existe una corriente fría que ahuyenta los cardúmenes.


Su colega José Salazar añade que han tenido que aumentar el número de días de faena (de 16 a 20) para poder retornar con las bodegas llenas, e incluso cambiar de la pesca de esta especie por albacora.


“Pero esta especie tampoco hay en abundancia, los barcos cada vez traen más tiburones rabones que pican los anzuelos de manera incidental”, dice.


El pescador Jaime Delgado cuenta que estuvo 20 días en alta mar y que solo logró capturar una tonelada de dorado, lo que no alcanza para cubrir el gasto realizado.


Pero no solo los armadores y pescadores se sienten afectados por las anomalías climáticas, sino también las empresas procesadoras y exportadoras de mariscos.


Mardex, que exporta a Estados Unidos y Europa, ha tenido que recurrir a otras caletas pesqueras del país para poder cumplir con los pedidos, pues no le abastece la pesca que desembarca en Manta.


Juan Benincasa, presidente de la Asociación de Exportadores de Pesca Blanca, indica en un vídeo promocional que el 80% del dorado que capturan los pescadores manabitas es exportado y que el resto es para el consumo local.


“Anualmente se exportan 15 millones de toneladas de pescado”, indica. En este año, los pescadores prevén un bajón en la producción pesquera.


En los mercados locales el dorado está caro. Es comercializado a 3 dólares la libra cuando en temporada alta de captura (octubre a marzo) cuesta hasta 80 centavos de dólar la libra. 

‘En un mes sabremos si hay Niña’
Experto - Jorge Cárdenas
Director del Inocar


Tenemos que esperar por lo menos un mes para poder decir cómo será el comportamiento de la próxima estación invernal. En este momento, las condiciones del mar, con temperaturas de 22,5 grados, por debajo de las normales para esta época del año, no favorecen para que ocurran precipitaciones abundantes, sino que las restringen.


En el lado continental tenemos la Zona de Convergencia Intertropical (franja nubosa con desplazamiento norte-sur que da inicio al invierno), que está muy activa e intensa en Colombia. Este factor meteorológico entra a Esmeraldas en enero y tendríamos que ver cómo llega. Si lo hace de forma intensa, podría haber lluvias más fuertes de lo normal, aunque esto depende de la temperatura del agua, del océano que, si continúa fría, restará precipitaciones.


La Comunidad Internacional ha anunciado el fenómeno La Niña, porque están presentes todos los síntomas: aguas frías, disminución del nivel del mar, ausencia de precipitaciones y cambios en los sistemas de presión. Pero esto debe mantenerse tres meses y solo han pasado dos. Por eso, esperaremos hasta mediados de diciembre para poder afirmar, científicamente, lo que ocurrirá en el país.


Autoridades definen varias medidas para enfrentar el estiaje.
Ante la caída de los caudales de ingreso a los embalses de las centrales hidroeléctricas Paute, Mazar y Agoyán, las autoridades del sector eléctrico pusieron en marcha varias medidas para evitar los racionamientos. La primera decisión fue poner a operar toda la capacidad disponible de las centrales termoeléctricas.


Entre septiembre, octubre y noviembre lograron rehabilitar 1.400 megavatios con la reparación y mantenimiento de las centrales Trinitaria, Victoria II, Central Térmica Esmeraldas y la Unidad 1 de la central Pucará, entre las principales.
Según datos del Ministerio de Electricidad, el 95% del parque termoeléctrico está funcionando en condiciones normales. El 5% restante estará listo en diciembre próximo.


Otra medida es elevar la importación de energía de Colombia, que podría llegar a los 400 megavatios. Se suma la negociación con el Perú para la dotación de 100 megavatios adicionales.


Esos 200 megavatios nuevos, producto de la importación, servirán para compensar los 212 megavatios que están fuera de servicio por la paralización de la central San Francisco.
El tercer punto es la suficiente provisión de combustibles y la campaña de ahorro de energía para evitar el alza del consumo.


Gestión de Riesgos, en alerta ante los desastres
Las lluvias que afectan el norte del país y la sequía en el sur, durante los últimos días, demandaron el trabajo coordinado de la Secretaría Nacional de Gestión Riesgos (SNGR), con los gobiernos locales, a través de la activación de los Comités de Operaciones de Emergencia (COE).

En Tulcán, el jueves, una casa habitada por dos familias colapsó por efectos de las lluvias, mientras que en otra fue necesaria la evacuación de los ocupantes, debido a que presentaban riesgo por deslizamiento. En tanto, que en Loja, en el barrio Cacharumi de la parroquia Célica, la sequía favoreció la propagación de un incendio forestal en un terreno de más de 5 hectáreas.


De acuerdo con Paúl Sánchez, director de respuesta de la SNGR, en la atención de estos desastres ocasionados por la naturaleza es necesaria la participación conjunta de los municipios en el despliegue de los planes de contingencia.


Así, ante las eventualidades, cada gobierno local maneja su gestión de riesgos. Ellos reúnen a los Comités de Emergencia y trabajan en áreas como atención, reconstrucción, albergue, entre otros, “y en ello estamos inmersos como ente rector de gestión de riesgos”, aclaró Sánchez.

El funcionario informó que desde el 7 de noviembre, la SNGR activó los planes de contingencia en la provincia de Carchi con la habilitación de albergues para las familias afectadas por las fuertes lluvias.


Fríos con gran intensidad
De acuerdo con el reporte del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), durante esta semana se registraron los momentos más fríos desde hace 25 años. Al sur de la capital la temperatura se ubicó en 3,5 °C. Solo en 1985 se había registrado una cifra inferior equivalente a 2,6 °C.

Fuente: DIARIO EXPRESO

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