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En las zonas dispersas de Mataje, Alto Tambo y Ancón de Sardinas los empadronadores se movilizaron en lanchas o a pie
La lluvia causó algunas dificultades a Lizeth Corozo, alumna de la Unidad Educativa 10 de Agosto en la localidad de San Lorenzo del Pailón, al norte de Esmeraldas, en la frontera con Colombia.
Con paraguas en mano y fundas plásticas para cubrirse de la lluvia se dirigió, junto a un grupo de compañeros, al barrio Las Marías, donde mayoritariamente residen ciudadanos colombianos.
Con el coordinador Roosevelt Estacio, los jóvenes iniciaron el censo en las casas ubicadas junto al río San Lorenzo. Por estrechos puentes de madera resbalosos por la humedad, Lizeth visitó las 14 casas que le habían asignado.
La familia Estacio Sánchez, integrada por ocho personas, la recibió en su humilde vivienda para responder las 70 preguntas del cuestionario.
En un lugar cercano, Rodrigo Morales, de la Asociación de Colombianos Residentes en San Lorenzo, animaba a sus compatriotas, principalmente refugiados, a responder sin temor a las preguntas.
Se estima que en esa población reside un millar colombianos, de los cuales, unos 300 que trabajan en las palmicultoras de la zona, viajaron el fin de semana a su país para evitar el empadronamiento, contó el dirigente.
El principal inconveniente para muchos estudiantes fue la falta de transporte. Cristina Quiñónez, alumna del Colegio Otilio Ramírez, dijo haber tenido problemas para dirigirse desde su casa hasta el centro de San Lorenzo.
Sin embargo, el responsable de área cantonal, Adalberto Solís, aseguró que la movilidad de coordinadores y estudiantes no tuvo mayores dificultades.
La Policía, la Infantería de Marina y el alcalde Gustavo Samaniego coordinaron el censo en las poblaciones ubicadas a 20 kilómetros de la frontera.
En las zonas dispersas de las poblaciones Mataje, Ancón de Sardinas, Alto Tambo, Tambillo y Ricaurte se estima que residen unos 6 mil habitantes. En total, en el cantón San Lorenzo del Pailón viven unas 50 mil personas.
A esos lugares los empadronadores debieron ingresar en lanchas o en vehículos de doble tracción por la falta de caminos vecinales o por estar ubicados en las riberas del río o en la orilla del mar, dijo el concejal Glenn Arroyo. Lo mismo ocurrió en los sectores rurales de los cantones Río Verde, Eloy Alfaro, Muisne, Atacames y Quinindé.
Por ello, algunos coordinadores postergaron las labores para hoy, cuando haya transporte intercantonal, dijo Joffre Quintero, de Río Verde.
Esmeraldas. En esta ciudad, la falta de transporte público dificultó la movilidad de los encuestadores desde sus hogares hasta los establecimientos educativos. Los taxis y vehículos particulares dejaron de circular antes de las 07:00 para evitar detenciones.
Así, la mayoría de estudiantes y coordinadores tuvieron que caminar y otros se subieron en grupos en camionetas que tenían salvoconducto para movilizar gente.
Por ello, 10 alumnos del Colegio Roberto Luis Cervantes, se negaron a asistir a ocho sectores del barrio San Marín de Porres que les habían asignado.
Para trasladar a los muertos al cementerio también hubo problemas. Ese fue el caso de un joven que fue asesinado en Isla Piedad, un barrio marginal de Esmeraldas. Antonio Maeso, del Vicariato Apostólico, tuvo que tramitar un salvoconducto para su carro a fin de poder trasladar el cuerpo al Cementerio Municipal.
En tanto, el sepelio del ex superintendente John Saavedra, que murió en un accidente de tránsito el sábado, se pospuso para hoy.
Fuente: Diario HOY
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