INEC ratifica confidencialidad de datos
Los ciudadanos están recelosos de dar toda la información de sus propiedades a los estudiantes que los visiten el próximo domingo
Visita. En el reconocimiento que hicieron los alumnos de los sitios que censarán, algunas madres de familia mostraban preocupación.
¿Y si me quitan parte de mi vivienda? ¿Si nos suben los impuestos? ¿Será que nos volveremos como Cuba o Venezuela?, son algunas de las preguntas que rondan a muchos ecuatorianos, a seis días del VII Censo de Población y VI de Vivienda en el país, que realizará el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Aunque los funcionarios garantizan a los ciudadanos la confidencialidad de los datos que obtengan el próximo 28 de noviembre, aún no se sienten seguros de dar la información verdadera por el temor a que sus respuestas sean utilizadas para otros fines. Un tema vulnerable es el de la vivienda. La pregunta número 14 dice: ¿Cuántos cuartos tiene? Y la 12: ¿Cuánto pagó la última vez por el servicio de luz eléctrica?
Martha Aragundi, una viuda de 59 años, vive sola en una casa de dos pisos y seis dormitorios, debido a que sus hijos se fueron al extranjero y otros ya formaron sus familias. Ella siente temor de que, si entrega esa información, a su vivienda ubicada en la Alborada, lleguen personas sin hogar, asignadas por el Gobierno. “Vivo sola, pero siempre vienen mis nietos y a veces se quedan a dormir los fines de semana, no me parece justo que algo de mi propiedad me lo quiten o se lo den a extraños que no han trabajo por ello. Mi esposo antes de morir se lo dejó a mis hijos y a mis nietos”, indicó.
Cecilia Valdivia, funcionaria del INEC, dijo que la pregunta sobre el número de cuartos también se formuló en el último censo del 2001 y que tiene por objetivo conocer la calidad de vida de los ciudadanos para que el Gobierno ejecute mejor sus planes sociales.
Hay otros temas que preocupan a los ecuatorianos. Por ejemplo, si se considera que una familia tiene muchas propiedades, estas lleguen a ser expropiadas o “confiscadas”, más aún aquellos propietarios que tienen terrenos, pero sin escrituras. La abogada de 25 años, Lorena Alarcón, sostuvo: “No se sabe a ciencia cierta con qué finalidad son esos datos, se dice que son para demostrar la economía del país, pero con este Gobierno autoritario no sabemos qué puede pasar”.
Jennifer Barberi también está recelosa. Por eso afirmó que informará la verdad a medias por miedo a que ocurra como sucedió en Cuba o Venezuela. “Que nos cobren más impuestos por tener más ingresos o peor aún que informar lo que tenemos en casa, pues podría dar pista a los ladrones...”.
Por otro lado, algunos opinan que estos temores se deben también a la falta de información y propaganda del contenido de la papeleta censal.
“No se ha explicado bien en qué consiste el censo, no ha existido una preparación previa, lo que ha generado rumores de que si se dan datos reales perjudiquen a la familia, ya que puede incrementarse el pago del consumo de electricidad o develar la situación económica de las personas” manifestó preocupada Sandra González, ingeniera y madre de dos hijos, quien dijo que por más que exista ley de confidencialidad se ha demostrado que Correa (el Presidente) no la respeta.
La coordinadora regional del Censo, Cecilia Valdivia, pidió tranquilidad a la ciudadanía, pues la información, señaló, es confidencial, como lo indica el artículo 21 de la Ley de Estadísticas. La funcionaria explicó que cuando se procese la información del censo, inclusive, no se va a ingresar los nombres ni apellidos de los censados.
Solo se dará a conocer los resúmenes numéricos, las totalizaciones; en general, los datos impersonales. Respecto al temor que sienten los ciudadanos dijo que “no necesariamente el estudiante que va a censar tiene que entrar a la vivienda, ellos pueden tomar la información desde afuera”.
Zoila Sotomayor, oriunda de Piñas (provincia de El Oro), quien reside en Guayaquil por estudios, piensa que hay preguntas innecesarias. “¿Para qué les interesa saber cuántos focos tengo en mi casa? Son preguntas fuera de lugar”, indicó la joven de 22 años.
La Constitución no permite la confiscación
La Constitución de la República del Ecuador, en su artículo 323, sí establece la figura de la expropiación. “Con el objeto de ejecutar planes de desarrollo social, manejo sustentable del ambiente y de bienestar colectivo, las instituciones del Estado, por razones de utilidad pública o interés social y nacional, podrán declarar la expropiación de bienes, previa justa valoración, indemnización y pago de conformidad con la ley. Sin embargo, la Carta Política prohíbe toda forma de confiscación. En el título “derecho de propiedad”, el Código de la Producción, aprobado hace una semana por la Asamblea Nacional y que debe ser remitido al Ejecutivo para su veto o aprobación, establece que tanto la Constitución, como las demás leyes pertinentes, prohíben toda forma de confiscación.
Fuente: DIARIO EXPRESO
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