Las 10 aulas de la escuela del Sindicato de Choferes Profesionales de Imbabura están cubiertas con mapas viales, señales de tránsito y recortes de prensa de varios accidentes de automotores.

Johanna Rodríguez, de 20 años, es una de los 600 estudiantes que se preparan en esta institución de Ibarra, para convertirse en chofer profesional. Tras los seis meses de capacitación espera adquirir la licencia tipo C y conducir un taxi.

“La materia más complicada es la práctica de conducción. Nunca antes tomé un volante”, asegura.

El manejo del vehículo es una de las 13 materias del pénsum de estudios, aprobado por la Agencia Nacional de Tránsito (ANT) para las escuelas de capacitación de conductores profesionales.

En el país hay 104 escuelas autorizadas, según la ANT. De acuerdo con el reglamento, los choferes profesionales son formados en seis meses. Se dictan 480 horas de clases (448 corresponden a teoría y 32 para la práctica de conducción vehicular).
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Desde mayo último, en que se inició el curso, Rodríguez ha tenido la oportunidad de subirse al vehículo de manejo cuatro veces.

Al igual que sus 599 compañeros recibe una hora y media de conducción a la semana, en uno de los 10 autos del plantel.

Johanna Rodríguez realiza sus prácticas de conducción los sábados, de 19:00 a 20:30. Pero considera que debería haber más horas prácticas de manejo. “Es muy poco tiempo para los que empezamos de cero”.

Un instructor le acompaña en el recorrido por la ciudad. Le enseña desde revisar el aceite del automóvil hasta manejar y estacionarse en reversa.

Edwin Vásquez, secretario general del Sindicato de Choferes Profesionales de Imbabura, recuerda que hasta el 2009 la formación académica de los conductores profesionales duraba un año escolar de 960 horas (840 de teoría y 120 de práctica). Pero, dice, la ANT -cuando Ricardo Antón era su titular- redujo el curso de formación a la mitad.

“Entre los delincuentes más buscados no deberían estar los choferes, sino las autoridades que acortaron el tiempo de capacitación de los conductores. Pero nadie investiga eso”, añade.

Los cuestionamientos también vienen de veedurías ciudadanas como la Comisión Interinstitucional de Educación, Seguridad y Prevención Vial (Covial).

Para Víctor Jiménez, director ejecutivo, las 32 horas de práctica que señala el reglamento resultan simplemente insuficientes.
“La formación de un conductor profesional debe ser tan exigente como la de un piloto de un avión, pues los dos llevan personas”.

También explica que la impericia, la imprudencia y la negligencia de los conductores es una de las principales causas de los accidentes de tránsito en el país.

“Ecuador necesita choferes profesionales cualificados, que garanticen la seguridad de los usuarios y que estén pegados a las normas vigentes”, comenta.

Byron Aceldo, uno de los instructores que dirigen las clases de manejo, asegura que tiene 30 estudiantes a su cargo.

“De ellos, 22 saben manejar y ocho no tienen ni idea”. Al igual que los aspirantes a choferes, Aceldo, considera que 32 horas es muy poco tiempo para formar adecuadamente a un conductor.

Edwin Armas estudia en la escuela del gremio. Trabaja cuatro años como ayudante de conducción de un autobús interprovincial. “Yo aprendía manejar en el bus. Cuando el chofer está cansado conduzco yo. Por eso es que necesito la licencia”, asegura.

Lo que le preocupa a Armas es que no existen carros grandes para la práctica de conducción.

En la ANT de Imbabura nadie quiso dar información. Explicaron que su titular, Marcela Montesdeoca, no estará esta semana.

Entre tanto, Jiménez confía en que las cosas cambien. “La evaluación de 23 000 choferes profesionales y la racionalización de rutas, frecuencias y cupos, anunciadas por la ANT, ayudarán”, dice.

Pero lo más importante, considera, será la auditoría de las escuelas de formación de conductores. “Las que cumplan con la normativa se ubicarán en la categoría A. Las que tengan que hacer ajustes, en la B, y las que alcancen la categoría C se cerrarán”.

A pesar de ello, Johanna Rodríguez espera adquirir los conocimientos básicos que le permitan un buen desempeño profesional.


Las escuelas del país

El período de capacitación se redujo por la presión de los choferes, según Covial.

En el país hay 104 escuelas de formación de choferes profesionales y 108 no profesionales, según la ANT.

Este semestre se graduarán 1 200 choferes solo en las escuelas de Ibarra y Otavalo.

En Carchi hay 10 000 choferes profesionales.




Punto de vista
Nelson López
Especialista en tránsito vehicular

‘La malla curricular hay que replantearla’

Los choferes profesionales se forman con 13 asignaturas determinadas pro la Agencia Nacional de Tránsito. Hay materias como Computación, Educación Ambiental, Inglés básico ..., que los estudiantes, al ser bachilleres, ya han visto en los colegios.


Es decir, son materias que se repiten. También hay materias novedosas como: geografía urbana. Considero que hay que replantear la malla curricular. Son muy cortas las 480 horas de teoría y práctica. Pero el cambio debería incluir la opinión de especialistas, conductores, peatones y ciudadanos en general. eso ayudaria a tener un curriculo mejor. .





Fuente: REUTERS* |  EL COMERCIO*