En este sitio (derecha), ubicado junto al retén policial de Guápulo, fueron quemados dos jóvenes. Uno de ellos falleció. Foto: Jenny Navarro / EL COMERCIOMedio centenar de personas asistió esta mañana al sepelio de David M., uno de los dos jóvenes víctimas de un ataque con fuego en la plazoleta de Guápulo, al este de Quito, la madrugada del sábado.
Los familiares están indignados. Las investigaciones no avanzan, sostiene Juan Carlos C., padrastro del joven, de 22 años, quien falleció por las quemaduras, en terapia intensiva de una casa de salud.
Tras el ataque, el joven y su compañero de trabajo, Joffre R, fueron llevados a un hospital. Este último también sufrió quemaduras y ahora se encuentra en estado delicado.
Según su familia, Joffre habría narrado que la noche del viernes salió con David a divertirse en la zona turística de Quito y que en el trayecto conocieron a dos hombres que les invitaron una cerveza.
"Tomaron dos vasos y no recordaron más", dice la hermana de Joffre. Él, de 34 años, permanece en la Unidad de Quemados en la casa de salud.
Según los uniformados de la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) de Guápulo, que atendieron el caso, la madrugada del sábado (a las 02:00) encontraron a los jóvenes quemándose a pocos metros de la UPC. Los agentes llamaron a la Unidad de Policía La Floresta para pedir ayuda.
Las víctimas fueron trasladadas a un hospital. "Nunca vimos a quiénes les hicieron eso", asegura el policía encargado de Guápulo.
A los familiares les dijeron que pudieron haber sido agredidos por vecinos del lugar, en un confuso incidente, porque supuestamente habrían confundido a los jóvenes con sospechosos.
Mas, en Guápulo nadie habla del incidente.
"Nada está confirmado aún", dice Juan Carlos C., quien acudió a la Fiscalía para retirar el examen forense que contiene la explicación médica de la causa de la muerte de su hijo; él esperaba conocer si se había usado alguna droga o si hubo otra lesión, antes de las quemaduras.
Fuente: EL COMERCIO*
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