miércoles, 27 de junio de 2012

La tortuga Diego, con 1 700 crías en 35 años, es el rey de las Galápagos

***SNN






En Santa Cruz. Diego ha logrado más de 1700 crías desde 1978.


Con la muerte del Solitario George, las Islas Encantadas perdieron a su cuarta especie en peligro de extinción. Desde ahora, en las islas Galápagos solo habitan 10 especies de tortugas gigantes.


Uno de estos animales es Diego, de la especie Chelonoidis hoodensis, de la isla Española, quien al contrario de George ha logrado más de 1 700 crías desde su retorno a las islas en 1977, cuando el Parque Nacional de Galápagos (PNG) fue constituido como un organismo responsable de la conservación de la integridad ecológica y la biodiversidad de ecosistemas insulares.


Washington Tapia, del Departamento de Conservación, Desarrollo Sustentable e Investigación del PNG, comenta que antes de esta fecha, el Ecuador no contaba con restricciones legales que impidieran la ‘exportación’ de animales a otros países, menos aún para mantenerlos en zoológicos con fines investigativos.


Por eso, Diego vivió durante un tiempo desconocido en el zoológico de San Diego, California; cuando los administradores del lugar se enteraron del establecimiento del PNG, lo regresaron voluntariamente.


Actualmente Diego se encuentra en el centro de crianza de la isla San Cruz junto a cinco hembras. En los años sesenta la especie de Diego se redujo a 15 individuos, pero a través del programa de crianza y reproducción se ha logrado reproducir y repatriar a 2 000 especies españolas.


Las islas Galápagos originalmente acogían a 14 especies; tres de ellas ubicadas en las islas Fernandina , Floreana y Santa Fe, se extinguieron en la antigüedad por piratas y actividad volcánica.


Las 10 especies restantes están en las islas de Galápagos bajo el cuidado del PNG. Por ejemplo: la especie de Chelonoidis becki es originaria del volcán Wolf, en la isla Isabela.


Su caparazón es gris, mide 105 centímetros y posee dos morfotipos: con carapacho en forma de cúpula y otro en forma de una silla de montar. Mientras que la especie Chelonoidis vandenburgui, nativas del volcán Alcedo, cuenta con un carapacho grueso y pesado.


A diferencia de estas tortugas, Súper Diego es una de las especies más pequeñas: su caparazón es negro, con un borde en punta y angosto. Tapia comenta que el corral de Diego se asemeja a lo que podría ser su hábitat natural. También se alimenta tres veces por semana de especies ricas en nutrientes como el porotillo.


La alimentación nativa de la especie Darwini de Santiago, Guntheri del volcán Sierra Negra (Isabela) y Vicina del volcán Cerro Azul de la misma isla se caracterizan por los frutos silvestres, gramíneas y cactáceas.


En la misma isla donde vive Diego por 35 años, también habita la especie de Chelonoidis porteri, la cual se caracteriza por su caparazón negro de 130 cm de largo, aproximadamente.


La Dirección del PGN continúa el monitoreo continuo de la especies en peligro de extinción, a través de sus centros ubicados en las islas Isabela, San Cristóbal, Floreana y Santa Cruz.


Junto a científicos e investigadores, el PGN desarrollará talleres en dos semanas para evaluar las estrategias de reproducción de Diego y las demás especies.


Tejidos y sangre, al laboratorio

De una causa natural falleció el Solitario George, la tortuga centenaria en la isla Santa Cruz, según el resultado de la necropsia practicada el lunes.


Ayer Marcela Aguiñaga, ministra de Medio Ambiente; y Edwin Naula, director del PNG, informaron en Guayaquil los resultados de la autopsia.

El procedimiento se cumplió en el Parque Nacional Galápagos (PNG) con la presencia de un Fiscal del Ambiente.

Fue practicada por un equipo del Parque integrado por Marilyn Cruz, veterinaria especializada en vida silvestre; Andrea Loyola, veterinaria tesista en salud de tortugas; Washington Tapia, biólogo especialista en reptiles de Galápagos; James Gibbs, biólogo especialista en reptiles y asesor científico; Daniel Lara, biólogo tesista en la isla Pinta; Galo Quezada y Javier Castillo, guardaparques.


“No se encontró nada anormal. El corazón y otros órganos están intactos, en buenas condiciones, y no se encontró ninguna anomalía, excepto que su hígado tenía una coloración fuera de lo normal, presumiblemente por la edad”, dijo Naula.


Durante la autopsia, que tomó tres horas, se tomaron muestras de cada órgano y tejido, así como de sangre, que serán sometidos a pruebas de laboratorio.


Según Naula, dichos exámenes determinarán las causas de su muerte e incluso podrían revelar las razones por las que no logró reproducirse. “No sabemos la edad exacta pero especulamos que tenía más de 100 años por lo que estimamos que murió por edad”.

Aguiñaga aclaró que con la muerte de George no es que desaparecen las tortugas gigantes de Galápagos. “Murió el último de la especie Pinta en alusión a que fue encontrado en esa isla”.

Naula explicó que no se logró cristalizar la recuperación de su especie biológica (Chelonoidis abingdoni), pese a que se pusieron en su corral hembras de las islas Wolf y Española logrando con estas últimas 16 huevos infértiles.

Con la muerte de George, en las islas aún conviven 10 tipos de especies, de 14 que existían. Su cuerpo permanece en congelación. Será embalsamado para su exhibición en un Centro de Interpretación que se construirá en Puerto Ayora.

Otras especies

En la isla Pinzón habita la especie Ephippium: únicos herbívoros nativos de alta longevidad y bajo rendimiento de energía.


En San Cristóbal se encuentra la especie Chathamensis que tiene un caparazón ancho y negro, de forma intermedia.

El programa de crianza de PNG ha asegurado la supervivencia y repatriado a 20 000 ejemplares. Originalmente, las Islas Encantadas poseía n más 250 000 especies, aproximadamente.






Fuente: EL COMERCIO*


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