viernes, 1 de junio de 2012

En la actualidad los niños cruzan rápidamente el puente que los separa de ser pequeños y ser ‘grandes’

***SNN

 
Infancia, fundida con adultez
 
 
A través de la publicidad lo que (los más pequeños) pueden estar desarrollando es una visión en la que hay que tener para ser. Diana de Smolij

El filósofo francés Jean Jacques Rousseau expuso alguna vez: “La infancia tiene sus propias maneras de ver, pensar y sentir; nada hay más insensato que pretender sustituirlas por las nuestras”. En la actualidad los niños cruzan rápidamente el puente que los separa del ser pequeños y ser ‘grandes’, perder la inocencia, jugar a ser adultos. ¿Qué factores han influenciado en esos comportamientos?

Comienza este ‘cuento’. El psicoanalista Alejandro Ruiz Pesantes expone que la imaginación o la fantasía son algunas de las características de los niños y estas se han ido perdiendo, indica, por los estímulos a los que se los ha ido sometiendo. Nombra, entre otros, programas o películas que están restringidas para menores de edad (algo de lo que muchos padres hacen caso omiso, indica Ruiz), los contenidos de la web, o la música con contenidos para adultos en las matinés.

El psicopedagogo Carlos Ortega asegura que debido a la cantidad de información a la que el niño tiene acceso, su agilidad mental se ha agudizado. En vez de cerrar la cortina para tapiñar la información, el rol de los padres y docentes debe ser el de manejar esos estímulos y orientar, recurrir a un diálogo constante. “Si no hay padre o no hay madre el niño va a encontrar otra figura paterna o materna”, expresa. Y esos modelos no siempre pueden resultar del todo positivos.

La publicidad, manifestada a través de distintos canales, ha sido vista como una ‘villana’ influyente que direcciona erróneamente al niño, pero ella puede ejercer su poder solo si el pequeño está frágil por dentro. Así lo manifiesta Diana de Smolij. “A través de la publicidad lo que pueden estar desarrollando es una visión en la que hay que tener para ser (...), pero esto sucederá si el niño no tiene cómo llenar su vida con experiencias felices reales, con sus padres, sus amigos, su mascota, etcétera”. La publicista aboga por un replanteamiento de los productos que se ofertan, más que del marketing en sí.

Según la visión del sociólogo Rubén Aroca, habría que determinar qué se entiende por inocencia –a su parecer, un conjunto de factores que reúnen, más, creencias religiosas– y analizar cómo se da la socialización actualmente entre niños y niñas y cómo se perfila la familia en relación con otros años.


Un perfil determinado, en gran parte, por la revolución femenina del siglo XX, asevera, ya que la mujer empieza a tener un rol mucho más activo y deja de ser la persona que pasa con el niño la mayor parte del tiempo en casa. Aquí entran los cuidadores, refiere Ruiz, quienes frecuentemente no ejercen la autoridad suficiente sobre los infantes o, peor aún, son desautorizados por los mismos padres.

Asimismo, sucede que la agenda de papá y mamá está llena y al no tener con quién dejar a los niños, los llevan a citas de adultos. El psiconalista dice que el niño no comprenderá parte de las conversaciones o conductas de los mayores, pero sí repetirá lo que escucha. Se da entonces, dice, el aprendizaje vicario o por repetición de patrones.

El poco tiempo que los padres le dan a sus hijos o el casi nulo acompañamiento en sus actividades cotidianas, señala Ortega, deja al niño vulnerable ante los estímulos y ante los compañeros o amigos de su edad que pretenden vivir como adultos.

Kevin Fernández, director creativo de Panda Comunicaciones y padre de un niño de 6 años, subraya que es casi imposible filtrar toda la información que le llega a los chicos. Por ello señala la importancia de saber qué es lo que ellos están viendo, qué está de moda, pues la información que procesan –a través de la publicidad, por ejemplo– la asumen como verídica.

No se puede aislar a los pequeños de su propio mundo, ni de la sociedad, pero, manifiesta de Smolij, sí se les puede dar herramientas para educarlos. Para que vivan, sana y conscientemente su niñez.



La población infantil ha crecido al menos el 2%

PUNÁ, Guayas. Bryan Jiménez sale de la fiesta por el Día del Niño que hizo ayer la Armada para 200 niños en Nuevo Amanecer.PUNÁ, Guayas. Bryan Jiménez sale de la fiesta por el Día del Niño que hizo ayer la Armada para 200 niños en Nuevo Amanecer.
QUITO | En el país existen 3’929.239 niñas y niños de 0 a 10 años, según datos del último Censo de Población y Vivienda publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), a propósito de que hoy se celebra el Día del Niño.

Este grupo creció en el 2%, lo que demuestra que la población del Ecuador es joven; en promedio, las familias prefieren tener hasta dos niños cuando antes eran cuatro, esto tiene implicaciones que las parejas retrasan el matrimonio y deciden tener menos hijos, uno o ninguno, según explicó el director del INEC, Byron Villacís.

La población infantil se concentra en Guayas, donde hay 951.271; en Los Ríos, 224.657; Pichincha, 627.776; Azuay, 186.903. Galápagos cuenta con el menor número de niños, 6.083.

Villacís explicó que la mayor cantidad de niños son aquellos que tienen 10 años (338.369), seguido de aquellos que tienen 8 (319.038).

En esta franja de edad los niños y niñas tienen acceso al uso de la tecnología. El 43,9% de los menores utiliza computador, el 28,1% tiene internet y el 3,7%, celular.

Ayer, este organismo buscó que a través de herramientas didácticas y lúdicas se difundan las cifras sobre la situación de la infancia en el país.

Con estas cifras el Gobierno y autoridades seccionales podrán aplicar política pública e identificar los rezagos que existen en las zonas rurales.

El 73,1% de los niños asiste a establecimientos públicos, mientras que el 22% estudia en instituciones privadas, el 3,8% en fiscomisionales y 1% en municipales.

En lo que se refiere al acceso a cuidado infantil, el 23,8% de los niños asiste a un programa de cuidado público; el 7,4%, a los privados.

Los niños, según el censo, se autoidentificaron en el 71% por mestizos, 8,4% indígenas, 7,5% afroecuatorianos, 6,8% montubios, 6% blancos y 0,3% otros.

En Ecuador existen 41.779 niños nacidos en otro país.

El 38,1% de los menores tiene cédula y el 93,8% está registrado en el Registro Civil.

En promedio, 3.482 niños nacen por mes y su alumbramiento es en enero.



María Belén Salinas Castro  
Fuente: EL UNIVERSO*




No hay comentarios:

Publicar un comentario