El pastor dijo ante sus más de 4 000 seguidores que las grabaciones son un "montaje".
Unas grabaciones serían la prueba que comprometería al pastor de la iglesia Salem, Álvaro G., en la supuesta violación sexual de 27 mujeres en Pasto.


La iglesia tendría sedes en Ecuador, según la revista Kienyke.
Según Héctor Navarro, presidente de la Red de Apoyo para Víctimas de Sectas, el falso pastor, de cuyo paradero nadie tiene idea, dejaba tocando el saxofón en los últimos 15 minutos de sus sesiones -miércoles, sábados y domingos- y "se iba a su oficina para cometer los actos aberrantes de sexo con una niña mientras otra niña observaba" y al tiempo, "los feligreses estaban cantando alabanzas al Señor".


Navarro, quien llegó desde Argentina para ponerse al frente de este caso, agregó que el hombre les decía a sus víctimas que, de negarse, les "caería la maldición de Judas, y contra sus familias van a caer las siete plagas de Egipto".


Navarro dijo que trabajadores de la iglesia escondieron una cámara de video en un ramo de flores para tener evidencias suficientes. El pastor dijo recientemente ante sus más de 4 000 seguidores que las grabaciones son un "montaje".


Según Navarro, el hombre habría abusado en Pasto de 27 mujeres entre los 13 y 18 años -denuncias que ya cursan ante la Fiscalía Seccional-, a las que se suman otras 45 en el resto del país.


En la revista digital Kienyke se dice que cuando el líder espiritual termina sus relaciones sexuales bajo engaño, que normalmente realiza con menores de edad o con mujeres no mayores de 30 años, sale al púlpito y les habla a sus más de 4 000 seguidores sobre la biblia, Dios, Jesucristo, la fidelidad en el matrimonio y la riqueza espiritual.


Gámez se ha convertido en un líder. La iglesia Salem, que tiene su sede en la Plaza del Carnaval, en Pasto se ha expandido a otros lugares del país como Mocoa, Cali y Bogotá, y cuenta con sedes en Puerto Rico, Ecuador, Venezuela y Estados Unidos.


Sus seguidores lo aclaman, pero otros, cansados de sus atropellos, no tuvieron otra opción que comunicarse con el argentino Héctor Navarro, miembro fundador de la Fundación Víctimas de Sectas en Argentina, a quien nunca le ha temblado la mano para denunciar este tipo de abusos sexuales.


Navarro, quien llegó al país hace pocos días expresamente para denunciar este hecho, le explicó a KienyKe que les pidió a las víctimas que grabaran las escenas del pastor para que no quedaran dudas de sus abusos. Así lo hicieron. No había otra opción, ya que quienes se atrevían a denunciar el caso internamente en la iglesia eran señalados de tener alucinaciones. Era la palabra de las mujeres abusadas contra la del líder espiritual.