Literatura de Luto!!!
En la ciudad de Portoviejo, falleció el poeta Horacio Hidrovo Peñaherrera, emblema de la cultura manabita.
Horacio Hidrovo Peñaherrera, hijo del recordado poeta Horacio Hidrovo Velásquez, nació en la ciudad de Santa Ana, en 1931, y es considerado uno de los más destacados referentes de la literatura manabita
Hidrovo Peñaherrera se desempeñó como profesor de literatura de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí y Director de Cultura de la misma Universidad.
A lo largo de su trayectoria ganó el Premio Nacional Benjamín Carrión y el Premio Nacional Eugenio Espejo.
Horacio Hidrovo Peñaherrera deja un legado de numerosas obras, siendo las más importantes: La Montaña, Vivir en Amor, Los Trenes de la Infancia, La maravillosa sensación de vivir, Y voy diciendo que la vida es buena, entre muchas más. (Fuente: EL DIARIO)
Luto en Portoviejo por la muerte del poeta Horacio Hidrovo Peñaherrera
Ante este hecho, la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí (Uleam) decretó esta mañana tres días de luto, según confirmó Dallas Hormaza, directora del Departamento de Cultura de la institución, el cual fue creado precisamente por Hidrovo hace 25 años, el mismo lapso que laboró en el alma máter mantense.
“Él fue el que mentalizó y creó el Departamento de Cultura de la Uleam. Fue catedrático de la Escuela de Turismo y de Ciencias de la Educación”, declaró Hormaza, quien agregó que Hidrovo laboró en la Uleam hasta el mes de marzo pasado.
Fundador del festival La Flor de Septiembre, dos veces presidente de la Casa de la Cultura de Manabí, exalcalde de Portoviejo y gran forjador de juventudes en la literatura, así lo recordaba esta mañana Dumar Iglesias Mata, actual titular de la Casa de la Cultura en esta provincia, organismo que también decretó tres días de luto.
Hidrovo es padre de Tatiana Hidrovo Quiñónez, exasambleísta y actual titular de la Corporación Centro Cívico Ciudad Alfaro. Entre sus obras se recuerdan Montaña, Faro, Red y Viejo Astillero, y otras, las que incluso fueron traducidas al portugués. Su dilatada trayectoria cultural hizo que obtuviera premios como el Benjamín Carrión y el nacional Eugenio Espejo.
Sus restos serán velados desde esta tarde en el local conocido como La Casa de Horacio, ubicado en la avenida Universitaria, cerca de la Catedral de Portoviejo; sus restos serán sepultados en el cantón Santa Ana, aunque los familiares no determinaban ni la hora ni el día en que se realizaría la ceremonia luctuosa. ( EL UNIVERSO).
CONSTERNADO POR TAN INFAUSTO SUCESO, EXPRESA A SU FAMILIA LAS MÁS SINCERAS CONDOLENCIAS
PAZ EN SU TUMBA
A HORACIO HIDROVO PEÑAHERRERA
ResponderEliminarHoy se ha marchado el poeta
con versos de fantasía,
el sol esta cabizbajo
la luna perdió alegría.
Se han detenido sus manos
no escribirán como ayer,
las ha tomado la parca
en un triste atardecer.
Los cerros lo están llorando
como lo ha llorado el rio,
la campiña y la montaña
el cielo gris y sombrío.
Las estrellas y los astros
forman un coro silente,
no titilan a lo lejos
su pesar es elocuente.
Los pájaros se han quedado
con un canto que no suena,
aletean desquiciados
los ha ceñido la pena.
Tanto así que en retirada
van vencidos por el viento,
y en su periplo a lo lejos
se percibe su lamento.
Los árboles abrazados
se suman a la congoja,
tiemblan desde sus raíces
hasta han perdido sus hojas.
El mar en su desconsuelo
acomete con fruición,
la arena con toda inercia
porque perdió la ilusión.
Se ha silenciado su pluma
pero su alma vive ahora,
en sus letras y los libros
que su familia atesora.
Llora Santa Ana al poeta
lo percibo desde aquí,
llora el Ecuador entero
como llora Manabí.
AB JORGE LUIS MURILLO ESTRADA
09-06-2012
A HORACIO HIDROVO PEÑAHERRERA
ResponderEliminarHoy se ha marchado el poeta
con versos de fantasía,
el sol esta cabizbajo
la luna perdió alegría.
Se han detenido sus manos
no escribirán como ayer,
las ha tomado la parca
en un triste atardecer.
Los cerros lo están llorando
como lo ha llorado el rio,
la campiña y la montaña
el cielo gris y sombrío.
Las estrellas y los astros
forman un coro silente,
no titilan a lo lejos
su pesar es elocuente.
Los pájaros se han quedado
con un canto que no suena,
aletean desquiciados
los ha ceñido la pena.
Tanto así que en retirada
van vencidos por el viento,
y en su periplo a lo lejos
se percibe su lamento.
Los árboles abrazados
se suman a la congoja,
tiemblan desde sus raíces
hasta han perdido sus hojas.
El mar en su desconsuelo
acomete con fruición,
la arena con toda inercia
porque perdió la ilusión.
Se ha silenciado su pluma
pero su alma vive ahora,
en sus letras y los libros
que su familia atesora.
Llora Santa Ana al poeta
lo percibo desde aquí,
llora el Ecuador entero
como llora Manabí.
AB JORGE LUIS MURILLO ESTRADA
09-06-2012