El gobierno colombiano fue denunciado ayer de violar un pacto suscrito con Ecuador, al fumigar de manera indiscriminada con glisofato una extensa área fronteriza, donde se asientan varias comunidades indígenas.
La delicada situación se registra en el departamento de Putumayo, fronterizo con la provincia de Sucumbíos, de acuerdo con la Asamblea Permanente de las Comunidades Indígenas y Campesinas y la población afro-colombiana que habitan en la zona limítrofe.
La población afectada hizo un llamado a diversas organizaciones internacionales para que verifiquen la denuncia.
Según un comunicado divulgado en Bogotá y conocido por diario La Hora, el martes pasado se realizaron en la zona varias aspersiones aéreas con glifosato.
El área forma parte de los 10 kilómetros convenidos entre Colombia y Ecuador para ser exceptuados de las fumigaciones que han afectado a la población fronteriza, divulgó a su vez la agencia Prensa Latina.
El texto también recoge que el pasado 8 de septiembre fue denunciado el reinicio de las actividades del Plan Colombia Fase III, “bajo la excusa de acabar con la siembra del cultivo de coca y que en nuestra realidad solo ha servido para militarizar totalmente nuestros territorios, generar el terror estatal a través de las violaciones sistemáticas y de lesa humanidad como el desplazamiento forzado”, añade.
La Asamblea sostuvo que “el objetivo de esa política es ampliar la explotación petrolera y minera, donde los únicos beneficiados han sido las multinacionales y los corruptos del gobierno que complacientes entregan la soberanía nacional”.
“Nuestra organización está muy indignada porque no había cultivos de uso ilícito en el área fumigada y consideramos entonces que (…) fueron un ataque directo por parte del Gobierno nacional contra nuestra organización”, subraya.
Hace tres años, el Gobierno de Ecuador había denunciado ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, con sede en Ginebra, las afectaciones sufridas por la población fronteriza a causa de las fumigaciones.
Ese químico, que ingresa a territorio de Ecuador arrastrado por el aire, destruye además cultivos lícitos y contamina las aguas del territorio nacional
El riego aéreo motivó entonces un agravamiento de los vínculos bilaterales, que se restablecieron hace un par de meses.
Se considera que, además de causar enfermedades en las poblaciones fronterizas de Ecuador, las aspersiones han agravado de manera indirecta el fenómeno del desplazamiento de colombianos hacia suelo nacional.
Fuente: Confirmado.net/ Diario La Hora
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