Copa América de mujeres Ecuador 2010
La guayasense trazó el camino del arbitraje femenino del Ecuador. Soportó agravios de futbolistas e hinchas por sobrellevar su pasión por el referato.
El 10 de noviembre de 2004, Rosa Canales no aguantó más y estalló en un emotivo y silencioso llanto ante 40 mil espectadores en el estadio Nacional Rajamangala de Bangkok. Fueron lágrimas de felicidad que limpiaban los insultos y discriminación que padeció desde 1994, por parte de jugadores e hinchas, cuando recibió la nominación como árbitra por parte de la Comisión de Arbitraje de la Federación Ecuatoriana de Fútbol.
Cerró los ojos e hizo un salto en los recuerdos hacia la niñez en su natal Marcelino Maridueña, en Guayas; y cuando a los 20 años junto a su familia llegó a Riobamba en busca de un título universitario. Agradeció a sus padres y a Dios. Volvió a la realidad y se preguntaba: “¿Una chaparra en medio de tanta gente?” Estaba a minutos de dirigir, como asistente, el partido inaugural del Mundial Femenino Sub 19 en Tailandia, entre la selección local y Alemania. “Fue el momento más importante de mi vida”, dice la referí de 37 años, 17 de ellos como una “intrusa” en el mundo del fútbol de varones.
Rosita, como la conocen sus compañeros de profesión, peleó de frente contra el machismo. Ante los pedidos de su madre que buscara una carrera “que no sea de hombres”, ingresó al curso de arbitraje avalado por la Ecuafútbol en la capital del Chimborazo. Fue la única mujer entre 30 varones. Luego de seis meses estaba lista para aplicar los reglamentos dentro de los campos de balompié. Empezó en torneos barriales; pasó por la Cuarta, Tercera, Segunda, hasta que en 1998 debutó en la Primera A.
Muchas cosas han cambiado en su vida desde ese día, menos la presión de los aficionados desde las gradas, pero asegura estar acostumbrada. “Me han tratado mal; algunas veces me decían los jugadores e hinchas: ‘Machona, marimacha, en tal prostíbulo hace falta una puta para que vaya a trabajar’”.
Recuerda las ofensas del volante mundialista Édison Méndez, durante sus inicios, y del ex defensa del Barcelona, Raúl Noriega, “cuando me pedía que levantara la bandera en un partido en el Monumental”. Así también guarda admiración por el correcto comportamiento del ex futbolista Álex Aguinaga, a quien considera “una persona maravillosa y sencilla”.
Rosita tiene las mejillas tostadas como certificado de su labor en el fútbol profesional a pleno sol y que le impide compartir momentos con su hija Daniela Valentina Zúñiga, de cinco años. Pero se considera afortunada porque su condición de árbitra de la FIFA, hace 13 años, le dio la oportunidad de viajar por el planeta.
Actualmente radica en Riobamba con su hija. Es licenciada en Educación Física de la Universidad Nacional del Chimborazo. Dirige partidos de la Serie B y piensa retirarse en dos años.
El pasado miércoles, Rosa Bolivia Canales Cevallos, quien nació el 6 de agosto de 1973, recordó que hace seis años fue la primera árbitra del Ecuador en dirigir un partido de un Mundial femenino, pero pocos lo saben “porque el país todavía vive en un mundo machista”.
Ha participado de tres mundiales
Es la única árbitra del país que ha sido tres veces mundialista (Tailandia 2004, Rusia 2006 y China 2007); además, fue la primera en dirigir en la Primera Categoría. Sonríe como una chiquilla y dice con modestia que es buena en la cocina para preparar los platos favoritos de su familia. También acepta que tiene tiempo en la cancha para disfrutar de los atributos de algunos futbolistas.
Ecuador con la misión de golear a Argentina
Para clasificar al cuadrangular final de la Copa América, Ecuador está obligado a ganar al combinado argentino por tres goles de diferencia, esta noche en el estadio Olímpico Ciudad de Riobamba.
El plantel ecuatoriano tiene seis puntos y un gol a favor, mientras que las albicelestes poseen nueve unidades con seis tantos. En los 3 partidos anteriores, la tricolor desperdició al menos 6 oportunidades claras de gol en cada uno.
Para esta noche, Cerón priorizó el aspecto psicológico. Lo primero que hizo fue convencerles que más allá de una responsabilidad, será un sueño cumplido clasificar y, de paso, dejar en el camino a las actuales campeonas.
En la práctica de ayer pidió a sus jugadoras que mantengan la tranquilidad durante todo el partido, que si el gol no llega no deben desesperarse y descuidar la defensa.
Por su parte, Argentina puede perder hasta por dos goles de diferencia para conseguir el boleto a siguiente ronda. (JLV)
Bolivia y Perú juegan para no ser últimas
Ambas selecciones llegan a este compromiso eliminadas y con cero puntos. Bolivia y Perú abren la última jornada del grupo “A” en el estadio Olímpico de Riobamba.
Las bolivianas marcaron apenas tres goles en lo que va del torneo. Todas sus anotaciones fueron en la derrota 4-3 ante Ecuador. En su primera presentación fueron goleadas por Argentina 3-0, mientras que en su segunda salida perdieron por el mismo marcador ante Chile.
Por su parte, las peruanas perdieron 2-1 con Ecuador, 2-0 con Argentina y 3-1 con Chile. Solamente han hecho dos goles en la Copa.
El técnico de las jugadoras del altiplano, Napoleón Cardozo, admitió que esa es la realidad del fútbol de su país y que este torneo fue utilizado para armar una base en la selección para trabajar con miras al futuro.
El encuentro de hoy tiene como ‘motivación especial’ que se disputa el no quedar en la última posición de este grupo . (JLV)
Estadios semivacíos no afectan el ánimo de las jugadoras extranjeras
En las tres jornadas del Grupo B de la Copa asistieron aproximadamente 550 aficionados a las sedes de Loja y Azogues. Esto no es raro para las seleccionadas de Venezuela, Paraguay, Uruguay y Colombia, quienes están “acostumbradas” a jugar en estadios semivacíos.
“Eso no nos desmotiva, tampoco nos sorprendería ver un estadio lleno de personas porque en otros países como en Brasil, ya lo hemos hecho”, dice la mediocampista paraguaya Lourdes Ortiz.
Ortiz, de 23 años, cuenta que en su país la situación es igual que en Ecuador, ya que existe poca difusión de los torneos femeninos de balompié.
Cerca de 400 espectadores acudieron a los dos primeras fechas realizadas en el escenario deportivo Reina del Cisne de Loja; mientras que el pasado martes al Jorge Andrade Cantos, de Azogues, concurrieron casi 150.
Para la volante colombiana Andrea Peralta, lo ideal sería contar con las “barras”, pero acepta la realidad del fútbol de mujeres en Sudamérica. “No se puede pedir mucho cuando el fútbol femenino no tiene torneos oficiales en los países”.
“Cuando no va la gente nos aislamos de ese problema y nos concentramos en el partido sin importar lo que haga o diga el poco público que alcanza a ir a los estadios”, manifiesta la defensa charrúa Jenny Martirena. (PAP)
Alegre y multicolor desfile por las avenidas cuencanas
Parecían chiquillas. Risueñas, curiosas, extrovertidas y juguetonas fueron las futbolistas de Paraguay y Uruguay durante el recorrido que hicieron por el centro de Cuenca, sede del Grupo B de la Copa América.
Patricia Pintos, Valeria Chury y Eliana Arechiechu quedaron hipnotizadas por unos segundos, al ver, el pasado miércoles, como en un pequeño local, de la calle Presidente Borrero, exhibían diminutos interiores para mujeres.
Unos metros más adelante, María Noel Lima y Estefanía Maggiolini entraban y salían sonrientes de tiendas de ventas de discos compactos de música, películas, bolsos y suéteres.
La caravana albirroja había llegado al parque Calderón ante las miradas de los azuayos. Rebeca Fernández con audífonos paseaba disfrutando de canciones en su reproductor de música. La acompañaban Edith González y Lourdes Ortiz.
“Me parece muy lindo ver a las mujeres con sus polleras y esa tela encima de los hombros (macana, traje típico cuencano)”, decía la zaguera guaraní Jéssica Santacruz.
Las paraguayas avanzaban por las empedradas y estrechas calles cuencanas vestidas con pantalonetas y camisetas de color azul y vivos rojo y blanco.
“Hola chicas”, saludó Rubén Suárez, un ejecutivo que le dio la bienvenida a la delegación. “Espero les guste Cuenca y disfruten de la ciudad y su gente. Suerte”, les manifestó, mientras las paraguayas ingresaban al centro municipal artesanal.
Jorge Pintado, profesor de la escuela Garaycoa, fue el guía turístico para que pudieran comprar artesanías “a precios reales”. Para él, las paraguayas “son un grupo amable, tienen la idiosincracia de nuestro pueblo, de nuestras chicas”, contó el catedrático. (PAP)
Fuente: DIARIO EXPRESO
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