viernes, 12 de noviembre de 2010

los reporteros

***SNN
por: rubendariobuitron
Los reporteros son periodistas con mayúsculas.
Periodistas que dignifican el oficio, que lo mantienen vivo, que arriesgan su vida, que ponen el alma en conseguir un dato, que se acercan a la gente, que defienden el bien común, que huelen, miran, escuchan, tocan y saborean los hechos cotidianos.


A ellos les toca lo más difícil de la profesión: contar, narrar, relatar, describir, pero sobre todo, indagar.


Se trata de un trabajo complejo porque implica ser sensible, mantenerse alerta siempre, tener la actitud de un niño curioso, un niño preguntón e irreverente, un niño que duda de todo lo que le dicen.


Porque la duda es la esencia del trabajo cotidiano de los reporteros.


Gracias al ejercicio del asombro, de la sorpresa, del escepticismo, de la incredulidad, de la comprobación, los reporteros logran una visión lo más exacta posible de lo que quieren contar.


Sin prejuicios ni hipótesis prefijadas, los reporteros salen a la calle, a los pueblos, a la selva, a buscar personajes, cifras, datos, documentos, archivos, testimonios, voces, contextos, referencias, nombres y hechos que ayuden a revelar y conmover.


Muchos estudiantes de comunicación y periodistas jóvenes, recién graduados y que están empezando en el oficio, suelen preguntar cómo elegir los temas, cómo saber si un hecho u otro interesarán o conmoverán a los lectores.


Es difícil, incluso desde la experiencia de un jefe con años de recorrido en el oficio, responder esa inquietud.


Sin embargo, abocados a la necesidad de satisfacer la pregunta, hay que recordar que el ejercicio del periodismo no es una problema de técnicas depuradas ni de excesos teóricos: es un asunto de sentido común.


Tan sencillo y tan profundo como eso. Un asunto que tiene que ver con las sensibilidades, con los valores, con los principios, con la identidad colectiva, con las tendencias, con la moda, con la estética, con los gustos.


¿Qué contar, entonces? Ahí entra el sentido común, los sentimientos, las necesidades sociales: los temas de los que está hablando la gente, los temas que interesan a la sociedad, los temas, por ejemplo, de la biodiversidad, de la ecología, del ambiente.


Por más complejos, densos o confusos que pudieran parecer los asuntos que se cuentan, el público aprecia la capacidad del reportero para comunicar con palabras sencillas y precisas, con un lenguaje fresco, con intensidad, con profundidad, con pasión por decir bien las cosas.


Contar lo que el mundo necesita para ser mejor, para no autodestruirse. Contar lo que las personas necesitan para tomar decisiones, lo que es útil, lo que sirve, lo que motiva, lo que estimula, lo que alerta, lo que mueve a que la sociedad actúe.


El país donde nacimos y vivimos merece ese periodismo de reporteros que aporten a la construcción de un mejor planeta. Y ese periodismo solo pueden hacerlo los reporteros, esos periodistas con mayúsculas a quienes hoy rendimos homenaje.


(Miércoles 10 de noviembre, Ciespal, durante la premiación al Concurso de Periodismo sobre Biodiversidad)

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