El tema del día.- El frío golpea fuerte y la lluvia no deja de caer en el sur de Quito.
Marcelo Zurita, de 63 años, se coloca una gorra sobre la cabeza; acomoda su saco de lana gris y se sienta cerca de una mesa, ubicada en el área recreación para el jubilado del IESS, en la Villa Flora.
Zurita es presidente del Club Amigo y cada tarde se reúne con sus integrantes para jugar cartas y entretenerse haciendo bromas. Las condiciones climáticas no son un impedimento para encontrarse y menos ayer, que fue un día especial para este jubilado. “Al fin nos subieron las pensiones atrasadas de este año”, dice.
Anteayer, el presidente de la República, Rafael Correa, dio el ejecútese a la reforma a la Ley de Seguridad Social que incluye incrementos de entre USD 40 y 60 según los ingresos de cada jubilado (ver tabulado).
Zurita recibe una pensión mensual de USD 380 y cobrará, con efecto retroactivo desde enero, 40,63.
Zurita lleva 18 años como jubilado. Cuenta que trabajó como técnico en una empresa privada de línea blanca. Desde entonces no ha dejado de estar activo.
Dice que cuando se descompone la refrigeradora o la cocina de alguno de sus amigos del club lo llaman para repararlas.
“Aunque en vez de arreglarlas, a veces las daña más”, bromea Vinicio Naval, de 72 años.
Este jubilado, que también acude al centro de recreación, es conocido entre sus compañeros con el nombre de ‘el siete lenguas’.
“Solo con la labia gana las partidas de rumi”, señala Jorge Alarcón, otro compañero de juego. Él coloca 0,25 centavos sobre la mesa plástica y lanza un reto a sus amigos “quién quiere que le cobre esta tarde de lluvia”.
Las risas se multiplican y la partida de rumi comienza entre comentarios sobre el alza de pensiones. “A mí me toca coger poco más de USD 300 del retroactivo y los voy a utilizar en la educación de mis hijos”, señala Alarcón.
Tiene dos hijos; uno de 17 años que está por graduarse en el Colegio Montúfar y otro de 19 que este enero ingresará a la Universidad.
“Necesitamos para los gastos del grado y los útiles de mi otro hijo. Este dinero me cae del cielo. Estaba preocupado porque ya no tenía plata para cubrir esos gastos que son prioritarios”.
Este adulto mayor dejó de trabajar hace doce años. Era operador de la empresa textil La Internacional. Alarcón también es parte de la Asociación de Jubilados Batalla de Tarqui, quienes iniciaron la lucha por el alza de pensiones desde junio del 2009.
Recordó que cada miércoles hacía marchas hacia la Asamblea Nacional y el Palacio de Carondelet para pedir a las autoridades que incrementen sus pensiones jubilares, a través de la reforma a la ley. Ayer, un grupo de jubilados volvió a concentrarse en la Plaza Grande, pero esta vez fue para festejar el alza.
La lluvia que caía por la mañana no fue un obstáculo para gritar proclamas y consignas en favor del jubilado. Ahora, dice Zurita, estarán pendientes de que no haya atrasos en el pago de las pensiones del 2010 y que se cumplan con las ofertas para el 2011.
La reforma
La cobertura de atención médica se amplió
Artículo 102
El afiliado, su cónyuge o conviviente con derecho y sus hijos menores hasta los 18 años de edad, así como el jubilado serán beneficiarios de acciones integrales de fomento de la salud, prevención y tratamiento.
Artículo 102
Las pensiones de montepío por viudez a favor del cónyuge o conviviente, sin distinción de género, y de orfandad del seguro general y del seguro de riesgos de trabajo del IESS, se incrementará anualmente a partir de enero en base a
un coeficiente de crecimiento del 8,40%.
Artículo 102
La pensión mínima de las rentas permanentes parciales de riesgo del trabajo y de las rentas parciales del seguro general del IESS será proporcional al 50% del salario básico unificado, es decir, USD 120. La falta de transparencia de los recursos para el pago de las pensiones será sancionada con la destitución de la autoridad responsable.
Fuente: EL COMERCIO
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