CUARTELAZO...

***SNN
Diario EXPRESO

Paúl Velasco Ruiz
Mascarón de proa


El hecho es absolutamente repudiable, la comunidad nacional e internacional se pronunció en contra de este atentado contra el Estado de derecho, no obstante, más allá del rechazo frontal que debemos hacer sobre el intento golpista se impone un análisis del porqué se arribó a una situación tan caótica como la que vivimos ese día.


Balance .- Los acontecimientos del jueves 30 de septiembre tomaron por sorpresa al país, aunque parecen haberse fraguado con antelación. El alzamiento e insurrección de la Policía fue un típico cuartelazo, en el que no participó la sociedad civil: los movimientos sociales estuvieron ausentes, tanto para oponerse como para adherirse, aunque fuerzas favorables al Presidente ya pasado el mediodía empezaron a hacerse presentes defendiendo al régimen.


El hecho es absolutamente repudiable, la comunidad nacional e internacional se pronunció en contra de este atentado contra el Estado de derecho, no obstante, más allá del rechazo frontal que debemos hacer sobre el intento golpista se impone un análisis del porqué se arribó a una situación tan caótica como la que vivimos ese día.


Lo primero que hay que decir es que el Presidente fue elegido por la mayoría de ecuatorianos, por tanto, ningún poder extraño al voto popular puede defenestrarlo, tampoco agredirlo y exponerlo al irrespeto. Lo que sucedió nos retrotrae al oscurantismo de las dictaduras gorilescas. Desde esta perspectiva, ha sido fundamental para la institucionalidad que se haya superado este episodio nefasto.


En segundo lugar, el acontecimiento deja lecciones que ojalá sean aprendidas por el Presidente y su movimiento partidario; la principal, que ha sido la causa de la crisis y que viene crispando el ambiente nacional: la forma cómo se fraguan y aprueban las leyes en la Asamblea. Otras, no menos importantes: los estilos, el talante y los métodos en la acción de Gobierno que abre fisuras con diversos actores sociales, volviéndolas irreconciliables; unos combates tan inútiles que desencadenan verdaderas tormentas, y que ahora terminaron en el clímax de la confrontación.


El mejor aprendizaje es la autocrítica, el Presidente y su movimiento sabrán hacerla, porque en política no hay un solo actor, es una orquesta donde intervienen diversos instrumentos, que al desafinarse uno, provoca el caos. La Asamblea, su Presidente y la bancada de Gobierno, persistentemente han actuado con la imposición de la mayoría sin abrir cauces lógicos de consulta y diálogo con la sociedad en diversos campos: universidades, servidores públicos, comunicadores, gremios, entidades respetables de la sociedad civil, etc. Hay que revisar este proceder y mirar bien, a veces los enemigos no están siempre afuera, en muchas ocasiones están adentro.