Las universidades afrontan nuevos retos derivados de la nueva Ley de Educación Superior para alcanzar la excelencia académica. El objetivo del Régimen es subir la cantidad de maestros a tiempo completo con PhD.
Según el Consejo Nacional de Evaluación y Acreditación (Conea) en el país laboran 33 007 docentes, de los cuales el 46,2% labora por horas. Sus salarios oscilan, entre USD 3 y 25 cada hora. Esto varía según la institución. En las privadas prevale más el contrato por horas. El resto trabaja a tiempo completo y también de forma parcial.
La nueva Ley busca, según Eduardo Fabara -secretario general del Conea-, que por lo menos el 50% de los profesores trabaje a tiempo completo. “Eso implica una mayor y mejor dedicación para la docencia”.
La U. de Cuenca tiene las tres modalidades. La del Azuay (UDA) y la Politécnica Salesiana (UPS) tiene a tiempo parcial y completo. En la de Cuenca laboran 776 docentes, de los cuales 24 tienen PhD y otros 20 se están preparando en el exterior.
Según el vicerrector, Fabián Carrasco, el 80% tiene maestrías, posgrados y especialidades. El resto tiene más de 20 años en esta universidad y está a punto de jubilarse. Según él, para formar un PhD se requiere más de USD 60 000. Y cree que un profesional necesita enriquecerse de la experiencia que se adquiere en la práctica, para transmitir nuevos conocimientos en clase.
Actualmente considera que la mayoría mantiene la pedagogía tradicional. Dicta clases, los alumnos toman apuntes y si es necesario consultan en bibliotecas.
Además, enseñan al universitario a que aprenda por si solo, razone y haga del autoaprendizaje un hábito. En esa línea está la UDA. Sus profesores se apoyan en aulas virtuales, el alumno revisa la materia en Internet, participa en foros y blogs. Tiene 80 docentes de dedicación exclusiva y 400 a tiempo parcial.
El sueldo pesa al laborar parcialmente
La característica común de los maestros a tiempo parcial es que son los más reconocidos en las distintas áreas donde laboran y son las cartas de presentación de la institución.
Por mencionar algunos casos, en la Universidad del Azuay se destacan Édgar Rodas, investigador y ex ministro de Salud; Jaime Moreno es oncólogo e investigador y Oswaldo Encalada investigador de temas sociales y lenguas, entre otros.
El tiempo parcial va de ocho a 20 horas a la semana, que se pueden cumplir en docencia o investigación. Sus remuneraciones también varían dependiendo de la antigüedad, bonos de responsabilidad, categorización y horas de docencia.
Solo como docente su sueldo básico promedia los USD 1 000 y es uno de sus múltiples ingresos. Moreno no especifica sus ingresos. Él labora en la UDA, es investigador y médico del IESS. También tiene un consultorio y un laboratorio de hematología.
Su jornada inicia a las 07:00 con la visita a los pacientes del IESS y acaba pasadas las 20:00.
Otro ejemplo es el ingeniero Diego Idrovo, quien labora en la Universidad de Cuenca y es Director de Ingeniería Civil y Medio Ambiente en la empresa eléctrica Elecaustro. Según él, su experiencia favorece en la enseñanza. Para Idrovo, cuando un maestro labora a tiempo completo adquiere mayor sentido de pertenencia a la institución, pero dice que el bajo sueldo no se compadece y les obliga a buscar otros ingresos.
Para aumentar su sueldo, Fernando Chica, de 45 años, dedica 28 horas a la semana a la docencia en la UPS, en materias relacionadas a la ingeniería automotriz. Ha colaborado en proyectos de investigación, el más reciente es cómo reducir los niveles de contaminación por la emisión de gases de los motores de los vehículos.
Otra parte de su tiempo lo emplea en su taller (arreglo de vehículos), peritajes, avalúos, inventarios, etc. Para él, la experiencia adquirida en el trabajo se lleva a la universidad y se comparte con los alumnos. “Hay temas que no se dan en las universidades”. “Si nos quedamos solo en la universidad estaríamos como una burbuja teorizando y desconectados de la realidad”, aporta Vicente Samaniego, de la UPS.
15 264 tienen contratos por horas
Los centros de educación superior, principalmente, privados optan por tener profesores por horas. Según el informe del Consejo Nacional de Evaluación y Acreditación (Conea) hay 15 264 docentes, bajo esta modalidad en el país.
Una de ellas es Gisella Haro, quien labora tres horas, un día a la semana, en la U. San Francisco de Quito. Es profesora de Gestión y Emprendimiento, de 18:00 a 21:00, cada jueves. Su trabajo como docente empieza el miércoles: dedica “mínimo” dos horas para preparar su clase.
Su principal trabajo es la coordinación editorial de su revista gastronómica. Ella tiene un título de periodista y una maestría en Gestión de Empresas de Comunicación.
Haro señala que tomó el trabajo por vocación, no por dinero. No detalla cuál es su sueldo por las 12 horas de clase al mes, pero dice que aproximadamente son USD 120.
El Conea señala que este tipo de maestros labora 11 horas a la semana, en promedio. Pero hay casos extremos que trabajaban hasta 38 horas semanales.
Los sueldos varían según la categoría. En la U. Católica, de Quito, este tipo de docentes ganan por hora USD 11,72 hasta 17, 32, según Raúl Naranjo, director de Recursos Humanos. Allí, estos docentes no pueden laborar más de 16 horas al mes.
En la U. Central, los profesores ganan de USD 90 a 120 al mes. Este centro incorporó la categoría de ayudante de cátedra en el nuevo estatuto de junio pasado, con una base de 77,25 al mes.Diario El COMERCIO
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