viernes, 4 de marzo de 2011

Porqué ellas son el sexo fuerte

***SNN

Revista VISTAZO
Las mujeres son más resistentes a las infecciones, cuidan mejor de su salud, tienen mejores hábitos y por tanto, viven más. Es algo que la ciencia –y los hombres– tienen que aprender de ellas.

Por: Naira Magãlhes

No hay mejor laboratorio para estudio de la longevidad que las personas longevas. Entre los hábitos alimenticios, lazos afectivos, patrones de actividad física y las particularidades genéticas, ¿qué es lo que contribuye a que vivan más y mejor que los demás? ¿Y qué se puede extraer de estos datos para que todo el mundo tenga una vida más larga?


En los últimos años, en busca de respuestas a estas preguntas, los investigadores han dedicado mayor atención a una rica fuente de información en el universo de los ancianos: las mujeres centenarias. Después de todo, vivir más y mejor es un fenómeno predominantemente femenino. A partir de los 50 años, cuanto más se avanza en la pirámide de la edad, mayor es su presencia. De cada 10 personas con 100 años o más, ocho son mujeres. En total, las centenarias suman cerca de 200.000 en todo el mundo –y la cuenta sube con más aceleración que entre los hombres.


Estudios más recientes indican que la longevidad femenina no se explica solo porque ellas sean más cuidadosas que los hombres con su propia salud. “Hay componentes biológicos determinantes para que las mujeres vivan más. Desde el punto de vista de la longevidad, las mujeres son el sexo fuerte”, dice el geriatra Renato Maia Guimarães. Comprender porqué puede contribuir a la creación de medicamentos y procedimientos que lleven a los hombres a aumentar su expectativa de vida.


Una vieja historia
Para entender por qué, desde una perspectiva biológica, las mujeres viven más tiempo, debemos remontarnos a la prehistoria. En el período neolítico, los hombres más aptos para la supervivencia eran aquellos con mayores habilidades para el cultivo y la guerra, a fin de garantizar alimento y protegerse a sí mismos y a los suyos de los peligros impuestos por la naturaleza y los enemigos. Es decir, se dieron los ejemplares más fuertes del sexo masculino. Y entre las mujeres, a quienes se les tenía reservado el papel de cuidar a los hijos, las más aptas para transmitir sus genes fueron aquellas capaces de resistir adversidades de otra naturaleza, como las infecciones. En el momento del parto, al estar expuestas a todo tipo de virus y bacterias, la mayoría de ellas presentaba desnutrición debido a que en la distribución de alimentos, eran siempre las últimas en alimentarse, después de los hombres y los niños. Sobrevivieron, por tanto, las mujeres con un sistema inmunológico más eficiente. Hoy en día, con el poco esfuerzo físico que se exige para sobrevivir, es más fácil tener un sistema inmunológico eficaz que músculos desarrollados.


Superioridad inmunológica
Los fundamentos biológicos de la superioridad inmunológica femenina ya han sido parcialmente descifrados. Un estudio realizado por los investigadores de la escuela de medicina del Imperial College de Londres, mostró que el proceso de degeneración del sistema de defensa del organismo que ocurre por el envejecimiento, afecta menos a las mujeres. Con el paso de la edad, dentro del proceso de degradación que nos es inherente, es natural que la respuesta inmunológica pierda su eficacia. Publicado en la revista americana especializada, Clinical. Experimental Immunology, el estudio inglés demostró que, entre los 20 y 62 años, la disminución de las funciones inmunológicas es 30 por ciento menor entre las mujeres, lo que explica la facilidad con la que el sexo femenino se recupera de una infección.


Infecciones y sus secuelas
El beneficio de tener un sistema inmunológico más eficiente va más allá de los ataques más agresivos a virus o bacterias. Las últimas investigaciones sobre la vida epidemiológica, área relativamente nueva de la medicina, han señalado que la aparición de enfermedades infecciosas en la infancia predispone a enfermedades crónicas degenerativas en la edad adulta. La hipótesis más aceptada es que, incluso cuando está curada, la infección deja los procesos inflamatorios en un nivel molecular. Eso significa, por ejemplo, que después de una inflamación de la garganta, pueden quedar focos imperceptibles de inflamación. A largo plazo, esos residuos inflamatorios pueden migrar a otras áreas del cuerpo como las arterias, corazón o cerebro, lo que propicia el desencadenamiento de enfermedade s c omo l a aterosclerosis, infartos, Parkinson, entre otros. Estos residuos de inflamación están directamente ligados al proceso de envejecimiento, ya que pueden contribuir a una liberación exagerada de moléculas tóxicas: los radicales libres.


Un estudio realizado por los investigadores de la Universidad del Sur de California, Estados Unidos, y publicado en la revista científica americana Proceedings of the National Academy of Sciences, comparó las tasas de mortalidad infantil (primer año de vida) con los de mortalidad a los 70 años en Inglaterra, Francia, Suiza y Suecia. Las estadísticas fueron evaluadas entre los siglos XVII y XIX, cuando las enfermedades infecciosas eran el principal problema de salud. Los autores del estudio constataron que el grupo de personas de tercera edad con la tasa más alta de muerte por enfermedades cardiovasculares –entre otras enfermedades crónicas– había estado expuesto a más infecciones durante la infancia. En conclusión, los residuos inflamatorios adquiridos en edades tempranas llegan a manifestarse al final de la vida. “En relación con los niños, las niñas son mucho más resistentes a las infecciones a lo largo del primer año de vida, especialmente en el primer mes”, dice el pediatra Marcelo Reibscheid, del hospital y maternidad San Luis en Sao Paulo. Es decir que ahí pueden estar sentadas las bases de una existencia más larga.


Hormonas protectoras
Otro factor para la longevidad femenina es el estrógeno. Ésta hormona desempeña un papel protector fundamental para la salud de la mujer. Disminuye el colesterol malo (LDL) y aumenta el colesterol bueno (HDL), retrasando así el riesgo de desarrollar aterosclerosis y enfermedades cardiacas. Debido a que, después de la menopausia, las mujeres pierden esta protección, a partir de los 60 años, la ocurrencia de muertes por enfermedades cardiovasculares es prácticamente igual en ambos sexos. Lo que más cuenta a partir de ese momento es el estilo de vida. Otro aspecto en el que ellas tienen ventajas por ser más cuidadosas con su propia salud.


Genes a favor
Desde el punto de vista de la genética, el hombre se define por un cromosoma X y otro Y. La mujer, por un par de cromosomas X. Hay por lo menos mil enfermedades genéticas relacionadas con el cromosoma X, mientras que las dolencias asociadas con Y son muy pocas. Dado que los hombres tienen apenas un cromosoma X, cualquier alteración puede provocar complicaciones. Una de ellas es la hemofilia, que afecta a la coagulación sanguínea y, por lo tanto, facilita las hemorragias. La enfermedad es causada por una falla en los genes del cromosoma X, responsables de la producción de los factores de coagulación. Las mujeres no se ven afectadas por este problema, con excepción de casos tan inusuales que no caben dentro de las estadísticas. “Esto se da porque, a pesar de que uno de sus cromosomas X esté defectuoso, el otro anula la imperfección”, dice el genetista Salmo Raskin, presidente de la Sociedad Brasileña de Genética Médica.


La influencia genética femenina de la longevidad es enorme. Bajo la coordinación del biólogo Tomohiro Kono, los investigadores de la Universidad de Agricultura de Tokio describieron el impacto de los genes de origen materno para una vida larga, en un artículo publicado recientemente en la revista Human Reproduction. En el laboratorio, los especialistas crearon ratones con el material genético de “dos madres”. Estos vivieron 186 días más que las ratas normales, creadas a partir de un código genético de un padre y una madre. Todo indica que los genes originados por hembras contribuyeron a que los animales ganaran un tercio adicional de vida. Todavía no se sabe exactamente por qué los animales desarrollados a partir del material genético de dos hembras fueron más longevos, pero el equipo de Kono cree que la supervivencia de las ratas “bimaternas” puede estar relacionada con la represión del gen Rasgrfl, inscrito en el cromosoma heredado del padre y asociado con el crecimiento y aumento del peso de los animales. El peso de las ratas de dos madres fue menor que el de las ratas del grupo de control, una característica común de los animales que viven más tiempo. En el estudio clásico de la restricción calórica, por ejemplo, los ratones y monos más longevos eran los más delgados. La explicación: el hecho de que hayan sido alimentados con cantidades de comida estrictamente necesarias para que sus funciones vitales produjeran una cantidad extremadamente pequeña de los radicales libres; las moléculas tóxicas asociadas con el envejecimiento.


Mientras la ciencia no consiga extender a los hombres las ventajas biológicas femeninas capaces de prolongar su tiempo de vida, sería bueno que ellos consideren adoptar un comportamiento más parecido al de las mujeres en cuanto a los cuidados de la salud. Vale la pena recordar que en la ecuación de una existencia duradera y saludable, 75 por ciento corresponde al estilo de vida. El otro 25 por ciento está determinado por la biología. Alimentarse de forma equilibrada, no fumar y beber con moderación aumenta la esperanza de vida a 11 años, de acuerdo con los médicos de la Universidad de Cambridge, Inglaterra, después de evaluar a 20.000 hombres y mujeres entre 45 y 79 años.


“Hacer de las visitas al médico un hábito preventivo y no de emergencias, también es algo que los hombres pueden aprender de las mujeres”, dice el médico Wilson Jacob Filho, director del Servicio de Geriatría del Hospital de las Clínicas de Sao Paulo. Un estudio realizado por los investigadores del Servicio de Geriatría, que está por publicarse, constató que ante cualquier síntoma ellos buscan ayuda médica 4,7 semanas más tarde que ellas. “La mujer es la gran educadora del hombre, que enseña las virtudes como el encanto, la amabilidad, la discreción y una cierta altivez a veces inoportuna. Muestra a algunos el arte de agradar y a todos el arte útil de no desagradar”, anotó el escritor francés Antole France (1844-1924). La mujer también, como se ha visto, puede enseñar a vivir no solo de una manera más gentil y amable, sino más y mejor. A esto se le da el nombre genérico de felicidad.


Por naturaleza
Las ventajas biológicas de las mujeres sobre los hombres en el camino hacia la longevidad.


HORMONAS
Durante la mayor parte de su vida, las mujeres están protegidas por los estrógenos; un escudo contra las dolencias cardiovasculares.


SISTEMA INMUNOLÓGICO
Con el pasar de los años, es normal que el cuerpo disminuya su capacidad de producir células de defensa y se vuelva más susceptible a las infecciones. En las mujeres, la degeneración del sistema inmunológico se produce más lentamente.


GENÉTICA
Lo que define al sexo femenino es un par de cromosomas X; y al masculino, la presencia de un cromosoma X y uno Y. Existen más de mil enfermedades asociadas con el cromosoma X. Los hombres son más susceptibles que ellas porque presentan apenas una copia del cromosoma X. Cualquier falla se manifiesta inevitablemente. En el caso de las mujeres, las fallas pueden ser neutralizadas por el cromosoma X.


Portarse bien
Además de los factores biológicos, el comportamiento también cuenta a favor del sexo femenino en materia de una vida longeva y feliz.


BEBIDA
Aunque el comportamiento de las mujeres frente al alcohol se está pareciendo al de los hombres en las últimas décadas, ellos todavía se exceden más con la bebida que ellas. El número de hombres que abusa del alcohol es superior al número de mujeres con el mismo hábito.


CIGARRILLO
El número de fumadores varones es cuatro veces superior al de las mujeres en el promedio mundial. El tabaquismo está asociado en un 90 por ciento con los tumores de pulmón, el tipo más letal de los cánceres. También es un factor de riesgo para los tumores de boca, páncreas, estómago y vejiga, y contribuye al desarrollo de hipertensión, ataques cardiacos y derrames.


ALIMENTACIÓN
La dieta femenina es mucho más saludable que la masculina. Las mujeres siguen las recomendaciones de consumir cinco porciones diarias de frutas y hortalizas mucho más que los hombres.
Además, ellos están por delante en la ingestión de alimentos nocivos para la salud: tienden a abusar de las carnes grasas mucho más que las mujeres.


ESTRÉS
Las mujeres están acostumbradas a hablar de sus problemas, lo que favorece al tratamiento de la depresión y de otros trastornos mentales. En la franja etaria que está encima de los 65 años, el índice de suicidio entre ellos es tres veces mayor del que está registrado entre ellas.


ASISTENCIA MÉDICA
Ante la presencia de los mismos síntomas, las mujeres buscan al médico un mes antes que los hombres. Cuanto más temprano se descubra una enfermedad, mayores son las posibilidades de curación.


TRATAMIENTOS
Además de tener problemas de salud diagnosticados a tiempo, las mujeres se adhieren mejor a las terapias recomendadas por sus médicos. Los hombres tienden a suspender el tratamiento una vez que comienzan a sentirse mejor.


Fuentes: Vigitel 2009 (Ministerio de Salud), OMS y los doctores Alexandre Kalache (gerontólogo), Francisco Carlos de Brito y Wilson Jacob Filho (geriatras).


Otro factor
para la longevidad femenina es el estrógeno. Esta hormona desempeña un papel protector de la salud. Disminuye el colesterol malo y aumenta el colesterol bueno, retrasando así el riesgo de desarrollar aterosclerosis y enfermedades cardiacas.


Cómo beneficiarlos a ellos
En el descubrimiento sobre las características biológicas de las mujeres vinculadas con el envejecimiento y otros factores, se abren nuevos frentes de investigación para ayudar a los hombres a vivir más y mejor.


ANTIINFLAMATORIOS ULTRA PRECISOS
La idea es desarrollar antiinflamatorios que puedan ser tomados durante toda la vida con el fin de combatir las microinflamaciones asociadas con el envejecimiento, sin causar efectos secundarios graves en el organismo. Hoy en día, ningún fármaco del mercado puede tomarse por períodos muy largos sin el riesgo de causar daños como úlceras o nefritis.


CÁPSULSA DE RESVERATROL
La producción de resveratrol en los laboratorios es una de las grandes esperanzas en la lucha contra el envejecimiento. Encontrada en los vinos tintos, esta sustancia tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Investigaciones con animales han demostrado que dosis regulares de resveratrol actúan sobre los radicales libres, que son las moléculas que participan en el proceso de envejecimiento. El siguiente paso será las pruebas en seres humanos.


TERAPIA GENÉTICA
Los especialistas están estudiando un modo de bloquear la acción de los genes asociados a las enfermedades del envejecimiento. La creación de mecanismos capaces de reprimir las manifestaciones del gen Rasgrfl puede ayudar a los hombres a tener una estructura física que proporcione una reducción de la síntesis de radicales libres.


Terapias vanguardistas
se estudian para bloquear la acción de genes asociados a enfermedades relacionadas al envejecimiento.

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