EL UNIVERSO
“Varias veces he visto la muerte desde la ventana de un bus interprovincial. Incluso un tío mío murió en uno de ellos en el 94. A veces no entiendo cómo una persona se hace cargo de un transporte cuando no tiene ni idea del valor de una vida”, recuerda Marco Figueroa, un comerciante de 38 años que viaja por lo menos dos o tres veces por semana en unidades interprovinciales.
El pasado jueves, Figueroa estaba en la terminal de buses de Quitumbe, situada en el sur de la capital. Él estaba a poco de subirse en la unidad que lo llevaría hasta Riobamba (Chimborazo) para vender la ropa que ofrece por catálogo.
“Cada vez que hay un gran accidente todos se mueven. La Policía controla, las autoridades buscan culpables y los líderes del transporte prometen cambios. Pasan unas semanas y todo vuelve a lo mismo: carreras de velocidad en la carretera e irrespeto al usuario”, sostiene Figueroa.
El comerciante reconoce la tarea que la Policía hace por frenar el irrespeto a las leyes de tránsito y evitar las muertes en las carreteras, en especial, luego de los tres fatales accidentes de transporte público (en Apagua, Cotopaxi; Yambo, Tungurahua; y La Crespa, Manabí) ocurridos en el 2010 y que sumados dejaron 92 muertos.
Según la Dirección Nacional de Tránsito (DNT), en ese año la institución registró 1.648 fallecimientos por accidentes en las vías a nivel país, sin contar la provincia del Guayas que es manejada por la Comisión de Tránsito (CTG).
Las muertes se produjeron en 16.405 accidentes, de los cuales 1.429, es decir el 9%, los produjeron la imprudencia e impericia de conductores profesionales del transporte público.
Esta realidad, según el mayor Juan Zapata, jefe de Ingeniería de Tránsito de la Policía, obligó a esta institución a poner más controles en las terminales interprovinciales, los que apuntaban a verificar el estado del automotor para el rodaje antes de iniciar un viaje.
Byron Guerra, usuario del sistema interprovincial, afirma que los logros de las medidas no han sido tan evidentes. Aclara que mientras las respuestas no sean estructurales y solo sean coyunturales, la realidad no se verá modificada.
“La cifra de accidentes provocados por transportistas profesionales puede verse pequeña en relación con el total, pero hay que tener en cuenta que el número de unidades dedicadas al traslado de personas es pequeño, si tomamos en consideración el número de carros que recorren el país”, dice Zapata.
Agentes de civil
Con el fin de reducir los altos niveles de contravención de los conductores del transporte público y con ello la accidentalidad, la Dirección de Tránsito ha proyectado implementar, desde este primer feriado del año, el uso de agentes policiales vestidos de civil para sancionar los excesos al volante. La selección de buses será aleatoria.
El plan piloto de esta idea se aplica en Pichincha desde el pasado 28 de febrero, pero se inició apuntando a unidades dedicadas al transporte de pasajeros en el área urbana. Son 40 uniformados a quienes se los capacitó para esta tarea y se espera que el proyecto en 20 días más ya esté puesto en marcha en las restantes provincias del país en las que tiene jurisdicción la Policía Nacional.
“Hay mucha reincidencia de contravenciones de transportistas urbanos e interprovinciales. Se les pone especial atención a estos conductores porque ellos trasladan entre 30 y 40 vidas humanas en un solo viaje”, dijo el mayor Zapata.
Según lo anunciado, los uniformados trabajarán en parejas. Dos objetivos básicos deberán ser cumplidos por los agentes: el primero será registrar y comunicar las contravenciones del conductor de la unidad observada; mientras que el segundo será velar por el respeto a los derechos de los usuarios del transporte público.
Para este fin los policías subirán como un pasajero común a las unidades, la diferencia está en que estos supuestos clientes tendrán un PDA a la mano con la base de datos de la institución policial, para emitir electrónicamente las contravenciones.
Se trabajará por tiempos, aunque los operativos dependerán mucho de las circunstancias. “Si vemos que hay un conductor muy desaprensivo, tenemos que hacer un recorrido mucho más largo para sancionarlo por todas sus contravenciones”, explica el oficial.
Durante el recorrido, los agentes deben identificar las contravenciones e ir reportándolas. Al final, el personal presentará su credencial, verificará los documentos del automotor y su confuctor y de existir una sanción, entregarán la respectiva citación.
Detalles: Viales
Lo que dice la ley
Con base en la actual Ley de Tránsito, el agente de civil dentro de un seguimiento a un transportista público solo podrá sancionar la contravención más grave. Es decir, si ha cometido varias imprudencias durante un recorrido, el policía deberá entregar la citación por la infracción más grave.
Operativo
En este feriado de carnaval, 21.156 uniformados se encargarán de controlar el orden público, brindar seguridad a las personas y sus bienes, vigilar y regularizar la circulación vehicular en todas las vías del país. De estos, 4.023 agentes serán de la DNT.
Puestos de auxilio
Cada 30 km la Policía colocará puestos de auxilio inmediato con personal de paramédicos y socorristas para atender cualquier emergencia.
Prevención
Los operativos en las terminales y los escuadrones de carreteras efectuarán operativos preventivos para verificar el estado de los neumáticos, exceso de pasajeros, exceso de velocidad, uso de cinturón de seguridad, y se ejecutarán pruebas para verificar estado de embriaguez.
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