jueves, 3 de febrero de 2011

Ecuatoriano presenta la crónica de un viaje al corazón del planeta

***SNN

EFE | QUITO

Un viaje al corazón del planeta, que comienza con un descenso a las misteriosas Cuevas de los Tayos, en la Amazonía de Ecuador, sirvió a Ney Yépez para entrelazar temas de evolución, ecología, ufología y prácticas de artes orientales en la novela "Crónicas Intraterrestres", que se presenta hoy.


Tras un descenso en 1992 a la Cueva de los Tayos, Yépez se inspiró para montar en su obra de ficción una épica lucha entre dos bandos: uno al servicio de la luz y otro de la oscuridad.


Maestro en artes orientales, lo que, según dice, le ha dado una visión de la vida y el universo "bastante profunda", Yépez, que es además periodista, cantautor, terapeuta holístico y naturópata, tenía pendiente en su tintero una obra con temas ecológicos, de energía y sobre la vibración de las personas.


Entonces creó una historia con dos bandos, para hacer más entendible, a través de ese conflicto, el tema de la preservación que, según él, tiene que ver con las emociones humanas.


Temas como amor, solidaridad y conservación ambiental son aspectos que "alimentan" la luz, en tanto que las emociones que fomentan la guerra y separación entre personas acrecientan el lado oscuro que, al final, destruye el ecosistema y la vida en el planeta, explicó en entrevista.


Sumó a ello creencias esotéricas muy antiguas sobre el origen extraterrestre de la humanidad y escribió una novela "ligera", pues su interés era que el público joven se involucre con esos temas "sin meterle en temas muy densos, historias muy enredadas y muy complejas", indicó.


Amante del taoísmo y el budismo, profundiza en su obra sobre la relación entre universo y ser humano, y por medio de un emocionante relato cuenta la vida de los atlantes en el intramundo en medio de una compenetración y relación con todas las energías de la tierra y el universo.


El tema de la evolución es la columna vertebral de su obra.


"La evolución nos ha convertido en seres menos discursivos y más de acción", opinó al asegurar que ésta comienza "puertas adentro" y con pequeños detalles que son, en realidad, bases fundamentales para el desarrollo, como las formas de comunicación.


Por ello, en su obra pone en evidencia el uso de "triquiñuelas" idiomáticas, como llamó a la ironía y el sarcasmo, que en "un plano alto no se usarán porque todo será dicho como es, con su nombre y sin ocultar nada".


También forma parte de la evolución el aprender a asumir las responsabilidades sobre acciones u omisiones y no buscar culpables.


En un aparte de su novela demuestra que ni los "seres más evolucionados" están exentos de equivocarse, que no son infalibles, sino que aprenden del error.


"Lo que llamamos errores no son sino enseñanzas. Aprender de los errores es algo de lo que más nos cuesta, pues casi siempre estamos buscando un culpable", reflexionó.


De su volátil imaginación nació "Crónicas Intraterrestres en la Cueva de los Tayos", una trepidante sucesión de hechos que desvelan uno de los secretos mejor guardados del planeta: la existencia de una avanzada civilización desconocida para el mundo, señalaron los editores de la firma Eskeletra, que publicó el libro.
Ubicación: el circulo rojo indica el lugar

 Pajaro tayo que habitan cerca de la cueva

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