martes, 2 de octubre de 2012

¿Y qué ofrecen si pierden las elecciones?

***SNN
 
 

 

Francisco Arellano RaffoFrancisco Arellano Raffo

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El análisis y las conclusiones del accionar aplicado a conseguir los votos necesarios para triunfar en elecciones, siempre se circunscribieron a los candidatos y a las agrupaciones que los patrocinan.


La costumbre fue que solo ellos anunciaban públicamente el inicio de una campaña. Pero uno de los logros del compañero presidente Rafael Vicente Correa Delgado es haber logrado que en el ciudadano común se arraiguen la necesidad y la conveniencia de ser activos proselitistas en los procesos electorales, muy conscientes de ser el factor más importante.


 Hoy, en el Ecuador, las masas saben de manera clara que el voto libre y secreto es la eficaz herramienta que permite a los proyectos políticos adquirir vida, y justificar su razón de ser.


La próxima campaña electoral será diferente a cualquier otra, porque el pueblo está vacunado contra el desacompasado canto de las malvadas sirenas, y contra el ridículo baratillo de ofertas. Las masas ya están trotando sobre su propio terreno, dispuestas a salir en veloz carrera para enterrar, de una vez y para siempre, a los incapaces de sentir como propia, la angustia de los necesitados.


En la época más dolida y mustia del convivir nacional, inundada de cuellierguidos soberbios y engallados malandrines, que disfrazados de políticos provocaban discordias improductivas que servían como cortinas de humo para sus latrocinios, apareció de repente el hechizo del patriotismo incluyente, sensato y lleno de obra cierta del compañero presidente Rafael Correa.


La fascinación de las masas por este indiscutido líder se ha vuelto irresistible, porque aprecian y respaldan su indeclinable voluntad para pelear hasta las últimas consecuencias contra cualquier sujeto, clase social o gremio, opuesto a que Ecuador se enrumbe por los caminos de la verdadera libertad, el progreso efectivo y la democracia seria y eficaz.


La opinión pública debería exigir a todos quienes le disputarán a la Revolución Ciudadana el tiempo de permanencia en el manejo de la cosa pública, que junto a sus ofrecimientos afirmen también en qué áreas trabajarán consensualmente. Teniendo presente que el incumplimiento de un ofrecimiento de campaña, por ley, es motivo de demanda.


Que se comprometan con el país a no boicotear las propuestas que Rafael Vicente Correa Delgado planteará para mejorar las prestaciones sociales, acrecentar la educación o aumentar la calidad del servicio en la salud.


Los logros alcanzados por el gobierno de la Revolución Ciudadana en política exterior obligan a que se privilegie el consenso en ese ámbito. La defensa de los intereses nacionales debe anteponerse siempre, y de manera rotunda, a las visiones de cualquier partido, o escribidor sectario que desconoce el sentimiento de patria.


Pero cuidado se confunden los caballerotes que la oposición lleve a la legislatura. Consenso jamás puede ser cogobierno, ni tampoco el degradante juego del toma y dame.


Consenso es, sencillamente, la responsable y excelsa manifestación de la actuación política del gobierno y la oposición, trabajando juntos por el adelanto de la nación, con entrega total.




Fuente: EL TELÉGRAFO*




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