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Familiares de Kelly Cadena, de 49 años, retiraron su cadáver de la morgue y lo llevaron a Baba, Los Ríos.
Jaime García y su esposa, Kelly Cecibel Cadena Carriel, de 49 años, habían planificado recorrer la Ruta del Sol el próximo feriado del Día de los Difuntos, pero una tragedia no solo truncó el paseo, sino que destruyó el hogar que habían formado hace cuatro años. Ella fue asesinada durante un asalto.
El hecho ocurrió a las 19:00 del sábado pasado a bordo de un bus de la línea 107, a la altura de las calles 17 y Ayacucho, en el suroeste de Guayaquil.
La pareja venía desde la Terminal Terrestre, donde tomaron el bus después de asistir a la clausura de un evento de una escuela en el cantón Durán, en la que Cadena realizaba sus pasantías de docencia.
García recordó que cuando el micro circulaba por la ciudadela Bellavista, un sujeto se embarcó antes de subir el puente de la 17, que conecta con la calle del mismo nombre, donde se subieron dos hombres más.
Enseguida, el primer sujeto sacó un arma de fuego e intentó robar el bolso de un pasajero, pero este, en su afán de evitar el atraco, comenzó a forcejear con el delincuente.
El viudo relató que uno de los compinches le ordenó disparar en contra del pasajero. “Y disparó, y le cayó a mi esposa que iba al lado mío, en el asiento de atrás. Ella solo me dijo: ‘Me pegaron, me pegaron’”.
El tiro atravesó una de las manos de Kelly Cadena e impactó en el pecho. Los delincuentes descendieron del automotor y comenzó la carrera por salvarle la vida a la mujer.
En el mismo bus acudieron hasta la Unidad de Policía Comunitaria ubicada en las calles 26 y Cuenca, en donde la embarcaron en un patrullero para trasladarla de urgencia hasta el hospital Guayaquil.
En el trayecto, Jaime García trataba de reanimarla, pero al llegar a la casa de salud la situación empeoró, según él, por la falta de atención.
Un familiar de la víctima indicó que demoraron en atenderla, pese a que les manifestaron a los médicos que Cadena había sido víctima de un asalto. “No es justo que la hayan tratado así, que la hayan puesto en el suelo como un perro”.
García confirmó la supuesta mala atención en el hospital. “Estaba viva, no me decía nada, pero ella se movía; en el hospital me dijeron póngala en el suelo porque no hay camilla, de ahí me sacaron y a los diez minutos me dijeron que estaba muerta...”.
La policía desplegó un operativo en los alrededores del puente de la 17 para tratar de capturar a los responsables del crimen, pero sin resultados positivos. Allegados a la víctima exigieron a las autoridades investigar a los choferes de los buses, pues aseguran que ellos conocen a los ladrones y les permiten el ingreso a los micros.
Cadena trabajaba como docente en una escuela particular y era estudiante de Pedagogía en la Universidad de Guayaquil. Su cuerpo será sepultado en Baba, provincia de Los Ríos.
Fuente: EL UNIVERSO*
El hecho ocurrió a las 19:00 del sábado pasado a bordo de un bus de la línea 107, a la altura de las calles 17 y Ayacucho, en el suroeste de Guayaquil.
La pareja venía desde la Terminal Terrestre, donde tomaron el bus después de asistir a la clausura de un evento de una escuela en el cantón Durán, en la que Cadena realizaba sus pasantías de docencia.
García recordó que cuando el micro circulaba por la ciudadela Bellavista, un sujeto se embarcó antes de subir el puente de la 17, que conecta con la calle del mismo nombre, donde se subieron dos hombres más.
Enseguida, el primer sujeto sacó un arma de fuego e intentó robar el bolso de un pasajero, pero este, en su afán de evitar el atraco, comenzó a forcejear con el delincuente.
El viudo relató que uno de los compinches le ordenó disparar en contra del pasajero. “Y disparó, y le cayó a mi esposa que iba al lado mío, en el asiento de atrás. Ella solo me dijo: ‘Me pegaron, me pegaron’”.
El tiro atravesó una de las manos de Kelly Cadena e impactó en el pecho. Los delincuentes descendieron del automotor y comenzó la carrera por salvarle la vida a la mujer.
En el mismo bus acudieron hasta la Unidad de Policía Comunitaria ubicada en las calles 26 y Cuenca, en donde la embarcaron en un patrullero para trasladarla de urgencia hasta el hospital Guayaquil.
En el trayecto, Jaime García trataba de reanimarla, pero al llegar a la casa de salud la situación empeoró, según él, por la falta de atención.
Un familiar de la víctima indicó que demoraron en atenderla, pese a que les manifestaron a los médicos que Cadena había sido víctima de un asalto. “No es justo que la hayan tratado así, que la hayan puesto en el suelo como un perro”.
García confirmó la supuesta mala atención en el hospital. “Estaba viva, no me decía nada, pero ella se movía; en el hospital me dijeron póngala en el suelo porque no hay camilla, de ahí me sacaron y a los diez minutos me dijeron que estaba muerta...”.
La policía desplegó un operativo en los alrededores del puente de la 17 para tratar de capturar a los responsables del crimen, pero sin resultados positivos. Allegados a la víctima exigieron a las autoridades investigar a los choferes de los buses, pues aseguran que ellos conocen a los ladrones y les permiten el ingreso a los micros.
Cadena trabajaba como docente en una escuela particular y era estudiante de Pedagogía en la Universidad de Guayaquil. Su cuerpo será sepultado en Baba, provincia de Los Ríos.
Fuente: EL UNIVERSO*
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