viernes, 26 de octubre de 2012

“Los asesinos no deben tener monumentos”

***SNN





Familiares y amigos de Arturo Jarrín, líder del grupo guerrillero Alfaro Vive Carajo (AVC), asesinado en el Gobierno de León Febres Cordero, marcharon hacia la Fiscalía para exigir justicia. 26 años después, el crimen aun no ha sido esclarecido.



El Comité Ecuatoriano Contra la Impunidad (CENIMPU) realizó el plantón “Solo con justicia y paz”, en el Parque Julio Andrade, para pedir que se aplique una sanción a los culpables de la muerte de quienes fueron sufrieron vejaciones y violaciones a sus Derechos Humanos durante la presidencia de León Febres Cordero. 

“Que los crímenes que se cometieron en aquella época no queden en la impunidad. Sanción a los asesinos, no por venganza sino por justicia” fue la firme petición del Edgar Frías, compañero del asesinado Arturo Jarrín, líder de la organización subversiva Alfaro Vive Carajo (AVC).



En este acto los miembros de CENIMPU alzaron su voz y se opusieron a la colocación de monumentos de quienes están acusados de crímenes de lesa humanidad.



“Nosotros creemos que los asesinos no deben tener monumentos. Pinochet no debería tener monumentos en Chile, Hitler no debe tener un monumento en Alemania, pero esto va más allá de un monumento es justicia”, aseguró Frías.



“Por esas lágrimas y esa sangre pedimos sanción a los torturadores y asesinos, no monumentos al tirano, no podemos permitir que se levante un monumento al tirano Febres Cordero porque sabemos que él no es merecedor de ello”, sostuvo Francisco Acosta, quien además pidió justicia por la muerte de hermano de Juan Carlos Acosta, también asesinado en ese período.



Después de colocar arreglos florales en homenaje a los jóvenes alfaristas, familiares y amigos de las víctimas realizaron una marcha hacia la Fiscalía General del Estado para solicitar a la Dirección de Derechos Humanos, gestionar con celeridad las denuncias y dar trámite a los informes presentados desde Junio de 2010, por la Comisión de la Verdad.



“El Informe de la Comisión de la Verdad es muy claro. Los responsables políticos y los ejecutores son una clase política, una derecha que creía que había que ponerle precio a los seres humanos y que ejecutó una política de terrorismo de Estado para detener la lucha social, lucha que no ha podido ser detenida ” concluyó Frías.





Fuente: EL CIUDADANO*



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