martes, 1 de marzo de 2011

Callemos a todos quienes puedan tener cierto nivel de influencia

***SNN

EXPRESO

Entrevista:  Francisco Garcés



“El CNE no puede igualar a todos”
Foto: Freddy Constante/Expreso


Consulta. Omar Simon muestra su preocupación por las normas que permiten la participación amplia de organizaciones en la campaña

El presidente del CNE, Omar Simon, dice que no puede controlar las apariciones del Presidente en campaña. También le preocupa que el límite de gasto impida hacer campaña a los inscritos.



¿Cómo se solucionarán los problemas para permitir la participación de las organizaciones y del control en su publicidad?


El Consejo deberá establecer qué organizaciones pueden participar en la campaña y determinar cuáles son los requisitos que deben cumplir. Hay un requisito de fondo y de concepto que es quien puede participar. Al no ser una campaña de candidatos pueden intervenir actores sociales y grupos y podemos tener una infinidad.


¿El Consejo ya tiene una idea de los requisitos generales?


Estamos en un proceso de análisis. Algunas cosas ya están establecidas a nivel general, pero es necesario generar algunas limitaciones muy claras. ¿Qué tipo de organizaciones pueden ser?, al parecer podrían ser organizaciones sociales de segundo o tercer nivel como estos frentes que congregan a varias organizaciones de base. Todo está en un proceso de análisis.


¿El problema de participación se traducirá también en problemas con la distribución de la franja publicitaria?


El mayor riesgo de esto es que tengamos una multiplicidad de organizaciones que generen gran dispersión. El Código (de la Democracia) establece una limitación en el gasto y la campaña.


¿Cuál es el límite de gasto para este proceso electoral?


El límite máximo de gasto es el mismo que para una elección presidencial, pero para el conjunto de las opciones. Es decir, si son 11 millones de electores el límite máximo de gasto será de 15 centavos por elector. Esto es 1´650.000 dólares. Como tenemos 20 opciones de respuesta tenemos un promedio de 84 mil dólares por pregunta. Adicionalmente, ese valor se dividirá para todas aquellas organizaciones que se acrediten para participar. Es decir, podría terminar en absolutamente nada. Si tenemos como fue en el proceso de aprobación de la Constitución, a cada organización le quedarían a 560 dólares por cada pregunta.


Con ese monto no se podrá hacer campaña...


Esa es la ecuación difícil con la que trabajamos y es la razón por la cual las normas no han terminado de configurarse porque tenemos restricciones legales que son excesivas desde mi punto de vista. Pasamos de la necesidad obvia de una regulación del gasto y la campaña electoral, a generar reglas tan rígidas y restrictivas que hacen imposible la existencia de una campaña electoral.


¿Ya hay al menos propuestas para solucionar el problema?


Hay varias y lo primero es determinar quiénes deberán participar en la campaña. Obviamente dependiendo del número de organizaciones las opciones pueden convertirse en inviables. Y si este número es demasiado grande haría imposible, en cualquier modalidad, establecer una franja publicitaria. También estamos trabajando en combinar mecanismos entre los tradicionales de prensa, radio y televisión con medios electrónicos más sofisticados como las redes sociales, más un proceso de entrega masiva de material impreso con el contenido de las preguntas.


Otro problema es la regulación de la publicidad del Ejecutivo, ¿el Consejo va a tomar alguna decisión al respecto?


Todos los gobiernos han utilizado publicidad y comunicación. No siempre ha sido buena ni exitosa y no siempre la fuerza del Gobierno ha dado para que la publicidad sea exitosa. Cuando el presidente Durán-Ballén hizo sus dos consultas el despliegue de publicidad fue amplísimo.


Pero no estamos hablando de las mismas regulaciones de control que hay ahora...


En esta época hay otra prohibición. Es decir, hay una prohibición clara para que el Estado contrate publicidad referente a la campaña electoral, es decir en la que se convoque a votar por el sí o por el no. También existe una prohibición para la contratación privada de propaganda electoral. Se ha hablado mucho sobre la exposición del Presidente y sus opiniones y de los enlaces de los sábados… No existen prohibiciones, como no pueden existir prohibiciones para que ningún ciudadano pueda emitir opiniones sobre un tema de interés público, entonces no existe una restricción que nosotros podamos hacer para que el Presidente en las distintas actividades que pueda desarrollar se pronuncie y opine sobre la consulta.


¿Es que el Consejo no tiene una fórmula para controlar eso?


Aquí hay una situación que está garantizada por la propia Constitución que es la libertad de opinión y en esto también hay dos actores: por un lado el presidente de la República que puede emitir sus opiniones; pero por otro lado están los medios de comunicación que consideran que lo que diga el presidente son temas de interés público y por ello son temas noticiosos informativos. Poniéndonos a pensar en una situación extrema tendríamos entonces que prohibirle al presidente hablar de la campaña pero también a todo el mundo y además tendríamos que prohibir a los medios que durante el período de campaña difundan noticias referentes a la campaña. Esa posibilidad no existe y no me quiero imaginar en ese escenario.


¿Pero no sería lo más sano establecer ciertos criterios de regulación para el Ejecutivo?


Hay reglas claras. Pero sabemos y en toda sociedad incluso en las más radicales de principios del siglo XX existen ciudadanos que por su condición de conocimiento e influencia, tienen mayor acceso a los medios. La opinión de Alberto Acosta concita más interés que la opinión de Juan Piguabe, lo mismo pasa con la opinión del Presidente, entonces no les podemos pedir a los medios que hagan la misma cobertura en todos los casos y no les podemos pedir que dejen de replicar lo que pueda decir el presidente en su enlace del sábado.


¿Qué pasaría si el Presidente se pone la camiseta de su movimiento y empieza a hacer campaña en el papel de líder de su movimiento?


Como lo puede hacer Alberto Acosta o Alfredo Pinoargote.


Solo que ellos no son presidentes de la República...


Objetivamente yo no puedo hacer nada contra eso. ¿Qué estamos planteando? Como el presidente es hábil para hablar y puede tener incidencia en la elección, entonces callémosle. Si Alberto Acosta pueda tener influencia, entonces callémosle. Callemos a todos quienes puedan tener cierto nivel de influencia. El Presidente mientras es presidente de la República tiene la necesidad de tener una seguridad. Y plantear como se ha planteado que se despoje de eso para un mitin político, es un sin sentido. Lo que son los elementos propios de su jerarquía no pueden ser considerados como parte de una campaña, si le mandaría a su seguridad a pegar afiches eso sería otra cosa, pero el rol de la seguridad es otro, pero si luego de su actividad quieren pegar afiches, eso es otra cosa. Hay elementos que si no se toman en cuenta pueden hacer caer en confusión, incluso hacen aparecer a los medios como parte de la campaña.


Es un tema que puede poner al CNE del lado del oficialismo...


Este es el tema más difícil porque es el menos entendido. Es el tema más hablado pero menos analizado. Es un juego de percepciones e incluso de intereses. Yo creo que esto es malo y por ende se debería prohibir, o a mí me interesa que se prohiba esto porque así me daría ventaja. Hay ventajas naturales y pretender que el rol del Consejo es igualar a todos y hacer que aquellos que tienen buenas ideas sean iguales a quienes no tienen habilidad para expresarlas, es un concepto errado.


"Como tenemos 20 opciones de respuesta hay un promedio de 84 mil dólares por pregunta. Ese valor se dividirá para todas las organizaciones que se acrediten. Es decir podría terminar en absolutamente nada. Si tenemos como en el proceso de aprobación de la Constitución, quedarían 560 dólares por cada pregunta".


"Objetivamente yo no puedo hacer nada contra eso. ¿Qué estamos planteando? Como el Presidente es hábil para hablar y puede tener incidencia en la elección, entonces callémosle. Si Alberto Acosta pueda tener influencia, entonces callémosle. Callemos a todos quienes puedan tener cierto nivel de influencia".

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