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A pesar de que Anthony Mills, subdirector del Instituto Internacional de Prensa (IPI), manifestó en mayo pasado en declaraciones a El Ciudadano, que los periodistas en Ecuador pueden expresar sus opiniones, este día (23 de octubre), el organismo publicó en Viena un informe en el que afirma que nuestro país vive “en medio de una crisis de libertad de prensa", contradiciéndose con lo expresado por Mills.
Mills, en su visita a Ecuador dijo “estoy motivado porque en Ecuador los periodistas no son atacados físicamente con la misma frecuencia que en otros países. Hasta donde yo sé no hay ningún periodista preso debido a su profesión y los periodistas pueden, todavía, expresar sus opiniones”.
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Asimismo, en la reunión mantenida con el secretario de Comunicación, Fernando Alvarado, señaló que por su condición de ex corresponsal en Beirut sabe que un conflicto tiene dos caras. Pero en el informe de la IPI, paradójicamente no se menciona los atropellos de la prensa mercantilista que fueron expuestos en ese momento.
Por ejemplo, no se indica que ciertos medios de comunicación y periodistas ejercen un papel de actores políticos que tienen un interés que va más allá de la libre expresión o del derecho a informar.
De igual forma, no se alude que desde hace dos años, aproximadamente, el Gobierno ha realizado alrededor de 500 aclaraciones de las mentiras flagrantes de los medios de comunicación identificados como actores políticos, los cuales no han podido refutar dichas verdades.
En este marco, Dax Toscano, catedrático universitario, manifestó que este tipo de informes forman parte de la estrategia desarrollada a nivel mundial por los grupos de poder económico que están íntimamente relacionados la gran industria mediática en contra de gobiernos progresistas.
“Estos institutos de prensa y organizaciones llamadas no gubernamentales y la famosa Sociedad Interamericana de Prensa, tienen como objetivo lanzar campañas de desprestigio de los gobiernos revolucionarios”, señaló Toscano.
Asimismo, precisó que se pretende llevar adelante una guerra de carácter sicológico para crear en el mundo una imagen negativa de regímenes como el de Ecuador, Venezuela y Bolivia y hacer pensar que en estas naciones no hay libertad de expresión.
Lo extraño, asegura, es que precisamente bajo estos gobiernos “las personas, colectivos sociales y organizaciones, han tenido la posibilidad de expresarse” porque anteriormente los únicos que se creían con ese derecho eran los propietarios de los medios de comunicación ligados a los poderes facticos.
Toscano consideró que ya es hora que desde los medios alternativos y las fuerzas progresistas exista institutos y organizaciones propias que reflejen a la prensa revolucionaria y asimismo, hacer el seguimiento que combata a la industria mediática. Y así presentar la otra cara de la moneda.
Fuente: EL CIUDADANO*
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