lunes, 17 de septiembre de 2012

Fatídico bautizo masivo en río Daule

***SNN






El cadáver de Héctor Luis Quispe fue retirado del afluente y llevado a la morgue de Daule.


Aún faltan por aparecer los restos de la tercera víctima. El pastor que celebraba el acto religioso quedó en libertad al no tener culpabilidad.


Santa Lucía (Guayas)| Después de una intensa búsqueda de los buzos del Grupo de Intervención y Rescate (GIR), bomberos, amigos y familiares de la congregación Jesucristo único redentor, en horas de la madrugada y mañana de ayer fueron rescatados del río Daule los cadáveres de Héctor Luis Quispe Zúñiga, de 24 años; y del niño Rubén Darío León Patiño, de 12, quienes perecieron ahogados la tarde del sábado en el cantón Santa Lucía.


Todavía falta por hallar el cuerpo de Darwin Orlando Quispe Zúñiga, de 25 años, quien se sumergió junto a las otras dos víctimas mientras el pastor Elvis Burgos Navarrete celebraba un bautizo masivo entre los miembros de la congregación evangélica.


Un verdadero cuadro de dolor se vivió en las playas del afluente cuando familiares de los ahogados observaron cómo los cuerpos eran sacados de las aguas.


Los cadáveres fueron trasladados a la morgue de Daule, en medio de la consternación de la congregación evangélica.


Rubén Darío estudiaba el primer año de educación secundaria en el colegio Emilio Uzcategui, de Guayaquil, y su sueño era ser un excelente profesional para ayudar a sus padres y a sus cinco hermanos de escasos recursos económicos.


Héctor Luis residía con su esposa Piedad Zumba y sus dos pequeños hijos en el sector de Las Iguanas, de la parroquia Pascuales, en el puerto principal, a pocos metros de la casa del menor edad. Él tenía varios años profesando la religión evangélica con su hermano Darwin Orlando, quien aún no aparece.


Luis Orlando Quispe y Flor María Zúñiga, padres de los hermanos, con oraciones a Cristo piden en la fría arena al río Daule les devuelva el cuerpo de Darwin.



PASTOR EN LIBERTAD

A las 11:00 de ayer, Elvis Eusebio Burgos Navarrete, quien estaba con resguardo policial en el subcentro de salud de Santa Lucia; y Peter Henry Lozano Tapia, ayudante del pastor, fueron trasladados al juzgado Décimo Sexto de Garantías Penales, de Daule, para la audiencia de formulación de cargos.


Después de una hora y media de diligencia, el juez Andrés Villegas Pico no ordenó instrucción fiscal, por cuanto los familiares de las víctimas que estaban también en esta dependencias manifestaron a las autoridades que no era culpa del pastor, sino que “era un designio del Señor, un mensaje divino”, y que no denunciarían el hecho por no haber los elementos necesarios.


Inmediatamente Villegas Pico ordenó la libertad de Burgos Navarrete y de Lozano Tapia.


“Dios estuvo en este asunto, él es nuestro juez justo y abogado por excelencia. Cuando efectuábamos el bautizo inesperadamente sentimos que algo nos trataba de halar como si fuera un torbellino, no se qué era que nos trataba de tragar. Intentamos salvar a los hermanos, pero fue en vano”, señaló el pastor Burgos Navarrete al terminar la audiencia.


Alrededor de las 14:00 de ayer, los restos del niño fueron retirados del anfiteatro para ser llevados a Guayaquil.




Fuente: EXTRA*



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