***SNN
Los dueños de los medios de comunicación “independientes”, prensa, radio y
televisión, fingen ignorar los fines del periodismo y se creen propietarios
exclusivos de la libertad de expresión y en su nombre, a manera de un rentable
negocio, pretenden garantizar sus bienes, manejar la política, mediante el
diseño de una opinión pública según sus intereses y de los sectores del poder
económico.
Olvidan que la libertad de expresión es un derecho del hombre y consta en todas las constituciones de los países democráticos. Es tiempo de que entiendan que el derecho a informar, como uno de sus privilegios, incluye el derecho de los ecuatorianos a recibir información veraz y objetiva, sin censura previa, pero con responsabilidad ulterior.
El Gobierno de la Revolución Ciudadana respeta el derecho de los medios comerciales a ubicarse beligerante, en la oposición; tolera la exageración de los acontecimientos que pudieran afectar al régimen y el silencio de las grandes obras sociales, pero jamás acepta la mentira y la injuria que atentan contra el honor de las personas.
Aunque oficialmente no se inicia el proceso para elegir Presidente de la República, los medios comerciales arrecian la campaña contra el liderazgo de Rafael Correa, por el temor de perder, definitivamente, espacio e influencia en la ciudadanía. Utilizan los mismos recursos, e incluso escudriñan la vida privada de los funcionarios de Alianza PAIS, en la búsqueda infructuosa de algún hecho que podría lesionar la majestad del Gobierno.
Revisen, diariamente, en los medios privados, noticias y textos de articulistas dóciles y domesticados y comprobarán extensos titulares de hechos insignificantes y análisis cargados de odio contra la administración del Socialismo Siglo XXI.
Lean “Ataques por libertad de expresión se extienden a la CIDH”. “El Estado crece y el gasto en sueldos de la burocracia se duplica”. “Mientras esperan justicia, los docentes enferman y fallecen”. Que Rafael Correa es un gran insultador, que es “un aprendiz de dictador”.
Y lo más risible, que “la libertad de expresión está en peligro de muerte”. Luego de 90 años del negocio, ahora acusan al régimen de la Revolución Ciudadana de emprender nuevas amenazas en forma de leyes para el ejercicio de la libertad de expresión.
El enjuiciamiento a periodistas majaderos acostumbrados a injuriar al prójimo, el cierre temporal de radiodifusoras por eludir leyes y reglamentos y la observación a los revoltosos callejeros no implican, de ninguna manera, atentar contra la libertad de expresarse.
La Asociación de Editores de Periódicos (Aedep) integrada por 22 medios de comunicación, pertenecientes a 4 o 5 empresas, Fundamedios y la UNP, con el asesoramiento de la Asociación Interamericana de Prensa -SIP-, representada por dueños de periódicos en alianza con la oposición, se alistan a librar intensa batalla con todo su poder mediático contra el proceso de cambio que dirige Rafael Correa.
Ecuador necesita paz y trabajo. En nuestro régimen democrático, cada ciudadano es libre de tomar decisiones, sin presión alguna.
Olvidan que la libertad de expresión es un derecho del hombre y consta en todas las constituciones de los países democráticos. Es tiempo de que entiendan que el derecho a informar, como uno de sus privilegios, incluye el derecho de los ecuatorianos a recibir información veraz y objetiva, sin censura previa, pero con responsabilidad ulterior.
El Gobierno de la Revolución Ciudadana respeta el derecho de los medios comerciales a ubicarse beligerante, en la oposición; tolera la exageración de los acontecimientos que pudieran afectar al régimen y el silencio de las grandes obras sociales, pero jamás acepta la mentira y la injuria que atentan contra el honor de las personas.
Aunque oficialmente no se inicia el proceso para elegir Presidente de la República, los medios comerciales arrecian la campaña contra el liderazgo de Rafael Correa, por el temor de perder, definitivamente, espacio e influencia en la ciudadanía. Utilizan los mismos recursos, e incluso escudriñan la vida privada de los funcionarios de Alianza PAIS, en la búsqueda infructuosa de algún hecho que podría lesionar la majestad del Gobierno.
Revisen, diariamente, en los medios privados, noticias y textos de articulistas dóciles y domesticados y comprobarán extensos titulares de hechos insignificantes y análisis cargados de odio contra la administración del Socialismo Siglo XXI.
Lean “Ataques por libertad de expresión se extienden a la CIDH”. “El Estado crece y el gasto en sueldos de la burocracia se duplica”. “Mientras esperan justicia, los docentes enferman y fallecen”. Que Rafael Correa es un gran insultador, que es “un aprendiz de dictador”.
Y lo más risible, que “la libertad de expresión está en peligro de muerte”. Luego de 90 años del negocio, ahora acusan al régimen de la Revolución Ciudadana de emprender nuevas amenazas en forma de leyes para el ejercicio de la libertad de expresión.
El enjuiciamiento a periodistas majaderos acostumbrados a injuriar al prójimo, el cierre temporal de radiodifusoras por eludir leyes y reglamentos y la observación a los revoltosos callejeros no implican, de ninguna manera, atentar contra la libertad de expresarse.
La Asociación de Editores de Periódicos (Aedep) integrada por 22 medios de comunicación, pertenecientes a 4 o 5 empresas, Fundamedios y la UNP, con el asesoramiento de la Asociación Interamericana de Prensa -SIP-, representada por dueños de periódicos en alianza con la oposición, se alistan a librar intensa batalla con todo su poder mediático contra el proceso de cambio que dirige Rafael Correa.
Ecuador necesita paz y trabajo. En nuestro régimen democrático, cada ciudadano es libre de tomar decisiones, sin presión alguna.
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