Santo Domingo. Las víctimas quedaron entre los fierros retorcidos del auto que chocó contra un tráiler.
Una de las víctimas era un sacerdote que retornaba de un acto religioso
El párroco anglicano Ángel Serafín Sigüenza, de 43 años, falleció en el accidente de tránsito que ocurrió a las 22:00 del viernes en el cantón Baños.
A la altura del barrio La Ciénega, el auto en el que iba el religioso se estrelló contra un bus, según informó personal del Cuerpo de Bomberos de la ciudad de Baños.
El sacerdote había asistido a una reunión de la Iglesia Episcopal Anglicana en Ambato, y la tragedia ocurrió cuando retornaba hacia Puyo, donde sirvió durante dos años y medio.
Sigüenza presentaba heridas en el tórax y abdomen. Su muerte se produjo tras haber sido ingresado a un hospital en Ambato.
El cura era oriundo de La Troncal (Cañar), lugar donde fue trasladado para el sepelio. "Su deceso deja un gran vacío en la congregación anglicana", dijo el párroco de Imbabura, Raúl Herrera.
"El padre era muy trabajador y alegre, que Dios lo tenga en su gloria", indicó Teresa Taco, quien lamentó su muerte.
En otro accidente, ocurrido ayer en la vía Quevedo-Santo Domingo, fallecieron José Adolfo Cevallos Mirabá (de 45 años) y Carlos Gerardo Charcopa Salazar (de 34). Un menor de edad también resultó herido. Las víctimas viajaban en un auto de placa PYY-041, que chocó contra un tráiler.
Aproximadamente dos horas tardaron los rescatistas en sacar los cuerpos que habían quedado atrapados entre los fierros retorcidos.
El auto quedó destruido en medio de la vía, y a un costado el pesado vehículo de placa XAI-327. El conductor huyó. Ambos automotores fueron retirados y llevados hasta los patios de la Policía para las investigaciones que determinarán las causas de la tragedia.
Personal de la Unidad de Investigación de Accidentes de Tránsito recogió información para definir las circunstancias del choque que se produjo durante una llovizna.
Sobre el herido se conoce que esta bajó observación médica y su estado es delicado.
A las 08:30 de ayer los cadáveres fueron reconocidos por una mujer, quien no reveló su nombre, pero dijo que era la cónyuge de Charcopa. En presencia de la mujer los uniformados revisaron las pertenencias de los fallecidos.
Charcopa tenía una billetera, unas monedas en uno de los bolsillos del pantalón y también dos anillos.
Las pertenencias fueron entregadas a la mujer, quien sostuvo que su marido era comerciante y que la otra víctima era su padrastro.
Fuente: EXPRESO
A la altura del barrio La Ciénega, el auto en el que iba el religioso se estrelló contra un bus, según informó personal del Cuerpo de Bomberos de la ciudad de Baños.
El sacerdote había asistido a una reunión de la Iglesia Episcopal Anglicana en Ambato, y la tragedia ocurrió cuando retornaba hacia Puyo, donde sirvió durante dos años y medio.
Sigüenza presentaba heridas en el tórax y abdomen. Su muerte se produjo tras haber sido ingresado a un hospital en Ambato.
El cura era oriundo de La Troncal (Cañar), lugar donde fue trasladado para el sepelio. "Su deceso deja un gran vacío en la congregación anglicana", dijo el párroco de Imbabura, Raúl Herrera.
"El padre era muy trabajador y alegre, que Dios lo tenga en su gloria", indicó Teresa Taco, quien lamentó su muerte.
En otro accidente, ocurrido ayer en la vía Quevedo-Santo Domingo, fallecieron José Adolfo Cevallos Mirabá (de 45 años) y Carlos Gerardo Charcopa Salazar (de 34). Un menor de edad también resultó herido. Las víctimas viajaban en un auto de placa PYY-041, que chocó contra un tráiler.
Aproximadamente dos horas tardaron los rescatistas en sacar los cuerpos que habían quedado atrapados entre los fierros retorcidos.
El auto quedó destruido en medio de la vía, y a un costado el pesado vehículo de placa XAI-327. El conductor huyó. Ambos automotores fueron retirados y llevados hasta los patios de la Policía para las investigaciones que determinarán las causas de la tragedia.
Personal de la Unidad de Investigación de Accidentes de Tránsito recogió información para definir las circunstancias del choque que se produjo durante una llovizna.
Sobre el herido se conoce que esta bajó observación médica y su estado es delicado.
A las 08:30 de ayer los cadáveres fueron reconocidos por una mujer, quien no reveló su nombre, pero dijo que era la cónyuge de Charcopa. En presencia de la mujer los uniformados revisaron las pertenencias de los fallecidos.
Charcopa tenía una billetera, unas monedas en uno de los bolsillos del pantalón y también dos anillos.
Las pertenencias fueron entregadas a la mujer, quien sostuvo que su marido era comerciante y que la otra víctima era su padrastro.
Fuente: EXPRESO
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