sábado, 13 de octubre de 2012

Gemita no tiene manos, y escribe; tampoco tiene pies, pero camina

***SNN






CHONE, Manabí. Pese a sus limitaciones físicas, Gema María Romero Cedeño realiza varias actividades, entre otras, escribe y toma fotos.
 
Gema María Romero Cedeño nació en un hogar pobre de la parroquia Convento, de Chone. No tiene manos y pies, pero es muy ágil para hacer sus trabajos.


Escribe perfectamente, maneja el computador y la cámara fotográfica, habla un poco los idiomas inglés y francés, además escribe ciertos vocablos y palabras en chino, como también está aprendiendo portugués en su natal Convento.


Además, camina gracias a una prótesis. Amado del Carmen Rodríguez Sánchez y Bienvenida Isabel Romero Cedeño procrearon a Gema María, quien nació sin pies ni manos. El 24 de octubre, ella cumplirá 18 años. Vive ahora solo con su madre, pues su padre la abandonó desde muy pequeña.


Ella dice: “No le guardo ningún rencor a mi papá; lo quiero mucho y solo espero que me ayude con el apellido, que no lo llevo, porque lo necesito para poderme graduar como bachiller este año. Y es más, Dios es todo para mí”.

Gema viene de una familia de bajos recursos económicos. Su madre se gana la vida trabajando en quehaceres domésticos. A Gema le gustó el estudio. “Ingresé desde el primer grado a la escuela José María Velasco Ibarra, terminé mis estudios y ahora estoy en tercero de bachillerato en el colegio particular Convento, por lo que espero graduarme con mucho éxito”, señala orgullosa.


La joven desestima su problema físico. “Yo no le hago problemas a la vida y espero que tampoco ella me lo haga, mientras Dios me tenga con salud, yo puedo hacer lo que a mí me gusta; en casa ayudo a mi mamá en los quehaceres del hogar. Lavo, plancho, barro la casa y me doy tiempo para visitar a mis familiares y amistades”, afirma.



CHONE, Manabí. Pese a sus limitaciones físicas, Gema María Romero Cedeño realiza varias actividades, entre otras, escribe y toma fotos.


Aspira a terminar el bachillerato y seguir la universidad para conseguir el título en Secretariado Ejecutivo.


Pero Gema también tiene cierta decepción. Cuenta que es poco lo que ha recibido como ayuda gubernamental. “Por allí una vez me visitaron los de la fundación Manuela Espejo para entregarme un colchón y una cama, hace ya varios años. El resto me lo da mi mami con lo que ella trabaja”, dice.

Como su próxima meta a cumplir es graduarse de bachiller, la joven aspira a organizar una fiesta, por lo que ya puso a engordar un cerdo.




Fuente: EL UNIVERSO*



 

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