viernes, 7 de enero de 2011

Carlos Vera ‘Fracaso es mío si no hay firmas’

***SNN

EXPRESO

Entrevista
Foto: René Fraga/Expreso


¿Cómo avanza el proceso de recolección de firmas?
Avanza sorprendentemente bien con 2.000 voluntarios que se han activado, mucho más a raíz de la utilización del Twitter como herramienta. Recibimos cerca de 12.000 firmas diarias. Los números se dispararon entre el 20 de diciembre y el 2 de enero porque los voluntarios aprovecharon sus reuniones sociales. El promedio de formularios entregados en las reuniones eran de 20 a 21. Por eso ahora tenemos más de 1’100.000 firmas.


¿Esto no es demasiado tarde?
Sí, hubiera sido mejor que lo haga en noviembre y no en diciembre. Confiaba en que podía activar otros mecanismos, tengo un spot de TV, poner vallas, camisetas, adhesivos, afiches, sedes por lo menos mínimas, pero no hemos podido. Pero nos dimos cuenta de que hubiera sido un error una campaña convencional contra el Gobierno.


Al parecer en el proceso el peor enemigo no ha sido el Gobierno, sino el miedo que los ciudadanos tienen de firmar...
El miedo es la mayor razón, y prueba que no vivimos en democracia. En este país hay un emperador y no un presidente.


¿Cómo convencer a la gente de no tener miedo?
Diciendo que si hoy es miedo mañana será terror. Que si hoy hay una represalia colectiva, mañana habrá una reacción colectiva. Y que estamos a tiempo de no terminar como Venezuela. Y diciendo que lo que hemos recibido es muy poco con relación a lo que nos han quitado. Funciona.


¿Cuál es el resultado en Quito?
Mejor de lo que me imaginaba y me estoy llevando una sorpresa. Creo que hay una oposición soterrada, creciente y con ánimos de expresarse.


Parece que no pasa lo mismo en Guayaquil...
Vamos a llegar a las 500.000 firmas. Esperábamos 700.000, pero no hemos tenido los coordinadores necesarios. El problema es que hay mucha competencia. A la vez están recogiendo firmas para Gutiérrez, Madera de Guerrero, el partido de Gobierno, el MPD, Fabricio (Correa). A veces la gente se confunde.


¿Hay cierta decepción por Guayaquil o son errores propios?
La decepción es mía. El interés es mayor que nuestra capacidad de contestación. Tratamos de hacerlo lo más organizado y dirigido, pero en Guayaquil tengo muchos reclamos, muchos.


Ya cuando falta solo un mes para conseguir 1,5 millones de firmas, ¿cómo está organizado el proceso?
Hay coordinadores en 17 provincias. Somos cinco personas que trabajamos full time, tres en Guayaquil y dos en Quito. Los formularios se mandan por transporte, pero regresan en vehículos privados. Están distribuidos en distintas casas para que no se los roben. Las firmas cada 15 días son depuradas y solo declaramos lo que sabemos que es válido. El porcentaje de error es del 7%. En el extranjero, los migrantes son motivadores de los que viven acá. En EE.UU. conseguí 90.000 firmas, en cuatro ciudades y cinco días. Voy a España, del 27 de enero al 2 de febrero y esperamos 60.000 u 80.000 firmas allá.


¿Cuánto se ha gastado?
Debía haber reunido para los brigadistas 600.000 dólares. Hasta ahora no hemos gastado más de 180.000 en cuatro meses. Vienen de amigos que han puesto poco con alguna frecuencia: nadie ha contribuido con más de 10.000 dólares. Ellos son tres.


Llama la atención la reducida exposición mediática de Carlos Vera y la baja en la intensidad de la campaña de Gobierno. ¿Cuál será la arremetida final?
Ellos bajaron la intensidad porque se dieron cuenta de que nos ayudaban. El mejor aliado de la revocatoria es Correa. Mientras más insulta y más falla, más gente quiere que se vaya. Pero atacan por otras vías: tienen call center para atiborrar las radios y se meten en las redes sociales. Están dedicados a intimidar. A gente que conoce que se activan por redes sociales la insultan y amenazan. Lo maravilloso ha sido que mientras más perseguidos son, más convencidos resultan. Pese a los ataques tengo una credibilidad superior al 35% y un conocimiento del 96%.


¿Se viene otra arremetida?
La mente perversa es capaz de cualquier cosa. Hemos planeado varios escenarios y estamos preparados. Ojalá se atrevan porque nos ayudan más.


Hay gente cercana al proceso que dice que no llegará a conseguir las firmas y que está consciente de eso. ¿Es así?
Tenía mis dudas hasta octubre. Podía haber desistido, pero dije ‘No, vamos en caída libre’.


¿Siente que va a tener otra pelea en el CNE?
Depende qué les ordene Correa. Hay un grupo en el Gobierno que cree que nos va a barrer y les daríamos un triunfo fácil. Y otro grupo que buscará cualquier pretexto para descalificar firmas.


Asumiendo que consigue las firmas y vamos a la revocatoria, ¿no es lógica la posición de este grupo del Gobierno que habla de una paliza a Carlos Vera?
Ahí el enfrentamiento no será conmigo, eso será democracia vs dictadura. Oposición vs Gobierno. Y tras conseguir las firmas voy a hacer dos cosas: Iré a una notaría y formalizaré mi decisión de no ser candidato a la Presidencia al tiempo que fortalecemos la tesis de un candidato único; y segundo, llamar a todos los opositores para decirles que no tenemos que votar contra un mandatario, sino a favor de una alternativa: presentémosle al país una alternativa. Así en los próximos dos años con el gobierno de Lenín Moreno vamos a estar puliendo y perfeccionando para que la presente ese candidato único.


¿No es complicado juntar el agua y el aceite para generar una propuesta política?
Hay que intentarlo. Mi obligación será proponerlo y tengo algunos lineamientos. Tenemos que aprender las lecciones de Venezuela. No hay que esperar el colapso para unirse.


¿Esta propuesta no choca con el inicial anuncio de lanzar un movimiento político?
No, yo desistí de eso cuando lancé la revocatoria. Y después de la revocatoria voy a retomar el movimiento, jamás voy a mezclar las cosas. Evolución Democrática es el nombre que queremos ponerle. Me preguntan ¿qué hacemos después?, pues competir en elecciones para la Asamblea, para dignidades seccionales. Ser una opción de poder, pero apoyar a un solo candidato que represente lo mejor en las próximas elecciones, que no voy a ser yo.


¿Eso no vuelve el proceso muy coyuntural?
No, lo vuelve útil, es hora de que seamos prácticos y eficientes. Hay que reconocer que un Estado liberal con un modelo de política social o socialista sería ideal. En la derecha están muchas de las fórmulas de producción y la eficacia; y en la izquierda están muchas de las fórmulas de solidaridad y justicia. Lo que hay que hacer es una conjunción correcta de las cosas.


¿En el escenario pesimista, qué pasa si no gana el proceso revocatorio?
Hay dos instancias. Si no se consiguen las firmas, el fracaso es solo mío, el equivocado seré yo. Por eso no arrastro a nadie de la oposición ni siquiera de mi grupo. Si no ganamos la revocatoria, habrá sido un avance extraordinario para la victoria definitiva del 2013.


¿Y el futuro de Carlos Vera?
Seguir en la política hasta que me muera. No tengo regreso al periodismo, me despedí de esa carrera, no puedo volver a ser lo que antes hice. En ningún canal volvería a hablar con la libertad con que hablo. Lo que haré será como activista político.


"Hay dos instancias si no se consiguen las firmas, el fracaso es solo mío, el equivocado seré yo. Por eso no arrastro a nadie de la oposición, ni siquiera de mi grupo. Si no ganamos la revocatoria será un avance extraordinario para la victoria del 2013".

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